En el marco del Día Internacional de la Fraternidad Humana, se realizó esta semana un encuentro entre personalidades que promueven la paz y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, en Washington DC.
Desde la Comunidad Musulmana Ahmadía, el imam Marwan Gill reconoció a Almagro y le agradeció por el apoyo en la región en la defensa de los Derechos Humanos, la libertad religiosa, la promoción de la paz y el diálogo interreligioso. Uno de los lemas de la OEA es “Más derechos para más personas”.
Durante la reunión, el imam de la comunidad expresó que el islam defiende la santidad de la vida categóricamente, sin distinción de pensamiento político, de etnia, o religión, y agregó que en el Corán existe un principio que expresa “Quien salva a una vida es como si hubiese salvado a toda la humanidad”. Además, sostuvo que “de esa manera queremos defender no solo los intereses de los musulmanes, sino que alzamos nuestra voz en contra de la judeofobia, cristianofobia y cualquier otra forma de discriminación o expresión de odio. Consideramos que en el contexto mundial es importante reunir todas las fuerzas que trabajan para el bien común y, así, mostrar una postura firme contra el odio, la violencia y la división”, y enfatizó que “es menester que nos unamos y expresemos la unidad a través del respeto por la diversidad. El disenso y/o las diferencias son una parte fundamental de la democracia, y también de la propia identidad del ser humano, pero lo importante es destacar que compartamos la diversidad y la diferencia en armonía, en fraternidad y en diálogo”.
Quienes integran la Comunidad Musulmana Ahmadía difunden sistemáticamente el mensaje de preocupación del Jalifa de dicha comunidad, Su Santidad Mirza Masrur Ahmad, que lanzó la campaña: “Voces por la paz”, ante la amenaza de una posible guerra mundial que ya se ve en Gaza y en otras partes del mundo.
Luis Almagro dijo, por su parte, que “fue una reunión productiva con distintos defensores de la consolidación de la paz sobre la importancia de erradicar todas las formas de discriminación, incluidas la islamofobia, el antisemitismo y la xenofobia, para fomentar principios de unidad, inclusión y convivencia para un mundo pacífico”.
“Me siento honrado de haber recibido un premio de la Comunidad Musulmana Ahmadia en reconocimiento por mis contribuciones al desarrollo interreligioso y de paz. La OEA apoyará el trabajo de Shalóm-Salám y otras iniciativas encaminadas a avanzar la libertad de religión”, agregó.
En la reunión, además, se encontraban Adrián Santarelli, sacerdote católico y creador de la Fundación Belén; Yahya Luqman, el imam de la Comunidad Musulmana Ahmadía en Washington; Mario Axtel, presidente de la Fundación ENOC (Chile); Juan Edgard Palacio (Costa Rica); Daniel Raimondi (Embajador de Argentina ante la OEA); y Douglas Holladay, profesor de la Universidad Georgetown.
Islam significa literalmente paz, y los musulmanes áhmadis llevan como lema de bandera “Amor para todos, odio para nadie”, que se traduce en encuentros para afirmar el rol interreligioso, profundizar la paz y el diálogo entre los diferentes credos.