Otra jornada de crisis en Cuba: el régimen aplazó el aumento de la gasolina y continúan los apagones

El incremento del costo del combustible se enmarca dentro de un plan de ajuste para intentar estabilizar la economía cubana tras más de tres años de inestabilidad

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Un cubano deberá pagar 5.280 CUP (44 dólares) para llenar un tanque de 40 litros (REUTERS/Yander Zamora)
Un cubano deberá pagar 5.280 CUP (44 dólares) para llenar un tanque de 40 litros (REUTERS/Yander Zamora)

El régimen cubano anunció este miércoles que aplaza la subida de los precios de los combustibles en más del 400%, que entraría en vigor el jueves, por un virus informático.

En una inesperada intervención en la televisión cubana, el Ministerio de Economía (MEP) aseguró que el virus, que afectó la ciberseguridad de las gasolineras, proviene presuntamente del exterior de la isla.

“Las condiciones logísticas y las ventas de combustibles mantienen a los niveles que realizamos hasta el momento por tanto no va a haber una paralización en los servicios que brindamos de venta de combustibles”, aclaró la viceministra primera del MEP, Mildrey Granadillo.

Añadió que el régimen informará sobre la nueva fecha para la entrada en vigor del alza en los precios “cuando las condiciones estén creadas” sin especificar el día.

El incremento del costo de la gasolina y el diésel -y la puesta en marcha de gasolineras en divisas para los turistas- se enmarca dentro de un plan de ajuste para intentar estabilizar la economía cubana tras más de tres años de crisis.

Hasta antes del anuncio, Cuba estaba por quintuplicar los precios de los combustibles. La gasolina regular iba a pasar de los 25 pesos (CUP) actuales a 132 (de 0,21 dólares a 1,1, al cambio oficial para personas físicas).

Esto quiere decir que un cubano deberá pagar 5.280 CUP (44 dólares) para llenar un tanque de 40 litros, cuando el salario promedio estatal apenas supera los 4.200 CUP (35 dólares, al cambio oficial pero 14,5 en el extendido mercado informal).

La subida es una de las primeras medidas en implementarse dentro de un gran plan de ajuste anunciado por el régimen en diciembre, cuyo fin es dar un volantazo en el rumbo de la economía, que cerró 2023 con una caída del PIB de entre el 1 y el 2% y con un déficit fiscal proyectado para este año del 18,5%.

Además del incremento en los combustibles, el régimen cubano prevé subir las tarifas del transporte interprovincial hasta en un 600%; topará las pensiones máximas; aplicará un alza en otros servicios como la electricidad, el agua y los cilindros de gas licuado y sustituirá los subsidios universales a productos por ayudas específicas para personas vulnerables.

Estas medidas, según ha argumentado el dictador, Miguel Díaz-Canel, buscan corregir “distorsiones” en la depauperada economía insular. También ha asegurado que se trabajará para que nadie “se quede atrás”.

Ante las quejas y críticas en redes sociales y medios de comunicación independientes, el Gobierno ha asegurado que las medidas no forman parte de un “plan neoliberal” o de choque y defiende que se busca la recuperación económica.

Una mujer revisa unas notas con la luz de una lámpara durante un apagón en La Habana (Cuba), en una fotografía de archivo (EFE/Ernesto Mastrascusa)
Una mujer revisa unas notas con la luz de una lámpara durante un apagón en La Habana (Cuba), en una fotografía de archivo (EFE/Ernesto Mastrascusa)

Continúan los apagones

Cuba prevé apagones simultáneos en hasta el 22% del país este miércoles por averías y mantenimientos de las centrales eléctricas así como la escasez de combustible, según el informe diario de la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE).

Esta tasa de afectación es sin embargo la menor de los últimos cinco días, cuando el promedio se ha situado en torno al 33% de la demanda máxima. los cortes en el suministro afectan gravemente a las industrias y a los hogares.

Tras años con serias dificultades para asegurar el suministro -especialmente en los veranos de 2021 y 2022-, la situación energética se había estabilizado en los últimos meses, pero con el cambio de año se han registrado grandes caídas puntuales de la capacidad de generación.

La UNE, dependiente del Ministerio de Energía y Minas, calcula para el horario de mayor consumo, en la tarde-noche, una capacidad de generación eléctrica de 2.180 megavatios (MW) y una demanda máxima de 2.700 MW.

De esta forma, el déficit -la diferencia entre oferta y demanda- será de 520 MW y la afectación -lo que se desconectará realmente- alcanzará los 590 MW en el “horario pico”.

El sistema eléctrico cubano se encuentra en una situación precaria, evidente en los frecuentes fallos y roturas de sus obsoletas centrales terrestres, a causa de la falta crónica de inversiones y mantenimiento.

La falta de divisas del Estado también ha lastrado la importación de combustible, lo que afecta también a la producción energética, que depende de estos de forma mayoritaria.

(Con información de EFE)

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