(Desde Montevideo, Uruguay) - El reemplazo que dispuso el gobierno de Javier Milei del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) por un nuevo Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI) es una noticia que genera “sentimientos encontrados” en los empresarios industriales de Uruguay. Por un lado, la decisión supone la posibilidad de ampliar el comercio entre los dos países, pero también genera dudas por las deudas acumuladas de parte de empresas argentinas.
El presidente de la Cámara de Industrias (CIU) del Uruguay, Fernando Pache, celebró la resolución anunciada por el ministro de Economía, Luis Caputo, porque entiende que demuestra que Argentina “se abre nuevamente a importar”, según declaró a El País. Sin embargo, dijo que el sector está “en alerta” porque desconoce qué pasará con la deuda que los exportadores uruguayos tienen pendiente cobrar.
La Secretaría de Comercio Argentina estima que la deuda comercial que mantienen las firmas del país con proveedores del exterior superan los USD 31.000 millones, pero se desconoce cuánto de ese monto corresponde a las exportaciones que se hicieron desde Uruguay. En el sector industrial uruguayo estiman que la cifra adeudada asciende a USD 15 millones.
“Tenemos sentimientos encontrados. Por un lado, estamos alegres con el fin del SIRA, pero, por otro lado, hay dos cosas que nos generan mucha preocupación y cautela: cómo se pagará la deuda atrasada que no hemos podido cobrar y los nuevos plazos para el pago de operaciones que se implementan ahora”, aseguró Pache.
La CIU pretende que las autoridades de los ministerios de Economía, Industria y Relaciones Exteriores hagan un “esfuerzo” junto a los empresarios para “exigir y controlar” el pago de las deudas acumuladas. “Nosotros debemos ser pacientes, pero todavía no están todas las cartas a la vista y no podemos dejar de insistir en que la prioridad, antes de acordar nuevas exportaciones, es el cobro de la deuda anterior”, justificó.
El nuevo SEDI busca eliminar las “vueltas burocráticas” al comercio importador en Argentina. El vocero presidencial, Manuel Adorni, explicó que el nuevo sistema pone fin a que “el funcionario de turno” pueda decidir qué exportar y qué no. El nuevo modelo permite que el gobierno valore más “la decisión del privado que la de aquel que está detrás de un escritorio”, señaló Adorni. “Siempre confiamos más en el que trabaja que en el burócrata”, insistió.
Desde la gremial industrial uruguaya entienden que esta decisión busca normalizar el flujo de importaciones, pero Pache llamó a que las empresas sean “cautelosas” al negociar las nuevas ventas hacia Argentina.
“El SEDI determina cuánto tiempo vamos a demorar en cobrar (las exportaciones hacia Argentina), así que todavía no está la condición de libertad económica. Por supuesto que los dólares no iban a aparecer de la noche a la mañana, pero (los nuevos plazos de pago) nos generan cierta preocupación porque son reglas que van en paralelo del acuerdo que podemos hacer con nuestros clientes argentinos”, advirtió el presidente de la CIU.
Pache también expresó al diario uruguayo su preocupación por la fuerte devaluación de la moneda argentina que, sumado al incremento del Impuesto País, llevó a que la cotización de la divisa estadounidense ascendiera hasta $ 920.
“No tienen ahora la prohibición de compra (de dólares) pero hay una diferencia cambiaria muy grande entre el dólar oficial y el dólar con el que se va a encontrar el mercado. Nuestra lectura es que evidentemente lo van a pagar más caros y eso afecta” el comercio exterior, sostuvo.
Si bien las exportaciones de Uruguay hacia Argentina ya no tienen la misma relevancia que en el pasado, muchas empresas del país dependen casi en un 90% del mercado argentino.
El reemplazado SIRA fue adoptado durante la gestión de Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía del gobierno de Alberto Fernández. El sistema establecía cupos a las compras del exterior en Argentina e instaló un sistema discrecional de licencias y permisos para la importación.