No era fentanilo la droga incautada a argentinos en Uruguay pero advierten que su ingreso es “muy fácil”

La Junta Nacional de Drogas está en alerta por esta sustancia, pero confía en que en el país no habrá un gran consumo del potente opioide

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Tres argentinos fueron condenados por
Tres argentinos fueron condenados por tráfico de drogas en Uruguay (Ministerio del Interior)

(Desde Montevideo, Uruguay) - Entre los 33 kilos de cocaína que trasladaban tres argentinos por las rutas uruguayas no había fentanilo. Esta era una confirmación esperada por las autoridades luego de que análisis primarios indicaran que los ciudadanos viajaban con muestras de ese potente opioide, conocido como la “droga zombie” por los estragos que causa en Estados Unidos.

El Instituto Técnico Forense era el encargado de hacer el análisis final sobre el contenido de estos envoltorios y su informe, entregado a Fiscalía, descartó la presencia de la sustancia, informó el noticiero Subrayado de Canal 10.

Los argentinos fueron detenidos el viernes 5 en la ruta 1, a la altura del departamento de San José. Viajaban en dos autos que durante el 2023 habían tenido movimientos sospechosos, al seguir caminos similares a los que transitan quienes ingresan droga al país. Ese dato motivó una persecución de la policía, que los detuvo tras eludir maniobras evasivas en la ruta y corridas campo adentro.

En los vehículos había dinero en efectivo, tres celulares y droga contenida en 31 ladrillos de cocaína y tres pequeños envoltorios. En uno de estos paquetes, que eran una especie de muestra, se sospechaba que había fentanilo.

Un estudio preliminar encontró ciclopentilo
Un estudio preliminar encontró ciclopentilo fentanilo en la droga incautada en Uruguay (@cabezamartini)

Si bien esta posibilidad quedó descartada, el secretario de la Junta Nacional de Drogas, Daniel Radío, dijo este jueves en El Observador que el ingreso de la potente droga al país “es muy fácil” ya que “los volúmenes que se necesitan son muy escasos” por los efectos que causa la sustancia. “Cuando hablás de cocaína, hablás de gramos; cuando hablás de morfina, hablás de miligramos y cuando hablás de fentanilo, hablás de microgramos”, explicó.

Sin embargo, el jerarca aclaró que hay razones para creer que en Uruguay no habrá un gran consumo de esta droga. El fentanilo es, como la heroína, un opioide que genera el efecto contrario a la cocaína: en lugar de euforia, causa somnolencia. En Uruguay, el mayor consumo es de cannabis, pasta base, cigarros y alcohol. El uso de la heroína es nulo, explicó Radío al ser entrevistado en el diario uruguayo.

El perfil de los consumidores de Uruguay también sostiene esta hipótesis de que en el país un eventual consumo del fentanilo no será masivo. “Se puede usar de muchas maneras. Pero es verdad que no hay hábito de uso de inyectable en Uruguay. De hecho, la heroína no se usa más”, insistió Radío.

AFP
AFP

El problema es la posibilidad de que se utilice adulterando otras sustancias para, a partir de ahí, generar la adicción, que los narcos puedan hacer eso y que pudiera generar que la gente lo busque consumir, pero es improbable”, aseguró el secretario de la Junta de Drogas uruguaya.

Radío había explicado en el programa En perspectiva el martes que el crecimiento del consumo de la droga fue parte de un “contexto histórico particular” porque un laboratorio promovió sustancias adictivas. Cuando se conoció públicamente esta práctica ilegal y se iniciaron los controles, ya había un “montón” de adictos. Adquirir las sustancias del laboratorio fue cada vez más difícil y las personas comenzaron a comprar la heroína, pero hubo problemas de stock. “Ahí fue que los narcos introdujeron el fentanilo”, narró.

En Uruguay existe el Sistema de Alerta Temprana, un mecanismo de coordinación entre organismos del Estado en el que se analiza de forma permanente las sustancias que ingresan a Uruguay y sus posibles nuevos usos. Cuando ven que existe un riesgo, se emite una alerta pública.

En Uruguay el fentanilo es, junto a la morfina, el opioide más recetado por los médicos y es suministrado en los centros de salud para el tratamiento del dolor. En 2022 se consumieron algo más de 23 mil gramos de morfina y 341 gramos de fentanilo, según los datos oficiales del Ministerio de Salud Pública.

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