Chile combate por tercer día los incendios forestales más mortíferos de su historia reciente, con varios puntos ardiendo en la región de Valparaíso, mientras la cifra de muertos ya supera las 60 personas y tiende a crecer ante la devastación de barrios enteros, según sobrevivientes.
“Puedo tristemente confirmar que hay 64 muertos. Esa cifra va a crecer, sabemos que va a crecer significativamente”, dijo el presidente de Chile, Gabriel Boric, en Quilpué, zona de cerros poblados a unos 90 km al noroeste de Santiago.
En esa comuna, el equipo de la AFP ha registrado sectores de casas y automóviles carbonizados, donde el viernes miles de vecinos quedaron atrapados durante horas en el tráfico, tratando de escapar bajo una lluvia de brasas forestales.
En la ciudad de Viña del Mar, también en la región central de Valparaíso, las víctimas se descubren sin techo y buscan a vecinos y mascotas entre calles repletas de escombros quemados.
“Aquí no quedó ni una sola casa”, lamenta Lilián Rojas, una jubilada de 67 años que vivía cerca del Jardín Botánico de Viña del Mar, que desapareció por el fuego, contó a la AFP entre los escombros y cenizas del barrio.
Viña del Mar, a 120 km al noroeste de Santiago, ha sido de las zonas más castigadas por los peores incendios forestales que ha vivido Chile en su historia reciente.
“Es la tragedia más grande que hemos tenido desde el terremoto de 2010″, afirmó Boric, en referencia al sismo de magnitud 8,8, que fue seguido de un tsunami, ocurrido el 27 de febrero de 2010 y que dejó más de 500 fallecidos.
Un fuego veloz
Para describir la agresividad y rapidez con que se propagaron los incendios el viernes en la tarde sobre zonas pobladas, Rojas contó que el fuego los sorprendió en cuestión de minutos.
Veían humo de un foco lejano, se fue “un rato” a su habitación a ver televisión y cuando salió “a mirar afuera ya la gente estaba corriendo”, recordó.
“Yo salí de mi casa, cerré la puerta y me fui. Ya no supe más porque me fui al centro de Viña del Mar”, describió Rojas, mostrando su vestido rosa para apuntar: “Esto es ahora lo único que tengo”.
“El tiempo se detuvo, no sé si fue a las 4 o las 5 de la tarde (...) Nosotros tenemos una brigada forestal al lado, tenemos un grifo de agua, nunca lo ocuparon. No llegó bomberos, hasta que se consumió todo. No quedó ni una sola casa”, resumió el horror la jubilada, que vive con una pensión de 206.000 pesos, unos 228 dólares mensuales.
Vaguada contra el fuego
Las condiciones del clima de las últimas horas parecen dar una tregua “con una vaguada costera que permite enfriar el incendio”, dijo la ministra del Interior, Carolina Tohá, al referirse a un fenómeno típico en la costa del Pacífico, que produce mucha nubosidad, alta humedad y por ende disminución de la temperaturas.
“Las condiciones hoy son más propicias para las tareas de apoyo a las víctimas y contención de los incendios”, apuntó la ministra.
Al tercer día de la crisis de los incendios, el foco en Las Tablas, el más importante en los alrededores de Valparaíso sigue activo y “abarca un perímetro de 80 km”, dijo Tohá.
En toda la región, conocida por sus playas turísticas y producción vitivinícola, se encuentran desplegadas 17 brigadas de bomberos, 1.300 soldados y voluntarios civiles que ayudan a combatir las llamas, pero también a los damnificados que perdieron todo.
“Recen por Chile”
Los testimonios desgarradores de víctimas que perdieron casa y familia así como las imágenes de llamaradas cubriendo colinas pobladas en Viña del Mar, región de Valparaíso, llevaron al papa Francisco a referirse a esta catástrofe chilena.
Asomado a la ventana del palacio apostólico, el pontífice pidió rezar “por los muertos y heridos en los devastadores incendios en Chile”, tras el ángelus dominical en la plaza de San Pedro.
El Alto Representante de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, ofreció apoyo a Chile a raíz de este nuevo episodio de “devastadores incendios con numerosas víctimas mortales, recordándonos los estragos de la sequía y el clima”, indicó en un mensaje.
En la última década se han multiplicado los episodios de mega incendios forestales en Chile relacionados al clima extremo, a altas temperaturas, una sequía prolongada, construcción de viviendas en sitios no habilitados y un gran porcentaje por negligencia humana.
Una ola de calor con máximos de temperatura agobia estos días al Cono Sur americano, donde el fenómeno climático natural de El Niño se agudiza por el calentamiento global provocado por la actividad humana, según especialistas.
(Con información de AFP)