(Desde Montevideo, Uruguay) - La Intendencia de Maldonado inició en la mañana del lunes un inusual operativo en los veranos. En una duna de la Playa Mansa de Punta del Este, sus funcionarios comenzaron a enterrar una ballena de unos 15 metros y más de 20 toneladas que apareció el día anterior en su costa. El cetáceo fue enterrado a tres metros de profundidad en esa zona reconocida del balneario uruguayo.
El animal amaneció sobre la parada 40 de la Playa Mansa, en la zona conocida como Piedras del Chileno. La ballena apareció allí varada, con un estado de descomposición que reflejaba que llevaba varios días muerta. Tenía unos 15 metros de largo y pesaba unas 25 toneladas, según estimó el representante de la organización animalista Fauna Marina, Richard Tesore.
La organización advirtió en su cuenta de Instagram por esta presencia. “Siguen apareciendo animales muertos en la costa. El mensaje es claro. Debemos cambiar nuestra manera de relacionarnos con la naturaleza”, escribió la ONG en un posteo.
La directora de Medio Ambiente de la Intendencia de Maldonado, Bethy Molina, informó que, además del enterramiento de la ballena, la municipalidad realizó la desinfección de la arena y del resto de la costa. La funcionaria indicó que, una vez que apareció el animal, se avisó a la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos de la novedad, ya que esta oficina es la responsable de identificar al animal.
Molina confirmó que la ballena estaba en un avanzado estado de descomposición. La directora explicó que, por su gran tamaño, no se puede seguir el mismo protocolo que cuando aparecen animales pequeños muertos en la costa.
Los peces que el fin de semana anterior aparecieron muertos en Piriápolis fueron trasladados a un relleno sanitario en la zona de Las Rosas del departamento. Pero en el caso de la ballena se evitó seguir ese operativo por su “tamaño” y por las “condiciones en las que se encuentra”. Molina aseguró que, si la ballena se trasladaba, su movimiento sería “bastante contaminante”.
Por este motivo, la municipalidad decidió enterrar el animal en la arena. Para evitar que el proceso de descomposición del animal genere fuertes olores en la zona, los funcionarios decidieron cubrir el cuerpo de la ballena con cal.
Durante este lunes, la intendencia sugirió a la población no bañarse en esa zona.
La Dirección de Recursos Acuáticos fue la encargada de hacer la necropsia del animal para conocer la causa de la muerte. Tesore, de Fauna Marina, cree que será difícil conocer cuál fue el motivo del fallecimiento incluso con este estudio.
La presencia del animal despertó la curiosidad de los veraneantes, que se acercaron hasta esa zona de Punta del Este a observarlo. Esto, sostuvo el experto, es algo riesgoso. “Con este animal en descomposición hay un montón de bacterias a las que no estamos acostumbrados. Un pequeño corte en el pie puede generar una infección sobre la que no hay necesidad. La recomendación, tanto para animales vivos como para los muertos, es mantener la distancia y tratar de no acercarse al agua tampoco”, indicó.
Los pequeños peces, que fueron enterrados en Las Rosas, habían aparecido el fin de semana anterior a unos 30 kilómetros de Punta del Este, en una de las playas de Piriápolis. Las autoridades del Ministerio de Ganadería explicaron, como una de las posibles causas de esta muerte, que se haya dado una “conjunción de mareas” y un aumento de la “salinidad” del agua.
Estas apariciones generaron preocupación de agrupaciones ambientalistas de la zona, que alertan que “algo está pasando”. Desde el proyecto Naturalmente Piriápolis advierten que en la zona se han observado palometa moteada, salmón de mar, corvallos, bagre marino, rayas y congrios.
Durante el año, en tanto, en las playas uruguayas se contabilizaron más de 5.000 animales entre pingüinos, petreles, albatros, gaviotas, gaviotones, tortugas y lobos marinos.