El ex vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, está alojado en la Embajada de México en Quito desde este domingo, 17 de diciembre. Así lo han confirmado las autoridades gubernamentales ecuatorianas y mexicanas. Glas ingresó a la sede diplomática al mismo tiempo en que la Fiscalía General del Estado pidiera la inmovilización y traslado de este para diligencias judiciales en el caso de peculado por el que se lo investiga. Desde noviembre de 2022, Jorge Glas cumple una parte de su sentencia por corrupción en libertad, luego de que un juez permitiera su salida de la cárcel.
Según informó el gobierno de México en un comunicado oficial: “Jorge Glas Espinel se presentó en la sede de la Embajada de México en Quito para solicitar su ingreso y salvaguarda, expresando temor por su seguridad y libertad personal”. Las autoridades mexicanas también confirmaron que aún no se ha presentado ninguna solicitud de asilo político, sin embargo, en caso de que suceda, señalaron que el gobierno de México “la analizará detenidamente y recabará la información necesaria para proceder como corresponda, de conformidad con los tratados internacionales pertinentes de los que México y Ecuador son parte y con el derecho internacional consuetudinario en la materia”.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador envió una nota diplomática a la Embajada de México en Quito. En la comunicación, la Cancillería ecuatoriana “se permite solicitar la urgente colaboración de las autoridades mexicanas, a fin de que se invite al citado ciudadano a abandonar dicha representación diplomática inmediatamente”. El objetivo sería que Glas cumpla con las diligencias para las que ha sido requerido por el Ministerio Público, “en vista de que el señor Glas se encuentra inculpado y procesado en forma ante la justicia ecuatoriana”.
Ante la posibilidad de la concesión del asilo diplomático, el país recordó a México que: “El Ecuador se encuentra expectante de la cooperación que para tal efecto reciba por parte del Ilustrado Gobierno mexicano, ya que para el Gobierno Nacional resulta jurídicamente evidente que no sería lícita la concesión de asilo diplomático, en virtud del Artículo III de la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954″.
Esta no es la primera vez que la Embajada de México en Quito recibe a políticos del movimiento de Rafael Correa en la sede diplomática. En el 2019, los entonces legisladores correístas Gabriela Rivadeneira, Soledad Buendía, Carlos Viteri, así como el asambleísta alterno Luis Molina, ingresaron a la Embajada mexicana junto a sus parejas e hijos.
Entonces, los diputados asilados emitieron un comunicado indicando que: “después de presentar un sinnúmero de denuncias formales a la Fiscalía General del Estado, Policía Nacional y demás autoridades competentes. En ellas se denunciaban actos de persecución, seguimiento, hostigamiento, amenazas de muerte, intervenciones telefónicas, violación de derechos , linchamiento mediático y persecución política en su contra. Ninguna tuvo respuesta oficial.” Esta sería la razón por la que solicitaron asilo político, el cual fue concedido por México. En 2020, el gobierno ecuatoriano les concedió un salvoconducto para que puedan dejar el país y trasladarse a México, desde entonces viven allá.
Algo similar también sucedió con la ex ministra correísta María de los Ángeles Duarte. En 2020, ante la decisión de los acusados del caso de apelar ante el tribunal de primera instancia, Duarte ingresó a la embajada argentina en Quito, donde fue calificada como “huésped” hasta que se le concedió asilo diplomático en diciembre de 2022. En septiembre de 2020, la apelación fue desestimada y la condena de Duarte se confirmó. De no haber sido enviada a la embajada, la exministra habría cumplido su condena en una de las cárceles del país.
El 13 de marzo de este año se conoció que Duarte había abandonado la sede diplomática y se había fugado de Ecuador con destino a Venezuela. Esto llevó a un impasse diplomático entre Ecuador y Argentina, que expulsaron a sus embajadores en ambos países.