(Desde Montevideo, Uruguay) - La madrugada del domingo 7 en los alrededores de la Plaza Independencia, cerca de la casa de gobierno, fue violenta. Varios de los que salieron a bailar a boliches de la Ciudad Vieja, el barrio histórico de Montevideo, terminaron en una de sus avenidas principales en medio de peleas que terminaron con heridos, detenidos y los disparos de munición no letal por parte de la Policía, que buscó dispersar la multitud.
Hubo una serie de desórdenes en esa zona capitalina que involucraron a grupos de jóvenes. La policía registró en el parte policial que por esas tempranas horas hubo una “aglomeración generalizada” en las calles de Montevideo, que se fue dispersando con la presencia de los efectivos policiales. Cuando el tumulto se disipó, los efectivos vieron que un hombre se acercó a otro, le dio un golpe de puño y lo dejó tirado en el suelo. Cuando este ya estaba rendido, continuó pegándole, informó El País.
El agresor fue detenido y trasladado hasta la sede policial, al tiempo que la víctima fue llevaba hasta el sanatorio Maciel, el hospital público más cercano. Se le diagnosticó allí traumatismo encéfalocraneano sin pérdida de conocimiento.
Minutos después, los incidentes volvieron. La Policía constató que hubo otro “desorden generalizado” por parte de las mismas personas que estaban reunidas en la plaza. Intentaban agredirse entre ellos, se comenzaron a apedrear y lanzaron botellas. Fue ahí que la Policía tuvo que intervenir con cinco disparos de munición menos que letal, para que la multitud se dispersara.
Después de eso, en una calle cercana, la Policía volvió a registrar disturbios de personas que llevaban varias piedras en manos. Uno de ellos fue detenido.
Tras este fin de semana violento, la Policía decidió que aumentará el patrullaje en el Centro de Montevideo y en su barrio histórico, entre las cuatro y la siete de la mañana. La decisión se tomó tras una reunión entre el Ministerio del Interior, la Intendencia de Montevideo y el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU).
El jefe del Estado Mayor de la Policía, Richard Cabral, dijo en rueda de prensa que hará una “intervención” para “frenar” estos episodios de enfrentamientos entre jóvenes y que se hará un “operativo de saturación” en la zona. Los trabajos estarán centralizados a la hora de cierre de los boliches.
El rol de la Intendencia de Montevideo será enviar el listado de los locales bailables del Centro y la Ciudad Vieja que están habilitados para que la Policía pueda “recertificar” los estudios de seguridad. “Iremos junto a ellos y evaluaremos todos los locales bailables”, detalló.
El comisario mayor Franco Zenone, del Ministerio del Interior, declaró a El País que desde mediados de noviembre se viene incrementando la presencia de la policía en la zona. Contó, además, que la Policía realiza un monitoreo mediante el sistema de videovigilancia, lo que permite una actuación inmediata. La Policía destinó más custodia para brindarle seguridad a los inspectores de la intendencia y el INAU, quienes deben fiscalizar esos locales bailables para certificar que se están cumpliendo las normas.
La alcaldesa de la zona, Silvia Pissano, declaró al noticiero VTV Noticias que “en general hay un aumento de la violencia en la Ciudad Vieja” y cuestionó el accionar del gobierno.
“En el período anterior se había solucionado a partir del sistema de cámaras, había habido una reducción de un 63% de la violencia en el barrio. Hoy sabemos, en el diálogo con el Ministerio del Interior, que no tienen el personal suficiente para que se pueda actuar preventivamente. No hay nadie detrás de ese sistema de cámaras que esté controlando”, comentó.