En un evento sin precedentes, el departamento uruguayo de Maldonado, bajo la administración del intendente Enrique Antía, ha comenzado el primer realojo colectivo de casi 400 familias residentes en el icónico asentamiento Kennedy. Este proyecto pionero en Uruguay no solo reubica a estas familias sino que también promete mejorar significativamente su calidad de vida.
En medio de un esfuerzo continuado desde 2015, con la reubicación de 230 familias del asentamiento El Placer, la Intendencia de Maldonado avanza hacia otra meta ambiciosa. La visión compartida es la eliminación completa de los asentamientos, dando paso a barrios planificados con acceso a servicios esenciales como agua, luz y saneamiento, lo cual fue posible, en parte, gracias a una inversión de más de cuatro millones de dólares y a financiamiento internacional.
El financiamiento para este monumental proyecto llegó gracias a las gestiones del intendente Antía, quien consiguió el apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y la garantía soberana del gobierno nacional. Esto permitió a la intendencia de Maldonado acceder a un crédito de 35 millones de dólares, lo que ha sido fundamental para llevar a cabo el realojo.
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, elogió el trabajo y la dedicación de Antía y su equipo, resaltando la importancia de ofrecer soluciones reales y duraderas a los problemas de la ciudadanía. La iniciativa no solo aborda las necesidades de vivienda sino que también promueve el desarrollo sostenible, la inclusión social y un mejor futuro para las familias afectadas.
“Para los que tienen cargos públicos esto excede lo que uno tiene que hacer o lo que dice la Constitución y la ley porque los temas de la gente evolucionan o involucionan según pase el tiempo”, declaró el presidente en la ceremonia de inicio del realojo. “Haberse decidido por este terreno, al tener cercanía del antiguo asentamiento, era fundamental porque si no se cambiaba el orden de vida”, señaló, y agregó que “se pudo cumplir con la expropiación, se pudo conseguir el dinero y hoy impresiona ese trabajo de cómo se fue componiendo y cómo cada uno que vive en el barrio termina siendo fundamental en la convivencia”.
El proceso no solo implica la reubicación de las familias sino también la demolición de las estructuras existentes en el asentamiento Kennedy para evitar futuras construcciones ilegales. Este enfoque integral asegura no solo un nuevo comienzo para las familias sino también la recuperación de espacios públicos para el disfrute de toda la comunidad.
Flavia Corbo, jefa del equipo de 14 asistentes sociales encargado del proyecto, explicó que el proceso comenzó en 2015, con el censo y el trabajo en territorio para llegar a concluir en la necesidad de un realojo inminente. Y recordó que el 98% de los residentes aceptó al realojo y afirmó que se trabajó para escuchar a los vecinos que pudieron elegir con quien mudarse, conforme a afinidad.
Antía explicó que, para completar el proceso, se reunió con el mandatario uruguayo y le llevó la idea de financiamiento por parte de Maldonado, pidiéndole la garantía soberana con créditos internacionales y el presidente se la otorgó. “La garantía se firmó en 2022 y estamos empezando 2024 y ya estamos realojando en un lugar donde había campo”, afirmó.
La inversión total del proyecto de realojo asciende a 55 millones de dólares, incluyendo 35 millones de dólares provenientes del CAF y del BROU (Banco de la República Oriental del Uruguay), con un plan de pago a 15 años, además de una contribución de 3 millones de dólares del Ministerio de Vivienda y fondos adicionales aportados por la intendencia. Antía anunció que, hacia finales de año, se procederá a la demolición de la última vivienda en el Kennedy y, con la aprobación de la Junta Departamental, se planifica la venta de terrenos para reducir el préstamo obtenido.