Una alerta de bomba desató el jueves una fuerte movilización de la policía en un céntrico sector altamente concurrido en Quito, capital de Ecuador, aunque las autoridades dijeron que no se trató de un artefacto explosivo, en medio de una escalada de violencia que mantiene en vilo al país sudamericano.
Mientras tanto, la policía informó que en una ciudad de la Amazonía ecuatoriana un incendio en una discoteca aparentemente provocado dejó al menos dos fallecidos y nueve heridos.
El clima de incertidumbre y amenazas se produce en medio de un estado de emergencia y de conflicto armado interno decretado por el presidente Daniel Noboa, con lo cual intenta enfrentar la desbordada violencia impulsada por parte del crimen organizado. Estas medidas permiten una mayor acción de las fuerzas armadas para combatir la violencia.
Los capitalinos amanecieron con la alerta que una mochila con un supuesto artefacto explosivo había sido colocada en un basurero en la zona del Playón de la Marín, cercana a una estación de transporte público, pero tras la inspección de unidades antiexplosivos se descartó que fuese una bomba, en medio del temor de los ciudadanos.
La zona repleta de locales comerciales fue acordonada mientras equipos especializados de la policía con trajes de protección realizaron los procedimientos para efectuar una eventual “explosión controlada”, mientras que la gente había sido evacuada al menos a una distancia de 50 metros. El sistema de transportación y el tránsito peatonal fue restringido momentáneamente en el área.
El sistema de video vigilancia del ECU911 alertó que un hombre había dejado la maleta “en la parada más importante” de la zona, donde circulan a diario unas 30.000 a 50.000 personas, dijo el coronel Germán León, jefe del distrito centro de Quito en declaraciones a The Associated Press.
Según el comandante, luego de que las unidades especializadas determinaron que la maleta “no contenía nada”, la dinámica del centro --donde existe un alto flujo comercial-- retornó a la “normalidad”.
En medio del ambiente de temor que vive el país y la ciudad, el jefe policial precisó que “nos hemos replanteado estrategias” y que trabajan en grupos de entre 10 a 12 agentes técnicos y operativos en un esfuerzo por garantizar el orden y la seguridad ciudadana.
Mientras tanto, en la ciudad del Coca un incendio “provocado” en una discoteca por sujetos que no han sido identificados y que se extendió en 11 locales dejó al menos dos personas fallecidas y nueve heridas, confirmó la policía en un chat de periodistas.
El flagelo afectó 11 locales, agregó el reporte, y señaló que se activó un protocolo de seguridad en la casa de salud a la que fueron trasladados los heridos. El hecho es investigado y se busca a los responsables, se indicó.
La víspera, al menos cinco hechos similares ocurrieron en diversos sectores de la capital con la colocación de explosivos en al menos dos vehículos, un puente peatonal y cerca de una cárcel, los cuales no dejaron víctimas o heridos pero sí daños materiales, según confirmó la policía.
Entretanto, unos 139 agentes penitenciarios y servidores administrativos permanecen retenidos desde el lunes en cinco cárceles del país, de acuerdo con la información proporcionada la víspera por el organismo que controla las prisiones. Un gremio que agrupa a los funcionarios pidió la víspera que se garantice “su integridad física y psicológica”, mientras que las autoridades afirman que procuran lograr su liberación.
(Con información de AP)