El presidente de Paraguay, Santiago Peña, evitó dar por “muerto” el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y los países del Mercosur, aunque reconoció la necesidad de “administrar las expectativas”, lo que pasa por asumir que la firma no se producirá a lo largo de 2024.
“Estoy seguro de que no va a ocurrir este año. Creo que tenemos que ser muy honestos con nosotros mismos”, dijo durante su visita oficial a España, en una entrevista con la agencia de noticias Europa Press, en la que afirmó que “no se dan las condiciones del lado de la Unión Europea”.
En este sentido, indicó que los países de Mercosur están “más que listos para avanzar”, pero entiende que, una vez completadas las negociaciones técnicas, falta la “decisión política” y “Europa está en el medio de elecciones”, en alusión a los comicios del próximo mes de junio.
Bruselas se resiste a dar por perdido el texto y defiende que las negociaciones “siguen su curso” aunque, por el momento, “no se dan las condiciones”. Se afana también en subrayar que cuenta con un mandato aprobado por los Veintisiete, incluidos los gobiernos que ahora más se resisten al pacto -con Francia e Irlanda a la cabeza-, que le permite concluir un acuerdo, aunque este luego necesite someterse al visto bueno de las capitales y del Parlamento Europeo.
Peña, que insistió en que el acuerdo ofrece “oportunidades” para los países de la UE, admitió que hay “tensiones” y “sensibilidades” al respecto en distintos países europeos, fruto de una preocupación que también entiende que es “real” en determinados sectores: “Competir con productores agrícolas del Mercosur es imposible”.
El mandatario paraguayo afirmó que, en materia de recursos naturales y extensión geográfica, los países sudamericanos tienen un potencial relevante. “El país más pequeño, Paraguay, es más grande que Alemania y casi tiene el territorio de España, con una geografía plana y el cien por cien del área cultivable”, explicó.
“Yo, honestamente, soy un fiel creyente de la integración de los mercados y creo que le conviene a los consumidores de la Unión Europea, pero va a requerir también un esfuerzo en materia política de poder compensar de alguna manera (a los sectores afectados)”, agregó.
Así, Peña apuntó a la posibilidad de subsidios, que aunque “no pueden ser permanentes” sí pueden tener un “objetivo” en determinados contextos, y advirtió de que precisamente “una de las grandes fortalezas de la globalización” pasa por abrirse a “regiones del mundo que pueden producir esos mismos productos a precios más competitivos”.
Francia e Irlanda reclaman, por su parte, que el acuerdo incluya “cláusulas espejo” para asegurar que las importaciones que lleguen al mercado común desde Mercosur se someten a los mismos altos estándares que se imponen a los agricultores europeos y compitan, por tanto, en igualdad de condiciones.
Nuevos mercados
Peña, sin embargo, subrayó que ni el Mercosur ni Paraguay se quedarán de brazos cruzados a la espera de las decisiones europeas. No ve en el retraso del acuerdo con la UE ningún “impedimento” para abrirse a “diferentes mercados”, una tesis que ha expuesto en otras ocasiones desde su llegada al poder.
El presidente recordó la reciente firma de un acuerdo de libre comercio con Singapur y ve avanzadas ya las negociaciones con Emiratos Árabes Unidos.
“Paraguay, como un activo miembro del Mercosur, seguirá proponiendo la integración a todos los mercados y deseamos que Europa pueda entender las oportunidades que también ofrece”, concluyó Peña.
(Con información de Europa Press)