(Desde Montevideo, Uruguay) - El argentino Nicolás Rocca circulaba a una “velocidad inadecuada y excesiva” en su Volkswagen Nivus por la ruta 104 de Uruguay, se cruzó de senda y se interpuso en la trayectoria de un Ford Ka. La maniobra produjo un accidente de tránsito en el que murieron Josefina Ferrero –la conductora del otro vehículo– y Milagros Trinidad, que viajaba en el asiento del acompañante. La mujer intentó evitar el choque con un volantazo, pero no lo consiguió.
Poco más de un año después, el fiscal del caso, Sebastián Robles, tiene avanzada la investigación y decidida la pena que pedirá para Rocca.
Tras el accidente, la Justicia había imputado al argentino por delitos de homicidio y lesiones graves y la jueza ordenó que el hombre permanezca en prisión preventiva por 120 días, que está cumpliendo en el domicilio producto de los problemas de salud que acreditó la defensa, informó Montevideo Portal.
El plazo para que se lleve adelante el juicio oral y público vence el 16 de febrero. En esa instancia, el fiscal Robles pedirá que Rocca sea enviado a prisión con una pena de ocho años, un período al que se le deberá descontar el tiempo de la prisión preventiva.
Los peritos que reconstruyeron los hechos coincidieron en que el vehículo que conducía Rocca comenzó a irse hacia la banquina en una curva. Él giró el volante para evitar el choque, pero se cruzó de carril e impactó con el Ford Ka. Los informes, además, descartaron que hubiera algún problema en la ruta o en la mecánica de los autos y concluyeron que el clima se encontraba en perfectas condiciones al momento del accidente.
En ese tramo, la velocidad máxima permitida es de 40 kilómetros por hora, pero ambos vehículos circulaban por encima de ese límite: el Ford Ka lo hacía a 64 km/h y el Volkswagen Nivus se desplazaba entre los 46 km/h y los 85 km/h.
Pero pese a que el fiscal tiene definido el tiempo de condena definitiva que pedirá, la defensa de Rocca presentará a la justicia una nueva pericia realizada por expertos argentinos y estadounidenses. Su abogado, Ignacio Durán, informó a El Observador que el nuevo estudio buscará demostrar que con los datos de la pericia oficial “no se puede concluir que el auto que invadió” fue el de su defendido. El defensor señaló que es “imposible” asegurarlo por la forma en que quedaron los vehículos y las mediciones.
El reporte de Accidentología Vial tuvo, a su entender, “muchos errores y muy llamativos”. “Los peritos nos decían que es una prueba totalmente atacable por lo incompleta y poco profesional que es, con poco rigor científico”.
Durán indicó que es posible que el caso termine en una negociación entre las partes pero aclaró que Rocca “no quiere asumir una responsabilidad que entienden que no tiene”, por lo que se llegará a la instancia judicial.
En el Ford Ka también viajaban otras dos jóvenes que resultaron con heridas de gravedad. El abogado de una de ellas, Jorge Barrera, declaró a Montevideo Portal que el fiscal “ya está en condiciones de presentar formalmente la acusación” y destacó que durante este tiempo se diligenciaron “una serie importante de evidencias que se transformarán en prueba” cuando comience el juicio oral y público.
La pericia toxicológica, a su vez, determinó que los conductores de ambos vehículos habían consumido drogas. Rocca tenía alcohol en sangre (0,10 fue lo que marcó la espirometría) y además se detectó la presencia de metanfetamina y morfina, que fue aplicada durante la internación. Ferrero, en tanto, había consumido cocaína, metanfetamina, ketamina, éxtasis y cannabis antes de protagonizar el accidente.
En uno de los vehículos, a su vez, se encontraron dos paquetes de cocaína rosa –conocida como Tusi–, aunque el acta de la policía no precisó en cuál de los dos estaba.