El obispo nicaragüense Rolando Álvarez, sentenciado en febrero de 2023 a 26 años y 4 meses de cárcel, privado de su nacionalidad y con sus derechos ciudadanos anulados de por vida por delitos de traición a la patria al rehusarse a salir de su país, fue mostrado este martes en fotografías difundidas por el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua.
Las fotos se publicaron el mismo día en que Estados Unidos reclamó a la dictadura sandinista que pusiera en libertad “de inmediato” a Álvarez, de 57 años, obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, las dos en el norte del país.
La exigencia de EEUU se produce cuando el obispo cumple más de 500 días preso y justo un día después de que el papa Francisco, tras el rezo del primer Ángelus del año, manifestara su “inquietud” por el arresto de sacerdotes católicos en Nicaragua.
“Hoy martes 2 de enero de 2024 se realizó revisión médica a Rolando Álvarez Lagos con el doctor Yesser Rizo (médico internista), en presencia de los comisionados generales de nuestra Policía Nacional: Zhukov Serrano y Luis Barrantes. Inició la atención médica a las 3:25 pm (21:25 GMT) y concluyó a las 3:40 pm (21:40 GMT)”, indicó el régimen nicaragüense en una nota de prensa.
Serrano es subdirector y jefe de la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional, y Barrantes fue jefe de la delegación policial del departamento de Matagalpa, donde se encuentra la diócesis que dirige Álvarez.
Signos vitales
La dictadura de Ortega detalló los resultados de los signos vitales del jerarca: presión arterial 120/60; frecuencia cardíaca, 84; saturación de oxígeno, 99 %; ritmo cardiaco, 88.
“Durante la atención médica, Rolando Álvarez Lagos expresó que se siente bien y se mantiene realizando ejercicios”, según la nota.
Por su lado, el médico informó que los signos vitales y estado de salud del obispo encarcelado “están bien”.
Las autoridades explicaron que “no se le realizó exámenes de sangre porque había ingerido alimentos”.
En su comunicado, Estados Unidos cuestionó las condiciones de detención de Álvarez, quien se encuentra recluido en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocida como la cárcel La Modelo, a las afueras de Managua.
En concreto, el Departamento de Estado criticó que se haya mantenido al religioso en aislamiento, el bloqueo de cualquier verificación independiente de su estado de salud y que se hayan difundido videos y fotografías que solo “aumentan las preocupaciones sobre su bienestar”.
Relaciones Estado-Iglesia
En diciembre, después de que el Ministerio de Gobernación (del Interior) difundiera unas fotografías, el activista nicaragüense Juan Carlos Arce, uno de los abogados defensores del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, consideró que el obispo era “víctima de torturas”.
La condena contra el alto jerarca fue dictada un día después de que rechazase subirse a un avión que lo iba a llevar, junto con otros 222 excarcelados políticos nicaragüenses, hacia Estados Unidos, lo que provocó la indignación de Ortega, quien en cadena nacional lo calificó de “soberbio”, “desquiciado” y “energúmeno”.
Álvarez es el primer obispo arrestado, acusado y condenado desde que Ortega retornó al poder en Nicaragua en 2007, tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1985, y presidir por primera vez Nicaragua de 1985 a 1990.
Las relaciones entre Daniel Ortega y la Iglesia católica viven momentos de gran tensión, caracterizadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas, y la suspensión de sus relaciones diplomáticas.
(Con información de EFE)