(Desde Montevideo, Uruguay) - El empresario multimillonario Juan Sartori ingresó a la política uruguaya como un completo desconocido en la opinión pública. Era un outsider del sistema, que sin embargo se registró como uno de los precandidatos del Partido Nacional, una colectividad política con más de 180 años de historia. Su nombre se instaló rápidamente en la opinión pública a través de campañas publicitarias y compitió en las elecciones primarias de ese partido: fue el segundo postulante más votado, solo por detrás de quien luego sería electo presidente, Luis Lacalle Pou.
Aunque no pudo ser presidenciable, desplazó del segundo puesto a Jorge Larrañaga, uno de los históricos dirigentes del Partido Nacional. Para las elecciones generales, Sartori encabezó una lista y fue elegido senador. Pero al asumir ese cargo, no cumplió con todas las responsabilidades que se le exige a un legislador. Y fue sancionado por eso.
Desde el inicio de la gestión, Sartori mantuvo un enfrentamiento con la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep), la conocida como “Junta Anticorrupción”, a la que le debe presentar la declaración jurada del patrimonio. Si bien ha entregado los detalles de sus ingresos y los balances de algunas de sus empresas, en ninguno de los documentos presentados incluyó el patrimonio de su esposa, Ekaterina Rybolovleva, hija del magnate ruso Dimistri Rybolovlev, el dueño del club Mónaco de Francia.
Su rechazo a entregar la información motivó que la Jutep resolviera declararlo omiso, lo que expuso a sanciones en el Parlamento.
Sartori está obligado a presentar la declaración jurada de su esposa por la “ley cristal”, que establece que los funcionarios deben presentar esa información de sus cónyuges. El legislador, sin embargo, argumenta que con esa exigencia “se viola el derecho a la privacidad, específicamente a la intimidad y se contraviene el derecho a la seguridad jurídica”, establecido en la Constitución.
Los legisladores uruguayos aplicaron la primera sanción al senador del Partido Nacional por esa omisión y, a partir del próximo mes, se le descontará el 50% de su salario, informó El Observador. Su salario por el cargo asciende a 341.983 pesos uruguayos (unos USD 8.500), sin contar las partidas adicionales que recibe.
Según lo establecido por la Jutep, esta reducción se aplicará hasta que el senador presente la declaración jurada de su esposa o hasta que deje su cargo en el Parlamento. La omisión también implica una sanción que corresponde a 50 unidades reajustables (81.340 pesos uruguayos - unos USD 2.000).
Una vez conocida la sanción, Sartori se expresó en la red social X. “Hace muchos años, dono mi sueldo a diferentes obras y proyectos sin hacer gala de eso. El Senado decidió retenerme el 50% de mi salario de senador, por no presentar la declaración jurada de mi esposa. Frente a esta decisión, quiero anunciar que seguiré donando la cantidad correspondiente al 100% de mi salario, completando el 50% restante con dinero de mi actividad privada”, anunció.
Sartori, a su vez, apeló el fallo de la Jutep. En un recurso que presentó, consignado por el medio uruguayo, señala que la declaración de omiso le causó un “evidente agravio” e indicó que con su esposa tiene un régimen de separación de bienes, por lo que desconoce la situación patrimonial de ella y de su familia.
“No estoy en condiciones de informar en la medida que mi cónyuge no tiene disposición de dar a conocer la situación patrimonial de su familia”, dice el escrito.
A su vez, señaló, hay muchos legisladores que están en una situación de incumplimiento “sin que se haya verificado un similar encarnizamiento como el que manifiestamente se viene dirigiendo”, expresó Sartori en ese recurso. “Mal puede la Jutep, alegando la existencia de una omisión a una especie de obligación genérica, sancionarme cuando claramente la Suprema Corte de Justicia sostiene que mi supuesta conducta infraccional carece de previsión normativa”, agrega.
El senador Sartori no quiso responder las consultas de los periodistas sobre la omisión. El noticiero Telemundo de Canal 12 lo consultó sobre esta situación, pero el legislador evitó las preguntas.