El régimen cubano estima que su economía registre una contracción del producto interno bruto (PIB) en 2023 de hasta un 2%, pese a haber proyectado a inicios de año un crecimiento del 3%, informaron este lunes medios oficiales.
En una intervención en la comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), el ministro de Economía, Alejandro Gil, aseguró que esta estimación parte del “comportamiento mostrado en los últimos trimestres” del año.
De confirmarse estas cifras, el PIB cubano acabaría el ejercicio claramente por debajo del de 2019, tras la grave contracción de 2020 por la pandemia y el magro crecimiento económico alcanzado en 2021 y 2022.
Gil calificó el panorama como un “escenario adverso”, con niveles de producción agroalimentaria por debajo de lo previsto, déficit en la producción eléctrica, inflación elevada (en torno al 30% interanual, pronosticó) y pobres resultados para el sector turístico.
El turismo, uno de los pilares de la economía cubana, no cumplirá con los objetivos que se trazó el régimen para este año. Según Gil, de la meta de los 3,5 millones de visitantes esperados, se prevé que apenas se superen los 2 millones, un 43% por debajo de lo anticipado.
Se trataría del segundo año consecutivo en el que la isla no logra su objetivo en el sector turístico, que aún no ha recuperado los entre 4 y 5 millones de visitantes que registró antes de la pandemia del COVID-19.
Déficit
El Consejo de Estado aprobó la semana pasada una reforma de la Ley de Presupuesto de 2023 para aumentar el déficit fiscal en más de un 44%, hasta 98.000 millones de pesos (unos 4.080 millones de dólares al cambio oficial).
Esto representaría en torno al 15% del PIB cubano, según estimaciones de expertos independientes, luego de tres ejercicios consecutivos con tasas de déficit fiscal por encima del 10%, valores que apuntan a un desequilibrio macroeconómico.
Durante el fin de semana, la cúpula del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal) informó que estudia la puesta en marcha de un programa de estabilización macroeconómica que ataje los actuales desequilibrios monetario, financiero y fiscal, además de sacar al país de la profunda crisis que sufre desde hace tres años.
Como evidencia de la situación en la que se encuentra el país, Gil afirmó en la reunión del PCC que dentro de las “prioridades” del Ejecutivo está mantener la “canasta básica” -los básicos, cada vez más escasos, que reparte el régimen a precios muy subsidiados-, “la generación eléctrica” y “la disponibilidad de combustibles, aseo y otros productos vitales”.
Cuba sufre desde hace tres años una grave crisis con desabastecimiento de alimentos, medicinas y combustible, una inflación desbocada, la dolarización parcial de la economía y frecuentes apagones, lo que ha generado una oleada migratoria sin precedentes y descontento social (incluso protestas que han sido duramente reprimidas).
Tras esta crisis están las consecuencias de la pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses durante el Gobierno de Donald Trump (que en su mayoría no han sido derogadas por su sucesor, Joe Biden), así como errores en la política económica y monetaria de Cuba.
Gil anuncio asimismo que el régimen cubano pronostica que el PIB crecerá el próximo año un 2 por ciento.
(Con información de EFE)