El incendio que consumió el Jardín Botánico de Viña del Mar mató a cuatro personas e hizo desaparecer especies únicas

Un toromiro, árbol extinto de la isla de Pascua, ardió completamente junto a otras 1.300 especies. La cuidadora del lugar y tres de sus familiares perdieron la vida

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Vista aérea de la zona del Jardín Botánico de Viña del Mar, Chile.
Vista aérea de la zona del Jardín Botánico de Viña del Mar, Chile.

(Desde Santiago, Chile) Tras los dantescos incendios que asolaron el fin de semana a la región de Valparaíso - y que hasta ahora dejan un saldo de 112 muertos y una proyección de más de 15 mil casas destruidas -, una de las pérdidas que ha causado mayor conmoción es la destrucción total del Jardín Botánico de Viña del Mar, una de sus principales atracciones turísticas.

Allí murieron trágicamente cuatro personas – la cuidadora y tres de sus familiares -, pero además ardieron alrededor de 1.300 especies de plantas, incluido el Toromiro, un árbol extinto originario de la Isla de Pascua.

“Lo principal es el dolor de haber perdido a la señora Paty y su familia. Ella era una funcionaria del área de Horticultura, encargada de producir las semillitas y estaba en su casa. No alcanzó a evacuar. Falleció la señora Paty, su mamá y dos nietos de la señora Paty. Eso es lo más doloroso”, dijo Alejandro Peirano, director del Jardín Botánico, al referirse al lugar que quedó -según sus propias palabras- en un 99% carbonizado.

En este parque - de unas 400 hectáreas y que recibía unas 200 mil personas al año -, era posible realizar una serie de actividades familiares al aire libre, pues contaba con sitios de picnic, quinchos, arriendo de bicicletas, canopy y senderos para hacer trekking. Además, existía una laguna artificial en la que vivían cerca de 50 especies de aves, algunas muy difíciles de observar en su entorno natural, junto con ejemplares de tortugas de orejas rojas.

En las últimas horas, desde el Jardín Botánico indicaron en sus redes sociales que algunas aves se salvaron del violento siniestro. “Sabemos que la mortandad de aves es tremenda en un incendios, sobre todo en las más pequeñas, pero esta noticia nos llena de esperanza. Si bien no es un porcentaje alto, sobrevivieron a las llamas”, publicaron en su cuenta oficial de Instagram.

“Esperamos que el jardín botánico se llene de vida con los meses, años y tal vez décadas que tardarán los bosques o ejemplares de lento crecimiento. A pesar de ello, estaremos entregando noticias positivas como las de esta imagen”, agregaron.

Así lucía el Jardín Botánico de Viña del Mar antes de arder completamente.
Así lucía el Jardín Botánico de Viña del Mar antes de arder completamente.

La extinción del toromiro

Sin embargo, una de las mayores pérdidas del recinto es la especie Sophora toromiro, más conocida sólo como Toromiro, un arbusto que crece hasta tres metros de alto nativo de la Isla de Pascua, lugar donde se encuentra extinto.

Esta planta, que alguna vez pobló densamente la isla, fue diezmada progresivamente al ser utilizada como materia prima para la fabricación de utensilios por la población nativa, sufriendo su mayor devastación con la introducción de ganado europeo en los siglos XVIII y XIX, en especial las ovejas, que se alimentaban de sus hojas y tronco. Sin tiempo suficiente para reproducirse, el último espécimen de Toromiro en Isla de Pascua murió en 1960.

Actualmente, el árbol sólo se encuentra en algunas colecciones particulares y unas pocas fundaciones que de dedican a la preservación de la naturaleza. Precisamente, el Jardín Botánico de Viña del Mar era uno de sus mayores reservorios en el mundo, con 149 plantas reproducidas en dos generaciones de Toromiro, y otras tres especies traídas directamente desde la Isla de Pascua poco antes de su extinción.

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