(Desde Montevideo, Uruguay) - La Justicia de Brasil liberó a Diego Marset Alba, el hermano del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, quien había sido detenido en Foz de Iguazú a fines de diciembre. El abogado de la familia, Santiago Moratorio, declaró a Búsqueda que la decisión fue tomada tras desestimar el pedido de extradición realizado por Paraguay y aceptar una revocación de la prisión preventiva. Ahora, la medida cautelar que tendrá el detenido será “menos gravosa”, aseguró su defensor.
Marset Alba tiene 22 años y fue detenido el 26 de diciembre. Es medio hermano del líder del grupo criminal y está acusado de ser parte de esa organización, que se dedica al lavado de activos y al tráfico de cocaína desde América del Sur a Europa.
Unas horas antes de su liberación, Moratorio había adelantado que su salida de la prisión estaba cerca de concretarse.
“Él estaba en prisión provisional para los efectos de la extradición. Si bien la alarma pública y lo que llega desde Paraguay y Bolivia era que (su detención) había sido un duro golpe al clan Marset, nosotros dijimos que no solo no hay un hecho imputable para Diego sino que tampoco iba a ser posible la extradición”, señaló el defensor de la familia entrevistado en el programa Desayunos Informales de Canal 12.
Moratorio estaba seguro que su extradición a Paraguay no iba a ser posible porque Marset Alba es un ciudadano brasileño y Brasil, según establece su Constitución, no extradita a sus connacionales.
Conociendo de esta costumbre de la Justicia brasileña, Marset Alba viajó a ese país para entregarse, aseguró Moratorio. En un comienzo estaba previsto que se dieran negociaciones entre su defensa y la Policía pero nunca se llegó a esta etapa. Cuando el diálogo entre las partes estaba por iniciarse, a las autoridades les llegó la información de su presencia en el país, hicieron un allanamiento en su casa y lo detuvieron. “No llegó a entregarse. Lo detienen en el inicio de las negociaciones”, detalló Moratorio.
Sobre Marset Alba no pesa “ninguna imputación seria” –según la versión de su defensa– ni hay hechos delictivos que lo vinculen a alguna “actividad relacionada con el narcotráfico” u otros delitos. “Que acepten la revocación de la prisión provisional es todo un logro y dice mucho de lo que nosotros entendemos que es una imputación por portación de apellido”, dijo el abogado.
Ahora, la Justicia brasileña continuará con las investigaciones. La Policía de ese país había señalado a Marset como una pieza clave en la operativa de su hermano Sebastián, consignó el medio paraguayo ABC Color. Lo describieron como el intermediario en viajes constantes entre Paraguay y Bolivia y como facilitador de transacciones ilícitas. Era la persona que se encargaba de realizar los pagos a las organizaciones criminales para asegurar el flujo de la droga.
La policía había logrado ubicar a Marset Alba en agosto en Santa Cruz pero, cuando lo fueron a detener, no lo encontraron. Algunas versiones indicaron que las autoridades le filtraron la información del procedimiento para ayudarlo a huir. El delincuente intentaba pasar desapercibido dentro del círculo de protección del capo narco para evitar su captura.
En esa misma ciudad de Bolivia, Sebastián Marset fue encontrado en julio escondido en su faceta de futbolista en un equipo de la segunda división. Tras escapar de Dubái, el narcotraficante estuvo casi dos años prófugo hasta que fue encontrado en Santa Cruz de la Sierra. Pero nuevamente allí logró fugarse de la policía.
Después de esa nueva escapada, Marset reapareció en una entrevista televisiva en Uruguay en la que elogió a la Justicia de su país, y lo definió como “el menos corrupto de Sudamérica”. Lo que buscaba era alcanzar un acuerdo con la Fiscalía para que sus familiares se vayan entregando de a poco a cambio de que no sean extraditados a otros países.
En Uruguay esa estrategia, hasta ahora, no tuvo el éxito que sí logró su defensa con Marset Alba en Brasil.