Madre e hija tenían una peluquería pero hacían cirugías estéticas y mataron a una mujer: las condenaron a 17 años de cárcel

Ocurrió en Santiago de Chile. Las dos mujeres fueron sentenciadas por homicidio simple, ejercicio ilegal de la profesión y lesiones graves a casi 50 pacientes

Madre e hija tenían una clínica clandestina que funcionaba con patente de peluquería.

(Desde Santiago, Chile) El Tercer Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago sentenció a 17 años de presidio efectivo a Teresa Elena Díaz Stevens (75) y a su hija Mónica Teresa Flores Díaz (54), como autoras de los delitos consumados de homicidio simple, uso malicioso de instrumento público, lesiones graves y ejercicio ilegal de la profesión de médico cirujano.

Según acreditó la fiscalía, los delitos fueron cometidos entre 2017 y febrero de 2022, en la comuna de Las Condes, Santiago, según informó este jueves una nota de prensa del Poder Judicial.

En fallo unánime, el tribunal condenó además a un tercer involucrado, hijo también de quien aparentemente era la líder de este grupo: se trata de Jorge Mario Flores Díaz (51), quien fue condenado a 818 días de reclusión y el pago de una multa a beneficio fiscal de 6 UTM, como autor del delito consumado de ejercicio ilegal de la profesión de médico cirujano, cometido entre 2015 y 1 de febrero de 2022.

Los tres miembros del grupo familiar eran dueños del centro “Estética Integral”, que funcionaba con patente de peluquería y sin resolución sanitaria. El local, que ya había sido clausurado en 2019, seguía operando pese a las denuncias por complicaciones de salud realizadas por varias víctimas.

El grupo ofrecía en redes sociales servicios como inyecciones con ácido hialurónico, levantamiento de glúteos y liposucción, sin contar con los títulos e implementos necesarios para estas intervenciones. En ese lugar, en febrero del 2022, Leslie Vergara (32) murió tras someterse a una intervención estética de aumento de glúteos. En la cirugía, la silicona inyectada entró por una de las venas de la víctima.

Leslie Vergara tenía 32 años cuando murió producto de un levantamiento de glúteos hecho con silicona.

La muerte de Leslie

“Llegué a la clínica con Jorge Flores y me encontré de frente con Mónica Flores y Teresa Díaz y les pregunté qué pasó con mi amiga. Ahí ellos se callaron, me miraron y movieron la cabeza. Me dijeron que le había dado un paro cardiorrespiratorio y que no había alcanzado a llegar a la clínica. Cuando me dijo eso, se me vino el mundo encima, me desesperé”, dijo una testigo llamada Javiera, amiga de Leslie.

“Mónica Flores y su mamá se presentan como médicos cirujanos que saben realizar los procedimientos, que tienen los cursos y todo lo requerido”, agregó.

Otra de las víctimas indicó: “Llevo más de cuatro operaciones tratando de sacarme lo que ella me inyectó. Me abrieron la nariz para sacarlo, porque me inyectó metacrilato, algo que se adhiere a la piel”.

El tribunal dio por acreditado que, alrededor de las 20:30 horas del 1 de febrero de 2022, la víctima, Leslie Scarlete Vergara Pavez “(…) se dirigió al domicilio ubicado en calle Padre Errázuriz N° 8070, comuna de Las Condes, con el objeto de realizar una intervención para el aumento de sus glúteos por medio de inyecciones de colágeno. En dicho lugar recibe la actividad de Teresa Díaz Stevens y Mónica Flores Díaz quienes actuando con dolo y ejerciendo ilegalmente la profesión de médico cirujano, mediante una veno punción inyectan en su glúteo derecho una sustancia que correspondería a polidimetilsiloxano, también llamado silicona, la que finalmente y a los pocos minutos le genera la muerte, siendo la causa del fallecimiento un infarto pulmonar, embolia pulmonar por cuerpo extraño”.

El tribunal también estableció que en el periodo comprendido entre 2015 y 2022, los hermanos Flores Díaz y su madre, Teresa Díaz Stevens, “(…) en el domicilio ubicado en calle Padre Errázuriz número 8070, comuna de Las Condes, ejerciendo ilegalmente la profesión de médicos cirujanos, realizaban intervenciones o tratamientos para el aumento de los glúteos por medio de inyecciones con sustancias, que señalaban se trataba de ácido hialurónico o colágeno, sin embargo, estos tratamientos provocaron reacciones adversas y problemas de salud en un gran número de víctimas».

Desde el 2015, los imputados supuestamente titulados de Medicina General en la Universidad de Tarapacá, operaron a 48 mujeres, provocando problemas de salud en la mayoría de ellas, sobre todo por filtraciones en implantes.

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