(Desde Montevideo, Uruguay) - Un hombre de 30 años iba en camioneta usando su celular en el departamento uruguayo de Canelones. Estaba a dos cuadras del shopping Costa Urbana –un centro comercial reconocido en la zona– cuando dos inspectores que trabajaban en el lugar lo detuvieron. Su reacción no fue la mejor y terminó en una agresión hacia ellos.
Primero, el infractor discutió con los inspectores de tránsito y, determinado momento, comenzó a golpear a uno de ellos, como se aprecia en el video difundido en el Instagram Metropolitano Uy. Según el posteo en esa red social, el hombre atacó a los funcionarios municipales con un destornillador y luego dio un golpe de puño, tras recibir la sanción por usar el celular.
“El hombre estaba visiblemente fuera de sí. Me golpeó en el estómago y me dijo que me iba a matar. Al tiempo que mi compañero me quiso defender y encendió la cámara para que quede todo registrado”, relató el agredido a ese medio digital.
Luego, el trabajador fue trasladado hacia un centro de salud cercano, en Ciudad de la Costa, y los inspectores denunciaron esta situación ante la Policía. Tras la denuncia, el hombre fue detenido y tuvo que declarar en la mañana del lunes ante la Fiscalía.
En un comunicado, el Ministerio del Interior se refirió a esta situación e informó de la detención del agresor, un hombre de 30 años. Describió que la violencia fue mediante golpes de puño a un inspector de la división de Tránsito de la Intendencia de Canelones. Hubo, además, “amenazas con un objeto punzante”, que le causó “daños en las prendas del uniforme” que el funcionario municipal utilizaba.
El agresor –agrega el comunicado– manejaba una camioneta mientras hablaba por celular. Mientras los inspectores confeccionaban la multa, el “conductor se desacata” y agrede al funcionario, de 47 años. El personal médico lo examinó y constató que tenía “varios hematomas”, además de una “herida cortante en el labio”.
Tras su declaración, la Justicia uruguaya condenó al agresor a 16 meses de prisión a cumplirse en régimen de libertad a prueba. Lo consideró como responsable de un delito de atentado agravado en concurso formal con dos delitos de lesiones personales.
Ahora el hombre deberá fijar un domicilio en un lugar determinado y estará sujeto a la orientación y vigilancia de la Dirección Nacional de Supervisión de Libertad Asistida (Dinasla). Además, deberá presentarse en la seccional policial que le corresponda a su zona y prestar servicios comunitarios por un plazo de seis meses y durante cuatro horas semanales.
Una agresión similar fue lamentada tiempo atrás por la Intendencia de Montevideo. Un viernes de enero, cerca de la medianoche, un funcionario municipal controlaba los vehículos en la zona costanera de la capital uruguaya. A un conductor le indica que tiene las luces apagadas. El chofer se bajó del auto y, sin mediar palabras, golpeó al inspector.
En noviembre, en tanto, la Intendencia de Montevideo también había comunicado otra agresión a un inspector de tránsito que, de nuevo, fue sin mediar palabras.
Fue un transeúnte quien golpeó a un inspector de tránsito en Avenida Italia –una de las calles más transitadas de Montevideo– y Avelino Miranda. El hombre iba caminando por la vereda cuando se acercó al inspector. Sin decirle nada, le propinó un golpe de puño que lo hizo caer al suelo. El trabajador se golpeó la cabeza y perdió el conocimiento en el momento.
El agresor huyó del lugar y no pudo ser identificado, pero la Intendencia de Montevideo igualmente hizo la denuncia. El funcionario, en tanto, fue derivado al Banco de Seguros del Estado para las atenciones médicas que le correspondían.
La intendencia finalizó el comunicado exhortando a la población a respetar las “normas de convivencia” y “reflexionar sobre este nuevo hecho de violencia contra servidores públicos”.