Un policía y 11 reclusos fallecieron durante un operativo policial y militar puesto en marcha este lunes para recuperar el control de la cárcel de Tacumbú, la principal de Paraguay, de donde fueron trasladados a otros centros 700 reos, entre ellos el líder del grupo Clan Rotela, informaron las autoridades.
Tacumbú, ubicada en una barriada popular de Asunción que lleva el mismo hombre, fue ocupada minutos antes de las 05:00 hora local (08:00 GMT) por 1.100 militares y 1.218 policías, apoyados por bomberos voluntarios y personal de emergencias médicas.
En un comunicado, la Dirección de Medicina Legal y Ciencias Forenses del Ministerio Público indicó que ya fueron identificados los cuerpos de 11 reos, cuyas edades oscilan entre los 23 y los 42 años.
Consultado por periodistas, el director de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Pablo Lemir, indicó que en las primeras autopsias se determinó que los cadáveres de los reclusos presentaban “lesiones por proyectil de arma de fuego” y algunos tenían impactos de goma, que atribuyó a enfrentamientos.
No precisó el calibre de las armas, al indicar que esto corresponde a los expertos en balística.
Por su parte, la Policía Nacional del Paraguay confirmó la muerte del suboficial Martín Mendoza, quien integraba el grupo motorizado Lince.
El gigantesco operativo “Veneratio”, que incluyó el acordonamiento de los alrededores del penal y el corte de la señal de teléfonos móviles, dejó también como resultado 94 heridos.
En una entrevista con ABC TV, el comandante de la Policía Nacional, Carlos Benítez, confirmó que 40 policías quedaron lesionados, entre ellos “16 o 17″ con heridas de bala.
Según el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, 54 pacientes (14 policías y 40 privados de libertad) fueron derivados a centros asistenciales y otras 40 personas fueron atendidas en clínica móvil instalada en el penal.
La mayor cárcel paraguaya
Tacumbú albergaba hasta el viernes pasado una población de 2.842 reclusos, de los cuales 1.692 están bajo proceso y otros 1.150 ya recibieron condena, según cifras del Ministerio de Justicia.
Benítez relató que al interior de ese centro de reclusión fueron decomisadas en esta jornada armas de fuego, explosivos, armas contundentes, cortantes, punzantes e incluso perros de la raza pitbull.
Además, destacó que fueron trasladados a otros centros de reclusión unos 700 reos, entre ellos Armando Javier Rotela, jefe del Clan Rotela, quien fue retenido en el interior de la penitenciaría.
Rotela salió de la cárcel vistiendo una camiseta negra y ropa interior rodeado por integrantes de la Fuerza de Operaciones Policiales Especiales (Fope) fuertemente armados.
En un mensaje al país, el presidente Santiago Peña, resaltó el procedimiento y lamentó el fallecimiento de un policía.
“Hoy el Paraguay, hoy el Gobierno del Paraguay, dijo basta. Basta de privilegios, basta de complicidad y descontrol y más que nada dijimos basta a un modelo penitenciario que convertía las cárceles en verdaderas escuelas del delito y del crimen”, afirmó el gobernante.
Un comunicado difundido por la Presidencia de Paraguay señaló como uno de los objetivos de la “tarea conjunta” en Tacumbú la “recuperación total de la presencia del Estado en el manejo administrativo, institucionalidad y seguridad del territorio del penal”.
En ese centro, el Clan Rotela -una organización que las autoridades paraguayas vinculan con el narcotráfico- tiene una fuerte presencia, según expertos, tras desplazar a la banda criminal brasileña Primer Comando de la Capital (PCC).
Entre el 10 y 11 de octubre pasado, reclusos liderados por esa organización protagonizaron un motín y retuvieron a un grupo de custodios y al director de Tacumbú, Luis Esquivel, en la primera crisis carcelaria del Gobierno de Peña.
“Por décadas y a sabiendas de todos, el penal de Tacumbú se convirtió en un centro desde donde operaban grupos criminales, planeando asaltos y distribuyendo estupefacientes que envenenan a más de 90.000 jóvenes de solo Asunción y (el departamento de) Central y a muchos más en todo el país”, indicó el gobernante.
En su intervención, calificó como “histórica y sin precedentes” la operación y señaló que permitió desbaratar “un esquema” que permitía “seguir delinquiendo desde dentro mismo de la penitenciaría”.
No obstante, avisó, al concluir su mensaje, que “esto recién empieza”.
(Con información de EFE)