(Desde Montevideo, Uruguay) - Tras un año marcado por la diferencia cambiaria entre Uruguay y Argentina, los empresarios y jerarcas del turismo uruguayo sabían que la temporada de verano estaría caracterizada por la ausencia de la clase media argentina, los principales visitantes del país. Anticipaban que los destinos que apuntaban a un nivel “premium” tendrían buenos resultados, mientras que los que se dirigían a otros segmentos de menor poder adquisitivo notarían las ausencias. Los datos primarios de la temporada parecen confirmar esos pronósticos.
Entre el 22 de diciembre y el 14 de enero, ingresaron a Uruguay algo más de 633 mil visitantes, según los datos de la Dirección Nacional de Migración. Esto no necesariamente implica que sean turistas –la información luego debe ser depurada por el Ministerio de Turismo (Mintur), al cotejarla con otras fuentes–, pero muestra una tendencia de la temporada.
Buena parte de ese total de personas ingresaron a Uruguay a través de los puentes internacionales de Paysandú (el 20%), Fray Bentos (29%) y Salto (14%). Un 15%, en tanto, lo hizo a través del puerto de Colonia.
En los balnearios del este uruguayo, la “ausencia de argentinos de clase media” se hace sentir, según declaró a El Observador el presidente de la Cámara Empresarial de Maldonado, Rolando Rozenblum. Si compara esta temporada con la del año pasado, el turismo “premium” fue “mejor y más caro”; el nivel “mediano” se comportó “estable”; al tiempo que el rango “barato” tuvo la peor performance, describió el representante empresarial.
Estos resultados se dan “principalmente por la ausencia de la clase media argentina”, indicó Rozenblum. “Por un lado, la ausencia se siente; y por otro, no satura el mercado. Generó una logística más fácil en la ciudad, no hubo colapsos importantes”, explicó.
Además, el presidente de la cámara empresarial sostuvo que hubo “un pico muy alto de brasileños de alto poder adquisitivo”, pero que se quedaron en el país durante un período más corto (hasta el 7 u de enero). Este público, agregó, copó los mejores servicios de Punta del Este.
Rozenblum destacó que lo que “salvó la temporada” fue la cantidad de extranjeros que viven en Maldonado durante el año. El empresario los estimó en 50.000 y aseguró que en su mayoría son argentinos, aunque las cifras oficiales se conocerán cuando se difundan los datos del Censo 2023.
El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Punta del Este y Maldonado, Javier Sena, estimó en El País que llegaron a Punta del Este un 65% de los argentinos en relación a la temporada anterior y afirmó que la cantidad de brasileños aumentó en relación con el año pasado.
Este empresario aseguró que la gastronomía “se movió mejor” en los primeros días al tiempo que la hotelería de cuatro y cinco estrellas mejoró “un poco” en relación al 2023. Si se compara con la temporada 2017, “hay más gente” pero “están gastando menos”, aseguró.
Estas percepciones se confirmarán (o no) cuando el Mintur difunda las cifras oficiales de la temporada, algo que acostumbra a hacer después de la semana de Turismo.
En Rocha, en tanto, el movimiento “cayó abruptamente” después del 7 de enero, según declaró al diario uruguayo el representante de la Cámara Inmobiliaria del departamento, Ricardo Pereira.
“Los brasileños desaparecieron prácticamente, quedan muy pocos. También se notó la falta de argentinos. No hubo público que compensara esa pérdida. Hace años viene decayendo y el público local no compensa, ya que viene por pocos días, sumado a que con la diferencia de cambio salen a veranear afuera”, aseguró Pereira.
La presidenta de la Cámara de Turismo de Uruguay, Marina Cantera, estimó en Búsqueda que algunos destinos como La Paloma (Rocha) y Piriápolis (Maldonado) sentirán más la falta de la clase media argentina que suele visitar esos balnearios en esta etapa de la temporada.