El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, advirtió este martes por la integridad física de dos diputados del principal partido representante de la población indígena y afrodescendiente en Nicaragua, YATAMA, detenidos desde finales del año pasado.
“Estoy extremadamente preocupado por su vida y su seguridad y reitero mi llamado a su inmediata liberación”, sostuvo tras exponer las conclusiones de su evaluación sobre la situación en el país ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.
Yatama Brooklyn Rivera y Nancy Elizabeth Henríquez, los sujetos en cuestión, fueron detenidos el 30 de septiembre y el 2 de octubre de 2023, respectivamente en un marco de desaparición forzosa y hasta bajo denuncias de incomunicación.
Estas situaciones son cada vez más comunes en Nicaragua, incluso tras las advertencias y sanciones impuestas por la comunidad internacional contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que prácticamente han asfixiado a todas las voces críticas y opositoras en sus casi seis años de represión ininterrumpida.
En ese sentido, Türk precisó que 19 mujeres y 92 hombres están actualmente encarcelados, consecuencia de esta persecución que inició en 2018, y son sometidos a abusos y maltratos de todo tipo.
“Mi oficina ha documentado torturas físicas contra algunas de estas personas, así como múltiples violaciones a su derecho al debido proceso. El cierre de la oficina del Comité Internacional de la Cruz Roja en Nicaragua ha dejado a los detenidos sin acceso a cualquier supervisión internacional o independiente”, comentó al respecto.
Asimismo, apuntó que rara vez se dan juicios en un marco legal apropiado dado que la crisis política ha llegado incluso a la Justicia que, debido al control casi total del régimen de Ortega-Murillo, “hace tiempo perdió cualquier atisbo de independencia”. “Los testimonios que hemos recibido hablan de un clima de gran miedo, intimidación y acoso. En noviembre, cientos de funcionarios fueron despedidos arbitrariamente, supuestamente por lealtades encontradas”, concluyó.
En este clima de hostilidad y persecución, Nicaragua tiene previsto la celebración de elecciones regionales en el norte y en regiones autónomas de la Costa Caribe Sur, este domingo. Sobre ellas, Türk ya alertó que estarán “empañadas por una serie de reveses de libertades civiles y políticas” y que, inclusive, no reflejarán la real voluntad del pueblo ya que YATAMA tiene prohibido participar por haber sido ilegalizado en octubre pasado.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también manifestó su preocupación por este evento y sostuvo días atrás que no están dadas las condiciones para que se celebren comicios libres y justos, lo que llevaría a un importante retroceso en materia de derechos de las comunidades indígenas en la región.
Las elecciones se desarrollarán “en un contexto de cierre del espacio cívico, represión estatal, asedio policial y la militarización en los territorios indígenas y afrodescendientes de la Costa Caribe”, que se vio agudizado, en el último tiempo, por la estrategia represiva desplegada a través del Mecanismo de Seguimiento para Nicaragua (Meseni).
Por todo esto, la oposición en el exilio ya adelantó que no reconocerá el resultado de este evento, es decir, a ninguno de los 90 miembros de Consejos Regionales que de ello surjan.
“Con esta farsa electoral, la dictadura pretende poner un velo de legitimidad sobre uno de los actos más oprobiosos que comete al violar constantemente la autonomía y otros derechos fundamentales de los pueblos indígenas y afrodescendientes, entre ellos, participar en los procesos electorales con sus propios partidos, incluído YATAMA, que fue anulado y sus dirigentes, Brooklin Rivera y Nancy Henríquez, encarcelados”, señaló la opositora Concentración Democrática Nicaragüense Monteverde.
(Con información de EFE)