“Democracia intacta”: Lula da Silva conmemora el asalto a Brasilia en su primer aniversario

El presidente reunirá a las autoridades del país en la sede del Congreso para recordar el asalto de manifestantes de extrema derecha a las sedes de los tres poderes en Brasilia, del que acusa a su predecesor Bolsonaro, investigado como posible instigador

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Luiz Inacio Lula da Silva (Europa Press/Contacto/Bernd Elmenthaler)
Luiz Inacio Lula da Silva (Europa Press/Contacto/Bernd Elmenthaler)

“Democracia intacta”: Lula marcó este lunes bajo este título el primer aniversario del asalto de manifestantes de extrema derecha a las sedes de los tres poderes en Brasilia, del que el presidente acusa a su predecesor Bolsonaro, investigado como posible instigador.

“No hay perdón para quien atenta contra la democracia (...) El perdón sonaría como impunidad e impunidad como salvoconducto para nuevos actos terroristas en nuestro país”, añadió.

El veterano izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva renuió a las autoridades del país en la sede del Congreso para “recordar el intento de golpe de Estado” que sufrió hace un año.

El 8 de enero de 2023 miles de simpatizantes de Jair Bolsonaro, disconformes con la victoria en las urnas de Lula, irrumpieron en el palacio presidencial, el Congreso y la corte suprema, destrozando a su paso mobiliario y obras.

Clamaron por una intervención de las fuerzas armadas para deponer a Lula, una semana después de asumir el poder por tercera vez.

“Creo que hay un responsable directo, que planeó todo eso y que, cobardemente, se escondió y salió antes de Brasilia. Fue el ex presidente de la República”, dijo Lula en entrevista el viernes al diario Metropoles.

Bolsonaro, que estaba en Estados Unidos el día de los ataques, “salió y dejó a sus subalternos cumplir” con lo planeado, añadió el mandatario. Su predecesor es investigado por la justicia como posible instigador y autor intelectual de los ataques.

Una imagen combinada muestra a partidarios del ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, manifestándose contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, frente al Congreso Nacional de Brasil en Brasilia, Brasil, el 8 de enero de 2023 (arriba) y a turistas que visitan el Congreso Nacional de Brasil, casi un año después  (REUTERS/Adriano Machado)
Una imagen combinada muestra a partidarios del ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, manifestándose contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, frente al Congreso Nacional de Brasil en Brasilia, Brasil, el 8 de enero de 2023 (arriba) y a turistas que visitan el Congreso Nacional de Brasil, casi un año después (REUTERS/Adriano Machado)

De los 2.170 detenidos por la asonada, hasta ahora una treintena fueron condenados a penas de hasta 17 años de cárcel por delitos como intento de golpe de Estado.

La policía informó que realizó este lunes una nueva fase de la operación contra responsables de la asonada para identificar a financiadores e instigadores. La fuerza cumple 46 órdenes de allanamiento y una de detención en el país.

“Artimaña de la izquierda”

El ex mandatario niega toda responsabilidad personal o de sus simpatizantes. Bolsonaro afirmó el sábado que la invasión y depredación de las sedes de poder fue una “artimaña” de la izquierda.

Los manifestantes fueron a Brasilia convocados por “medios sociales que no son los nuestros” para un acto que “repudiamos desde el inicio”, dijo el ex mandatario a CNN Brasil.

“Ese nunca fue el comportamiento de personas de derecha (...) Aquello fue una artimaña por parte de la izquierda”, agregó y rechazó que hubiese habido un intento de golpe de Estado.

La asonada del 8 de enero fue el colofón de un periodo de máxima tensión en Brasil, fracturado entre dos visiones de sociedad completamente opuestas.

Los partidarios de Bolsonaro (arriba) y una persona cruza la misma calle entre el Congreso Nacional y el Palacio de Planalto, casi un año después  (REUTERS/Ueslei Marcelino)
Los partidarios de Bolsonaro (arriba) y una persona cruza la misma calle entre el Congreso Nacional y el Palacio de Planalto, casi un año después (REUTERS/Ueslei Marcelino)

En el primer año de Lula, no obstante, un clima de apaciguamiento aparente se instaló en Brasil, en especial después de que Bolsonaro fuera inhabilitado políticamente durante ocho años, al haber desacreditado sin pruebas el sistema electoral.

La gran mayoría de los brasileños, un 89%, rechaza el asalto, cinco puntos menos que hace un año, según un sondeo de la consultora Quaest.

Sin embargo, el 51% considera que los ataques fueron perpetrados por “radicales que no representan” a los electores de Bolsonaro.

Obras restauradas

Lula marcará el aniversario al frente de un acto en el Salón Negro, la amplia recepción del Congreso depredada hace un año por los invasores.

El pleno de las autoridades brasileñas debe asistir, incluyendo líderes del Legislativo, magistrados de la corte suprema, gobernadores, comandantes militares y embajadores.

Muebles dañados después de los disturbios y una vista general del mismo lugar casi un año después (REUTERS/Ueslei Marcelino)
Muebles dañados después de los disturbios y una vista general del mismo lugar casi un año después (REUTERS/Ueslei Marcelino)

Pero habrá ausencias relevantes entre la derecha, como el gobernador de Sao Paulo, Tarcisio Freitas, ex ministro de Bolsonaro, quien adujo que está de vacaciones. Tampoco estará presente el presidente de la Cámara de Diputados y ex aliado de Bolsonaro, Arthur Lira, por motivos familiares, indicó este lunes su asesoría a la AFP.

Unos 2.000 policías resguardarán los edificios en el centro de poder de Brasilia, pero las autoridades no esperan manifestaciones importantes.

La ceremonia estará cargada de simbolismo, especialmente con la exhibición de obras de arte que pertenecen a las sedes de poder y que fueron restauradas. Así, se presentará un tapiz del artista y paisajista brasileño Roberto Burle Marx, que había sido arrancado de una pared del Senado y vandalizado durante los disturbios.

Una réplica de la Constitución de 1988, robada de la corte suprema, también será devuelta.

La destrucción en el corazón de Brasilia, ciudad clasificada por la UNESCO de Patrimonio Mundial de la Humanidad, alcanzó obras de arte de valor incalculable, como el cuadro Las mulatas, del pintor modernista Emiliano Di Cavalcanti, y un reloj de mesa de Balthazar Martinot, relojero del rey de Francia Luis XIV.

(Con información de AFP)

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