La intensa ola de violencia y posterior crisis de seguridad que se desató en todo Ecuador está a punto de cumplir una semana. Gracias a la movilización de las Fuerzas Armadas y el rápido accionar de las autoridades, lideradas por Daniel Noboa, ya se han arrestado a 859 criminales -94 de ellos terroristas- y se abatió a, por lo menos, otros cinco.
Sin embargo, la Policía sigue trabajando por recuperar el control de las cárceles y rescatar a los agentes penitenciarios que quedaron rehenes de los criminales y sus motines.
En un primer momento, al estallar el conflicto, se había difundido una primera cifra: 139 oficiales. Sin embargo, con el correr de las horas, el número se actualizó y subió a 178, y acabó por plantarse en 170 -en Esmeraldas, Latacunga, Ambato, Azogues, Cuenca y Loja- tras conseguir la liberación de ocho de ellos y la restauración del orden en un séptimo penal. Sin embargo, hoy con mediación de la Iglesia se logró primero la liberación de 11 funcionarios en Esmeraldas y, más tarde, de otros 30. Según precisó el SNAI, de los 41, 24 eran servidores del Cuerpo de Seguridad y Vigilancia Penitenciaria mientras los restantes 17 eran miembros del personal administrativo.
También informó que en estos operativos, un guía penitenciario murió y otro resultó herido en la prisión de la provincia de El Oro, tras un enfrentamiento armado con los reclusos, y en Loja un oficial se escapó de los captores y “personal de las Fuerzas Armadas lo identificó y brindó ayuda inmediata”.
Ahora, el nuevo balance final de retenidos es de 136, tres de ellos, empleados administrativos.
Estas personas permanecen en un clima hostil y sus familias viven estos días con gran incertidumbre ya que se conocieron videos en los que se los ve arrodillados, esposados y hasta amenazados con cuchillos, siendo obligados a leer mensajes en los que se exige al Gobierno que no traslade a los criminales a cárceles de máxima seguridad.
Fuera de estas pruebas, el Servicio Nacimiento de Atención Integral para las Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI) se negó a dar detalles sobre su estado o condición.
“Estamos preocupados y con impotencia. Han pasado varios días y no sabemos qué está pasando con nuestros compañeros. No sé por qué no ingresan para resguardar sus vidas. Las familias están apostadas afuera de los centros sin saber si están vivos o heridos. Es un abandono, un atropello”, dijo Carlos Ordóñez, vicepresidente de la Asociación de Servidores Penitenciarios de Ecuador.
La entidad presentó una acción constitucional de protección por garantías a la integridad física y psicológica de los retenidos, que se sumó al pedido de medidas cautelares ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. “Ellos fueron retenidos en sus propios lugares de trabajo y la máxima autoridad no ha dicho ni ha hecho nada”, agregaron desde la Asociación.
A pesar de esta angustiante situación, Noboa se mantiene firme en su lucha contra las pandillas e insiste en que no se negociará, incluso a pesar de la presión que estos criminales intenten ejercer.
“Ellos mismos difunden imágenes para aterrorizar a la ciudadanía y para ver si pueden doblegar al Presidente de la República, cosa que no va a suceder. Estamos haciendo todo el esfuerzo para recuperar a todos los rehenes”, dijo recientemente en una entrevista radial y agregó que sabe que “es difícil, es duro” y “me solidarizo con las familias” pero, lamentablemente, “estamos en un estado de guerra y no podemos ceder ante estos grupos terroristas”.
Asimismo, días atrás, el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Jaime Vela, había declarado que “el SNAI tiene que hacer su trabajo para que pueda seguir liberando a los rehenes” y descartó cualquier tipo de acuerdo con los terroristas: “Aún persisten ciertos grupos que quieren ejercer presión a la que nosotros no vamos a ceder”.
Por otro lado, el mandatario presentó la víspera una propuesta para poder fortalecer la seguridad del país y avanzar con esta guerra. Puntualmente, Noboa busca subir el IVA del 12% al 15% ya que, aseguró, “debemos tomar medidas duras, económicas, y debemos estar alineados porque una guerra cuesta, y cuesta dinero”.
De todas formas, la iniciativa no afectaría a los alimentos de primera necesidad o a los de la canasta básica, ni a la salud, la educación y el transporte y, aún así, permitiría recaudar cerca de USD 1.300 millones.
(Con información de AP)