Siete niños fueron baleados en Uruguay en tres meses por la violencia narco

El Ministerio del Interior se propuso coordinar acciones con otras oficinas públicas mientras el principal hospital pediátrico registra un aumento de los menores heridos de bala

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El hospital pediátrico Pereira Rosell registra un aumento en la cantidad de niños baleados (Presidencia)
El hospital pediátrico Pereira Rosell registra un aumento en la cantidad de niños baleados (Presidencia)

(Desde Montevideo, Uruguay) - La muerte de un niño de dos años que quedó en medio de una ráfaga de 30 tiros generó una fuerte conmoción en Uruguay. Dirigentes del gobierno y de la oposición se expresaron sobre una víctima colateral de la violencia narco, que crece en algunas zonas de Uruguay. El niño estaba en un vehículo estacionado frente a lo que había sido una boca de venta de drogas, cuando un auto y una moto se acercaron e iniciaron los disparos.

El niño recibió un balazo en la cabeza y su padre, de 22 años, también murió.

El presidente Luis Lacalle Pou dijo que este episodio le genera “bronca, frustración e impotencia”, al tiempo que el Ministerio del Interior (encargado de la seguridad en el país) convocó a un encuentro con distintos organismos estatales para “coordinar acciones respecto a la situación de niños en contextos de vulnerabilidad, en especial por la relación de sus responsables con el delito”, según el comunicado.

El conductor de vehículo que llevaba niños heridos de bala en Uruguay llega a una pizzería para pedir ayuda (@TelenocheUy)

Del encuentro, convocado para este martes, participarán el Ministerio de Desarrollo Social, la Suprema Corte de Justicia, la Fiscalía, el Instituto del Niño y Adolescente (INAU), la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE).

El crimen del niño de dos años es el séptimo caso de niños baleados que se da en tres meses, como enumeró El Observador. Otros dos menores también fueron baleados en ese episodio ocurrido en Pinar Norte (en Canelones, a 30 kilómetros de Montevideo). Tienen seis y ocho años y fueron trasladados al hospital pediátrico de Montevideo Pereira Rossell, donde se encuentran estables y sin riesgo de muerte. Uno de ellos tiene un casquillo de bala incrustado en el tórax, pero no tiene riesgo ya que la herida no afecta las funciones respiratorias y será operado en los próximos días.

La fiscal Sandra Fleitas y otros investigadores en el lugar donde un niño de dos año y su padre fue matado a balazos (Captura Telenoche/Canal 4)
La fiscal Sandra Fleitas y otros investigadores en el lugar donde un niño de dos año y su padre fue matado a balazos (Captura Telenoche/Canal 4)

Antes de este homicidio, Joaquín Albín recibió un disparo en el pecho cuando llegaba a su casa y murió. El menor fue víctima de una guerra narco entre su familia y la de los Suárez, que provocó un aumento generalizado de la violencia en el barrio Villa Española.

En la víspera de Navidad, Kiara, de 14 años, estaba con amigas jugando en la calle cuando quedó en medio de disparos de un hombre que pasaba por la zona. Un hombre que pasaba por la zona comenzó a disparar y uno de los proyectiles hirió a la menor en su tórax, lo que le terminó causando la muerte.

El 17 de diciembre, en tanto, una niña de nueve años recibió dos balazos mientras estaba jugando frente a su casa en el barrio periférico Marconi de Montevideo. Los disparos salieron de un auto que pasó por una plaza que tiene juegos infantiles. Ese mismo día, otra menor de 13 años fue baleada en Progreso (Canelones). Ambas resultaron heridas, pero no murieron.

Un líder narco se entrega en Uruguay luego de que la banda rival asesinara a su hijo (Telemundo/Canal 12)
Un líder narco se entrega en Uruguay luego de que la banda rival asesinara a su hijo (Telemundo/Canal 12)

El director del hospital pediátrico Pereira Rossell, Álvaro Galiana, declaró en el programa Arriba Gente (Canal 10) que hubo un cambio en la tendencia respecto a los niños baleados que atienden en el centro de salud. “Antes era excepcional en el año tener dos o tres casos de niños con balas y hoy cada mes tenemos algún niño baleado. Hoy es más frecuente verlo y es algo que nos preocupa muchísimo”, aseguró.

Galiana explicó que el aumento de los casos implica para el hospital disponer de un centro quirúrgico que atienda de forma inmediata a los menores y una unidad de terapia intensiva que los pueda atender en el momento que el niño llega al lugar, dado que en general arriban en estado grave.

Kiara, la adolescente de 14 años que murió en Montevideo luego de haber sido herida por una bala perdida
Kiara, la adolescente de 14 años que murió en Montevideo luego de haber sido herida por una bala perdida

Implica estrés y exigencia al servicio del hospital. Primero, porque no estamos acostumbrados; y segundo, cuando ocurren estas cosas empieza a haber un movimiento de gente que pregunta por el niño, que no sabemos quiénes son ni si están vinculados al problema de que el niño diga quién le tiró, de dónde vino (el disparo)”, explicó el médico.

El jefe del departamento de Emergencia del Pereira Rossell, Javier Prego, declaró a radio Carve que las lesiones “no van dirigidas” hacia los niños sino que ellos se ven “envueltos en un escenario de violencia”. “Cuanto más pequeños, menos participan de cosas activas. Más bien, son víctimas secundarias”, describió.

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