(Desde Santiago, Chile) Una fuerte controversia sacude por estos días al gobierno de Gabriel Boric, tras revelarse una serie de reuniones que sostuvieron diversas autoridades de su gabinete con parlamentarios de todos los colores politicos y conspicuos empresarios, en el domicilio del reconocido lobbista Pablo Zalaquett (UDI), las cuales no fueron registradas en la plataforma de Ley de Lobby como indica la ley.
Aunque dichas reuniones se habían mantenido en secreto, la semana pasada el medio de investigación periodística Ciper destapó los nombres de algunos participantes y, cual bola de nieve, con el paso de los días fueron apareciendo otros “invitados”, todo en medio de críticas transversales.
Hasta ahora los seis miembros del Gobierno que asistieron a las citas organizadas por Zalaquett - exalcalde de Santiago -, son la ministra del Interior Carolina Tohá; la ministra del Trabajo, Jeannette Jara; el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela; la ministra del Medioambiente, Maisa Rojas; el ministro de relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren y el ministro de Economía, Nicolás Grau, según explicó radio Bío Bío.
Por otra parte, algunos conspicuos participantes del mundo empresarial en estas citas fueron Ricardo Mewes, presidente de la CPC; Óscar Hasbún, vicepresidente de la Sofofa y ejecutivo del Grupo Luksic; Andrés Trivelli y Andrés Bulnes, de Larraín Vial; Jaime Munita y Juan Carlos Chomalí, de AFP Capital; y Andrés Merino, de AFP Provida.
Cabe consignar que si bien la mayoría de los participantes han reconocido los encuentros, muchos de ellos han evitado dar nombres y detalles de quiénes estuvieron presentes en dichas reuniones.
Pero no solo ministros del gobierno de Boric se han visto involucrados, pues la polémica salpicó también a parlamentarios como la senadora y presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, y el diputado de la misma colectividad y presidente de la comisión de Trabajo, Juan Santana.
Consultado al respecto, Santana dijo haber cometido solo un “error político” y aseguró que la reunión con los dirigentes de las AFP (Asociación de Fondos de Pensiones) no significó un cambio de posición de su parte, sino que solo fue de carácter informativo.
Al respecto, el lobbista Pablo Zalaquett justificó en un comunicado de prensa los controvertidos encuentros en su casa, señalando que “nacen de la preocupante polarización y distancia que vio entre distintos actores del mundo político, económico y social. Con el fin de acercar y humanizar la relación entre dos mundos que no estaban conversando”.
Boric defiende reuniones
Las primera en salir a dar explicaciones fue la ministra Jeannette Jara, quien sostuvo que “precisamente en virtud de las reacciones que han habido con posterioridad, uno siempre pudo haber hecho las cosas mejor. En mi caso, lo que yo puedo decir es que soy una persona que tiene experiencia y para nosotros ha sido algo que no requería dicho registro”.
De la misma opinión fue el ministro Nicolás Grau, quien aseguró que la reunión en la que participó con empresarios salmoneros en casa del exalcalde no transgredió la legislación.
Finalmente, fue el propio presidente Gabriel Boric quien tuvo que salir a poner paños fríos, asegurando que en este caso no ha habido un incumplimiento de la ley. Recalcó que durante su mandato se va a “dialogar hasta que duela para sacar adelante todos los acuerdos que vayan en beneficio del pueblo de Chile”.
Camila Vallejo, ministra vocera de gobierno, también se refirió al tema señalando que “la ley obliga a registrar reuniones que tienen por finalidad obtener una decisión, es decir, para incidir en decisiones de la autoridad” y que “ninguna de estas reuniones tuvo por objeto incidir en una decisión de las autoridades”.
Otros asistentes
Sin embargo, los ministros de Boric no son los únicos cuestionados por haber participado de dichas reuniones. Este lunes se sumaron el diputado y presidente de la DC, Alberto Undurraga, el senador y también timonel de RN, Rodrigo Galilea, junto a su colega del PPD, Jaime Quintana.
Según Undurraga, la cita junto a Galilea y Santana fue para abordar la reforma a las pensiones con empresarios, de los cuales no hay registro.
Dicho encuentro fue severamente criticado por miembros de Renovación Nacional. El diputado Andrés Celis, cuestionó duramente a Galilea, dirigente de su propia colectividad, quien salió a reconocer el encuentro solo después que Undurraga lo delató.
El senador Quintana, por su parte, justificó su presencia apuntando a que “es muy normal que a un presidente de partido lo inviten a exponer sobre escenarios políticos. No le veo nada malo, pues no existe conflicto de interés alguno (…). A mí me pareció de lo más natural, porque no es el primer encuentro de este tipo al que he ido”.
“Lo único que se abordó de forma genérica fue que tenemos que resolver el tema de las pensiones. Pero a mí no se me pidió ningún compromiso, ninguna gestión. ¿Entonces qué debo publicar? Nada. Y si me vuelven a invitar, volvería a ir”, aseveró el timonel del PPD en entrevista con La Tercera.
Durante la jornada también se supo que los senadores de Demócratas, Ximena Rincón y Matías Walker, también asistieron a las citas en el domicilio de Zalaquett.
Rostros de la oposición
En paralelo, desde la oposición también comenzaron a saltar nombres. Uno de ellos fue el del diputado Francisco Undurraga, jefe de bancada de Evópoli, quien también reconoció una reunión en la casa de Zalaquett en los días del plebiscito constitucional.
“El exalcalde Zalaquett me invitó a su casa a hablar del proceso constituyente”, afirmó, agregando que habían “más actores políticos” en dicha instancia. Eso sí, se negó a decir a quiénes se refería.
Por otra parte, el diputado Guillermo Ramírez, jefe de bancada de la UDI, indicó que participó de una charla sobre las AFP que no fue inscrita por Ley de Lobby, pero aclaró que fue expositor.
“Dicho lo anterior, creo importante separar la paja del trigo. Una charla es una charla; un conversatorio es un conversatorio; un debate es un debate; el lobby es un lobby. Como parlamentarios tenemos la obligación, cuando tenemos una conversación en la que una persona intenta influir sobre nosotros por un proyecto de ley que estamos discutiendo, de informar a través de la Ley del Lobby y este no fue el caso”, dijo.