Líderes del Tren de Aragua protagonizaron una pelea a puñaladas dentro de cárcel de alta seguridad chilena

Una riña con puñales artesanales se dio entre el sicario Hernán Landaeta (alias “Satanás”) y Daniel Márquez (“El Ruso”), ambos peligrosos miembros de esa organización criminal

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Hernán Landaeta (”Satanás”), es un
Hernán Landaeta (”Satanás”), es un temido y frío sicario del Tren de Aragua, conocido en Venezuela como el “matapolicías”.

(Desde Santiago, Chile) Funcionarios de Gendarmería de la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) de Santiago, recinto donde se encuentran detenidos los principales líderes de bandas internacionales que han sido protagonistas del avance del crimen organizado en el país, captaron gracias a las cámaras de seguridad un sangriento entrevero con armas cortopunzantes artesanales entre Hernán Landaeta Garlotti (alias “Satanás”) y Daniel Alexander Márquez Meléndez (“El Ruso”), ambos peligrosos miembros del Tren de Aragua.

Al mismo tiempo, Gendarmería descubrió que otro miembro de la misma organización, Jorge Parra Viloria, escondió las armas “hechizas” (en la jerga carcelaria) en un muro, según consigna una nota del medio Interferencia.

De acuerdo al parte operativo enviado al Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, los hechos ocurrieron el pasado 21 de febrero a las 15:11 PM. En la reyerta, “Satanás” recibió una herida cortopunzante lumbar izquierda, entre otras escoriaciones, mientras que Márquez Meléndez resultó con un corte en el dedo índice derecho.

Tras ser llevados a la enfermería, ambos aseguraron que todo se trató de “un juego” y “que las lesiones fueron autoinferidas, lo que se contradice a lo apreciado en las imágenes del registro audiovisual”, según apunta la documentación a la que tuvo acceso el medio de investigación periodística.

Detectados por las cámaras de Gendarmería, se hallaron “dos trozos de maderas tubulares adquiridos de un escobillón que se les facilita para asear sus dependencias, que mantenían hojas de gillette”.

Los hechos fueron denunciados a la Fiscalía Centro Norte y luego puestos en conocimiento del Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago. Sin embargo, el tribunal se declaró incompetente, pues las causas por las que se encuentran enjuiciados están alojadas en las ciudades fronterizas de Iquique y Arica, respectivamente.

Según trascendió, durante la noche los funcionarios del servicio de prisiones volvieron a revisar las cámaras. Fue ahí cuando descubrieron que otro criminal de la misma agrupación, Jorvis Parra Viloria, pasados solo unos segundos de la pelea, ocultó en un muro colindante dos objetos metálicos envueltos en papel, que resultaron ser los puñales artesanales. Estos últimos fueron requisados en un allanamiento nocturno por el personal de guardia, aunque Parra Viloria se negó a declarar.

En la Cárcel de Alta
En la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) de Santiago se encuentran detenidos los principales líderes de bandas internacionales.

Hernán Landaeta (”Satanás”), es un temido y frío sicario del Tren de Aragua, conocido en Venezuela como el “matapolicías”. Tras huir de la cárcel haciendo explotar dos granadas, pasó a Perú donde se unió a la banda “Los Caraqueños” y tras cometer diversos delitos en ese país, llegó a Chile, donde fue capturado en marzo de 2022. Actualmente “Satanás” enfrenta juicio por homicidio, mientras que Daniel Márquez, uno de los líderes regionales de Los Gallegos en Arica, está formalizado por graves delitos asociados al crimen organizado.

El tercero de los involucrados, Parra Viloria, en 2022 intentó una fuga desde la cárcel de Arica con Yokainer Paredes, el líder de Los Gallegos en esa ciudad, pero fue descubierto a tiempo por Gendarmería y traído al CAS.

Todos comparten el mismo módulo con Carlos González Vaca, (alias “Estrella”), sindicado como uno de los primeros líderes del TDA que llegó a la región de Valparaíso en 2019, donde comenzó a construir la red, que fue descubierta en 2021 por el servicio de prisiones. La fiscalía pidió 225 años de presidio por los crímenes cometidos por “Estrella”, entre ellos secuestros, asociación ilícita, trata de migrantes y personas con fines de explotación sexual.

Aparte del prontuario criminal, todos tienen una larga hoja de vida penitenciaria, con faltas al régimen interno. Márquez Meléndez, en tanto, fue uno de los beneficiados con una videollamada a su pareja por el juez Daniel Urrutia, asunto que generó polémica en el Poder Judicial chileno.

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