(Desde Montevideo, Uruguay) - El arresto de la activista venezolana Rocío San Miguel motivó una nueva crítica del gobierno uruguayo hacia el régimen de ese país. El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, consideró injusta esa decisión y definió, una vez más, a la administración de Nicolás Maduro como una dictadura.
“Rompe los ojos. Es una dictadura. No hay elecciones libres. Hoy de nuevo hubo otra persona detenida injustamente”, señaló el mandatario en una rueda de prensa que brindó este domingo 11, al llegar a la ciudad de Melo (Cerro Largo). “El que no lo quiere decir, por algo es. Porque si ladra, tiene cuatro patas y muerde la cola…si alguien no me dice que es un perro, por algo será”, agregó Lacalle Pou.
El canciller de Uruguay, Omar Paganini, informó la semana pasada que llamó en consultas al embajador del país en Venezuela, Eber da Rosa, para que les dé detalles sobre la situación venezolana. “Hemos decidido llamar en consultas a nuestro embajador de Venezuela para ser informados sobre los preocupantes acontecimientos que harían inviable la realización de elecciones libres, democráticas y competitivas en ese país”, escribió el ministro de Relaciones Exteriores en la red social X.
Consultado sobre esta convocatoria, Lacalle Pou aseguró que Da Rosa viajará a Uruguay a “contar, relatar y (hacer) saber lo que está pasando”. “Es los ojos del gobierno en Venezuela y es bueno tenerlo de primera fuente. Cuando pasa algo en un país, leo las cosas que pasan, me informo, pero sobre todo llamo al representante uruguayo para que nos diga cómo se vive ahí y qué es lo que está pasando, para que cuente la realidad cotidiana. En este caso de Venezuela, no es muy difícil de imaginar”, finalizó el presidente.
La intención del gobierno es que Da Rosa presente en los próximos días en Montevideo un informe detallado sobre la situación política. El texto servirá como insumo para que la Cancillería fije posición en torno a la validez de los comicios electorales previstos para este año. Paganini evitó contestar qué postura tomará el gobierno uruguayo, pero la acción de llamar a consultas a un representante diplomático en otro país es una de las señales más fuertes de la diplomacia. “Ya el hecho de llamar en consulta es una señal de disconformidad”, aseguró.
El canciller lamentó que el “proceso democrático” que se suponía que iba a atravesar Venezuela se ponga “muy en duda” y cuestionó: “Tenemos más de 20 años de un gobierno cada vez más aislado y autoritario”.
Da Rosa fue designado embajador después de ocho años de ausencia de ese rol uruguayo en Venezuela. El funcionario llegará a Uruguay, presentará su informe y luego retornará a Caracas. Sin embargo, este dirigente abandonará su cargo en el primer semestre del año para dedicarse a las elecciones presidenciales que este año se desarrollarán en Uruguay.
A comienzos de febrero, el mandatario uruguayo ya había marcado la postura del gobierno sobre Venezuela. “Claramente no estamos ante elecciones libres y democráticas”, dijo tras la inhabilitación de María Corina Machado. Lacalle Pou recordó que más de una vez dijo lo que pasaba con el régimen venezolano cuando era dirigente de oposición. Y, al asumir el gobierno, se lo expresó al propio Maduro.
“Nosotros no tratamos de tener un punto de vista según nos guste más o menos un gobierno”, declaró Lacalle Pou. Para él, la inhabilitación de Corina Machado muestra que no se tiene “ningún tipo de voluntad” para que las elecciones sean transparentes.
Tras la ratificación del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela de la inhabilitación de la dirigente opositora, la Cancillería emitió un comunicado en el que manifestó su “gran preocupación” por esta situación. “Uruguay observa con gran preocupación estas inhabilitaciones judiciales de opositores políticos para ocupar cargos electivos o públicos, ya que atentan directamente contra la celebración de elecciones libres, democráticas y competitivas”, expresó el gobierno.