La Corte Constitucional de Ecuador finalmente se pronunció este miércoles en favor de la demanda presentada por Paola Roldán y aprobó la despenalización de la eutanasia en el país. La decisión se definió con siete votos afirmativos de los nueve magistrados, que concluyó que la práctica gozará de “constitucionalidad condicionada” y no se condenará al médico a cargo del procedimiento “siempre que éste acceda al pedido de eutanasia activa de un paciente de manera libre, informada e inequívoca, a causa de un padecimiento de intenso sufrimiento proveniente de una lesión corporal grave e irreversible o de una enfermedad grave e incurable”.
La mujer de 42 años llevó el proyecto ante la Justicia el pasado 8 de agosto, con la esperanza de que ésta le diera la posibilidad de acceder a una muerte digna en medio de su batalla de más de tres años contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad que destruye las células nerviosas que controlan los músculos y que no tiene cura.
El camino que Roldán debió recorrer en estos cinco meses fue largo y duro, no sólo en sus comparecencias ante los tribunales sino también frente al deterioro de su salud. “Mi cuerpo comenzó a rechazar la comida intravenosa, así que voy 17 días viviendo a punta de sueros”, les recordó semanas atrás a los magistrados a cargo de su caso y les imploró una respuesta pronta ya que la enfermedad había avanzado sobre el 95% de su cuerpo.
“Para muchos, 162 días es nada pero para mí han sido 3.888 horas de supervivencia” en las que, incluso, seis médicos distintos abandonaron su tratamiento, sufrió “docenas de episodios de atoro y 10 días entre Navidad e inicios de este año con crisis tan graves que me untaron los óleos y me despedí de mi familia”, agregó en sus redes sociales mientras uno de sus abogados resaltó que “sólo puede mover los músculos de la cara, los ojos. El cerebro le funciona absolutamente perfecto pero no tiene ninguna movilidad en ninguna parte del cuerpo”.
“El tiempo para gente como yo es otro y la Corte sigue atorada en su burocracia, indolente ante una realidad de tantos pero que, como no ha tocado a su puerta, todavía sigue sin resolver”, reclamó recientemente.
Sin embargo, días atrás, el 2 de febrero, la ecuatoriana recibió una gran noticia: el expediente de su demanda había pasado a manos del pleno del Tribunal y el fallo estaba cada vez más cerca. La noticia se conoció luego de informarse, también, del rechazo de un pedido de recusación contra dos juezas de la Corte que había sido introducido por un colectivo de abogados críticos del aborto y la eutanasia.
“Varias veces pensé que no lograría ver los frutos de esta demanda, como quien planta un árbol para que alguien más se siente bajo su sombra. Pero he sobrevivido y ahora quiero ver si por las venas de este país corre sangre de justicia y humanidad o si seguimos en el retrógrado pensamiento que enaltece el sufrimiento”, declaró el pasado viernes.
El caso de Roldán cobró gran notoriedad en el país ya que se trata de la primera vez que la Corte Constitucional debe resolver un pedido de eutanasia y evaluarlo en línea con el artículo 144 del código penal, referente al homicidio, en el que se condena a la “persona que mate a otra”, con penas de entre 10 y 13 años de cárcel.
La resolución podría ayudar a decenas de personas con enfermedades neuromotoras degenerativas sin cura en Ecuador, unas 58 según el Ministerio de Salud nacional. Asimismo, da cuenta de un avance del país sobre otros de la región ya que es el único junto con Colombia que despenalizó esta práctica, mientras que Uruguay y Chile aún siguen debatiendo proyectos al respecto. En tanto, en México rige el derecho al “buen morir”, que permite a los enfermos o familiares pedir que no se mantenga la vida por medios o asistencia.
(Con información de EFE y AP)