(Desde Montevideo, Uruguay) - Los empresarios del sector turístico de Uruguay aguardaban con expectativa la llegada del fin de semana largo de Carnaval. Este año, destacaban, la fecha los había beneficiado: que los feriados sean a mediados de febrero permitiría darle un impulso al cierre del verano. Pasado estos días festivos, los operadores quedaron conformes con el movimiento que hubo, aunque siguen extrañando a la clase media argentina que, en muchos casos, mueve el aguja.
El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Punta del Este y Maldonado, Javier Sena, sostuvo que las reservas estuvieron en buenos niveles, una situación que se replica en destinos de Colonia y de Rocha, consignó El País.
A Punta del Este llegaron varios propietarios a ocupar sus inmuebles, a lo que se le sumó las reservas en los hoteles y los alquileres. La ocupación, en promedio, estuvo cercana a un 80% en esa zona de Maldonado, un número que es “muy bueno” para esta época del año, destacó el empresario. Sena señaló que los principales alquileres se dieron en la conocida como “segunda línea de servicios” porque las casas y los apartamentos de la primera línea fueron mayormente ocupados por sus dueños.
El empresario destacó que el flujo de turistas en los comercios y en los locales gastronómicos también fue aceptable, lo que muestra que este febrero será mejor en comparación al del año anterior. Esto hace pensar que la temporada podría ser catalogada como “buena” cuando se haga el balance final.
Sin embargo, Punta del Este extraña su cliente predilecto. “Lo que está faltando simplemente es que la gente gaste más, pero eso no depende de nosotros, sino de la situación argentina”, aseguró el empresario.
Este comentario se repitió durante buena parte del verano. Tras un año marcado por la diferencia cambiaria entre Uruguay y Argentina, desde antes del inicio de la temporada los empresarios y jerarcas del gobierno proyectaban que en el verano se daría esta ausencia. Esto fue compensado, en parte, con un mejor desempeño del turismo premium.
Así lo destacó el presidente de la Cámara Empresarial de Maldonado, Rolando Rozenblum. Si se compara esta temporada con la del 2023, el turismo premium fue “más y más caro”; el nivel “mediano” se comportó “estable”; al tiempo que el rango “barato” tuvo la peor performance, según describió este representante empresarial. Estos resultados se dan, interpretó, “principalmente por la ausencia de la clase media argentina”.
Las playas de Rocha, las más al este de Uruguay y ubicadas sobre el Océano Atlántico, estuvieron a tope los últimos días. El director de Turismo del departamento, Federico Zerbino, informó a El Observador que durante el fin de semana se llegó a un 100% de ocupación en todos los balnearios de la costa. “Carnaval sorprendió en Rocha”, dijo el jerarca de la municipalidad.
El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Rocha, Ricardo Pereira, sostuvo que la mayoría de los turistas del departamento son uruguayos, aunque destacó que en los últimos días llegaron algunos brasileños para aprovechar unos días de descanso.
Colonia, en tanto, tuvo una ocupación superior al 90% durante los cuatro días de Carnaval, según informó el presidente de la Asociación Turística de Colonia, Andrés Castellano. La gastronomía se recompuso y los reportes de ese sector muestran un escenario positivo hacia adelante, algo que generó un “buen síntoma” de cara al cierre de febrero.
Castellano destacó que para el departamento es clave apuntalar mercados como el brasileño u otros por fuera de la región. Mientras, esperan que Argentina repunte y vuelva a llegar al departamento la clase media argentina, que es el público predominante de la zona y el que impulsa su “motor turístico”.
En las playas de Canelones, en tanto, hubo algunos alquileres por cuatro días pero que no alcanzaron a “colmar las expectativas” del sector privado, según Luis Cruz, el presidente de la Cámara Inmobiliaria de Canelones. En este lugar no se notó la presencia de argentinos ni brasileños y los visitantes fueron básicamente uruguayos, dijo.