(Desde Montevideo, Uruguay) - Cuando la diferencia de precios en la frontera entre Uruguay y Argentina alcanzaba sus máximos históricos, comerciantes de la zona se agruparon de diferentes maneras para pedir medidas de apoyo. Los empresarios le pedían al gobierno exoneraciones impositivas, que impulsara proyectos de ley para habilitar la micro importación y que regulara el precio de los combustibles. Desde diciembre, esos pedidos no son tan urgentes.
Las medidas de ajuste del nuevo gobierno de Argentina provocaron que los viajes masivos de uruguayos para hacer las compras cotidianas en el país vecino se detuvieran o, al menos, no continuaran en los niveles históricos que tuvieron en 2023. El intendente de Paysandú, Nicolás Olivera, aseguró en Radio El Espectador que el “detonante” de este freno fue el aumento de los precios de los combustibles en Argentina.
Esta detención se comenzó a notar desde finales de diciembre, aseguró a Montevideo Portal el director de Turismo de la Intendencia de Paysandú, José Manuel Galván. “Se notó en el mercado local que la gente se va menos y consume acá algunos servicios que hasta el mes pasado tenían una diferencia cambiaria mayor, como el caso del combustible”, describió.
Incluso los destinos termales –el sector turístico de Uruguay más afectado por la diferencia cambiaria– registraron en los primeros días del 2024 el doble de visitantes que en el mismo período de 2023.
En Río Negro –otro de los departamentos uruguayos vecinos de Argentina– la situación que se registra es similar. El director de Turismo de la intendencia, José Luis Perazza dijo que hubo un “cambio de humor” con las medidas que dispuso el presidente Javier Milei, que se empezó a reflejar cuando el dólar oficial aumentó de $400 a $800. “En las fiestas, los supermercados estaban repletos de gente. Eso dio la pauta”, declaró el jerarca al portal uruguayo.
El sector que más se benefició de esta situación fue el comercio minorista, aseguró. “En Fray Bentos, que estamos a 40 kilómetros de Gualeguaychú, la gente se iba a hacer las uñas, el pelo, se iba a tomar el té, a dar una vuelta, traer un surtidito, poner nafta. Se resintió todo, veníamos mal”, aseguró Perazza.
Lo que hubo en Argentina en diciembre fue una “corrección de algunos precios que estaban muy atrasados”, como los combustibles y el tipo de cambio oficial, explicó el economista Nicolás Cichevski, gerente de la consultora CPA Ferrere. Muchos de los productos, por tanto, se encarecieron y probablemente continúen en esa tendencia, proyectó el analista.
Cichevski opinó que las medidas de Milei están “bien orientadas”, pero advirtió que en el corto plazo esas decisiones son “recesivas” y harán “caer” a la economía argentina durante el primer semestre del año.
A principios de año, el comercio uruguayo de frontera sentía un alivio porque se achicaba la brecha cambiaria y los uruguayos volvían a comprar. El presidente de la Cámara de Comercio y Servicios, Julio Lestido, señaló que la diferencia de precios “no se revirtió” aún, pero que las firmas de la frontera “están vendiendo” sus productos.
El empresario dijo que se empezó a sentir el aumento del precio de la nafta y que, si bien la situación del país no estaba resuelta, se notaba “otro clima”.
“Se empieza a notar que la diferencia de precios es menor que el año pasado. No hay un aluvión de personas que van a comprar al vecino país medicamentos, productos de higiene personal, artículos de limpieza o para ir a la peluquería o festejar cumpleaños”, detalló Lestido.
Los supermercados de Uruguay, nucleados en la Asociación de Supermercados, también notan que el “efecto Argentina” se achicó por las “nuevas políticas de Milei”, según el titular de esa gremial, Daniel Menéndez.
Otro indicador que refleja esta tendencia en diciembre fue la balanza de ingresos y salidas que hubo. En Uruguay, hubo más de 800.000 ingresos –según las cifras de la Dirección Nacional de Migraciones–, un valor que permitió reducir la balanza turística negativa registrada durante el año.