Chile dio el viernes su último y emotivo adiós al ex presidente Sebastián Piñera en el tercer día de duelo nacional, en el que tuvo lugar una misa y un funeral de Estado lleno de homenajes institucionales, familiares y populares.
El féretro llegó con todos los honores a la catedral de Santiago luego de que el mundo político le rindiera honores en el antiguo Congreso Nacional con un homenaje institucional encabezado por el presidente Gabriel Boric y discursos de representantes de los tres poderes del Estado.
Despedimos a un político que desde sus convicciones e ideas “sirvió con amor a la patria”, afirmó el presidente Boric, que destacó el carácter democrático de Piñera. “Fue protagonista de nuestra transición a la democracia y también de su consolidación”, señaló, destacando su audacia y valentía.
“Abrió camino a una derecha moderna, democrática, liberal, abierta al diálogo” por el bien general de Chile, señaló, destacando que siempre estuvo dispuesto a brindar ayuda y consejo a pesar de las desavenencias que tuvieron en el pasado.
Boric reconoció las diferencias políticas públicas entre ambos pero reconoció también haber sido quizá demasiado crítico en el periodo del estallido social, señalando que las cosas se ven de otra manera desde el sillón presidencial.
Es el Estado el que despide en esta jornada “a uno de sus más destacados protagonistas. La construcción colectiva de nuestro presente no sería la que conocemos sin su sobresaliente participación”, declaró la que fuera también dos veces presidenta del país, Michele Bachelet, quien tampoco negó las diferencias políticas con la figura de centroderecha.
“Fue un demócrata ejemplar”, afirmó el expresidente Eduardo Frei, uno de los asistentes al homenaje, que también dio discurso.
Los presentes en el Congreso ovacionaron a la familia y su mención durante los discursos, así como la llegada de Boric, cuya gestión del funeral ha sido alabada por todo el arco político chileno y agradecido públicamente por la familia.
Será el segundo funeral de Estado que se vive en el país tras el de quien fue su primer presidente desde la vuelta a la democracia Patricio Aylwin (1990-1994).
Miles de chilenos pasaron por el antiguo Congreso en la tarde del miércoles y durante el jueves, a veces soportando jornadas de mucho calor y esperas de hasta cuatro horas, para rendir homenaje al expresidente.
En la mina San José del desierto de Atacama “hay 33 banderas y no 33 cruces”. Hoy “despedimos a quien hizo que el milagro de los 33 fuera posible”, dijo desde el púlpito de la Catedral de Santiago Luis Urzúa, quien leyó una breve carta en la misa de despedida mientras una decena de sus compañeros, todos ataviados con sus cascos, lo rodeaban y extendían en el altar una bandera chilena en uno de los momentos más emotivos de la jornada de despedida colectiva.
El rescate de los 33 mineros enterrados durante un mes a 700 metros de profundidad —algo que muchos no creían posible— fue una de las hazañas del primer mandato de Piñera (2010-2014).
“Tu infinito legado recién empieza”, dijo unos minutos después uno de los 14 nietos de Piñera, León, de 18 años, en otro momento emotivo de la ceremonia.
Luego de la misa en la Catedral de Santiago el féretro pasó por el palacio presidencial La Moneda, donde también fue recibido por una multitud de personas y el presidente Boric encabezó un último homenaje.
De ahí los restos se dirigieron al Parque del Recuerdo para un sepelio íntimo al que acudieron decenas de personas del mundo político chileno y muchos de los colaboradores y exministros de Piñera. En ese lugar la familia del exmandatario recibió la bandera de honor.
También a ese lugar acudieron centenares de chilenos con banderas que entonaron el himno nacional y cánticos en homenaje al ex presidente.
Piñera, empresario y dueño de una de las mayores fortunas del país, fue dos veces presidente de Chile, la primera vez entre 2010 y 2014, un mandato recordado por la reconstrucción tras el gran terremoto de 2010 y el espectacular rescate de los 33 mineros.
Fue reelegido para el período 2018-2022, una administración marcada por la gestión del estallido social, en la que recibió muchas críticas por las graves violaciones a los derechos humanos cometidas en la represión de las manifestaciones. Durante la pandemia de COVID-19 Chile tuvo algunos de los toques de queda y confinamientos más largos y a la vez estuvo entre los cinco países con mayor tasa de vacunación del mundo.
Fue el primer presidente conservador en llegar al poder a Chile en democracia, tras 20 años de gobiernos de la concertación, y encarnó una derecha más moderada
También es recordado por su autocrítica correspondiente al período de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), cuando reconoció la figura de los “cómplices pasivos”, aquellos que pudieron hacer más para detener las detenciones arbitrarias, torturas y asesinatos cometidos por ese régimen y no lo hicieron.
(Con información de AP)