Eduardo Franco Loor, abogado del ex vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, anunció que su defendido pedirá a México el asilo “por ser víctima de una persecución y porque su seguridad estaría en riesgo”. Glas tiene condenas en firme por asociación ilícita en el caso Odebrecht y por cohecho en el caso Sobornos 2012-2016.
En una entrevista con Fernando del Rincón, el abogado de Glas dijo que: “En las próximas horas, el exvicepresidente Jorge Glas pedirá formalmente, y de conformidad con la Convención de Asilo Diplomático de Caracas del año 1954, el asilo correspondiente”.
Desde noviembre de 2022, Jorge Glas cumple una parte de su sentencia por corrupción en libertad, luego de que un juez permitiera su salida de la cárcel. Glas ingresó a la sede diplomática el último domingo, luego de que la Fiscalía solicitara su ubicación para cumplir con diligencias judiciales en el caso de peculado por el que se lo investiga. Según informó el gobierno de México, el domingo, en un comunicado oficial: “Jorge Glas Espinel se presentó en la sede de la Embajada de México en Quito para solicitar su ingreso y salvaguarda, expresando temor por su seguridad y libertad personal”.
Entonces, las autoridades mexicanas también confirmaron que aún no se ha presentado ninguna solicitud de asilo político, sin embargo, en caso de que suceda, señalaron que el gobierno de México “la analizará detenidamente y recabará la información necesaria para proceder como corresponda, de conformidad con los tratados internacionales pertinentes de los que México y Ecuador son parte y con el derecho internacional consuetudinario en la materia”. Por el momento no se ha informado sobre la recepción de dicha solicitud anunciada por Loor.
El pasado domingo, ante la posibilidad de que Glas solicitara asilo, la Cancillería ecuatoriana recordó al gobierno de México que: “El Ecuador se encuentra expectante de la cooperación que para tal efecto reciba por parte del Ilustrado Gobierno mexicano, ya que para el Gobierno Nacional resulta jurídicamente evidente que no sería lícita la concesión de asilo diplomático, en virtud del Artículo III de la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954″.
Este es el primer pulso diplomático para el gobierno de Daniel Noboa. En caso de que México concediera el asilo a Glas, como ya ha hecho con otros miembros del partido correísta, lo más probable sea que se solicite un salvoconducto para que el exvicepresidente pueda abandonar Ecuador y viajar a México. Noboa deberá decidir, de ser el caso, el conceder o no dicha autorización.
Actualmente, el Servicio Exterior ecuatoriano no tiene con un embajador en México. En septiembre pasado, quien ocupaba ese cargo, Francisco Carrión, renunció. Desde entonces, la misión diplomática en México está a cargo de ministros de carrera, tanto en la Embajada, como en los dos consulados, según reportó Primicias.
Esta no es la primera vez que la Embajada de México en Quito recibe a políticos del movimiento de Rafael Correa en la sede diplomática. En el 2019, los entonces legisladores correístas Gabriela Rivadeneira, Soledad Buendía, Carlos Viteri, así como el asambleísta alterno Luis Molina, ingresaron a la Embajada mexicana junto a sus parejas e hijos.
Entonces, los diputados asilados emitieron un comunicado indicando que: “después de presentar un sinnúmero de denuncias formales a la Fiscalía General del Estado, Policía Nacional y demás autoridades competentes. En ellas se denunciaban actos de persecución, seguimiento, hostigamiento, amenazas de muerte, intervenciones telefónicas, violación de derechos , linchamiento mediático y persecución política en su contra. Ninguna tuvo respuesta oficial.” Esta sería la razón por la que solicitaron asilo político, el cual fue concedido por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, a fin al proyecto político de Rafael Correa. En 2020, el gobierno ecuatoriano les concedió un salvoconducto para que puedan dejar el país y trasladarse a México, desde entonces viven allá.