(Desde Santiago, Chile) Hasta hace unos días, miles de chilenos cruzaban la frontera los fines de semana largos para practicar el llamado “turismo de supermercado” o, simplemente, disfrutar de las bondades de la gastronomía y la hospitalidad argentinas.
Ello, debido a la caótica situación económica del país trasandino y las regulaciones que hasta ayer existían sobre los precios de decenas de productos básicos. Claramente comprar en Argentina, para los chilenos, era muy barato.
Sin embargo, las medidas anunciadas por el gobierno de Javier Milei – la sinceración del tipo de cambio oficial, que pasó de $400 argentinos a $800; recortes en subsidios al transporte y la energía y el fin del programa “precios justos”, que fijaba una serie de tarifas dentro de la canasta básica -, han llevado a muchos a preguntarse si allende Los Andes seguirá siendo atractivo para los visitantes, de cara a las vacaciones de verano que se aproximan.
Dólar blue sigue igual
El ingeniero chileno Clemente Ramírez, tiene hace meses programado para enero un viaje a Argentina con un grupo de amigos. Tras el arribo de Milei al Gobierno, investigó por aquí y por allá si las medidas económicas podrían afectarles de algún modo y finalmente, se quedó tranquilo. “Yo creo que no va a variar tanto, mientras el dólar blue siga estando a alrededor de $1.000. Efectivamente el dólar oficial lo fijaron a $800, pero el blue sigue a $1.000″, señala un artículo del diario digital Emol.
El profesor de Ingeniería Industrial de la U. de Chile, Luis Llano, explica que en áreas como el turismo “el costo en dólares probablemente no cambie sustancialmente. Y en ese sentido, Argentina va a seguir siendo un destino relativamente atractivo para los veraneantes chilenos”.
Su diagnóstico coincide con el de Leonardo Hernandez, director alterno de Clapes UC. “Lo que se devalúa es el tipo de cambio oficial (...) Si tú eres turista e ibas a Argentina y tú cambiabas al dólar blue estabas cambiando a $1.000 por dólar, entonces te da un poco lo mismo. No cambia tu problema. Desde el punto de vista del turista va a seguir siendo muy barato ir a Argentina. Nadie cambia dólares al tipo de cambio oficial”.
Según Hernández, una eventual crisis con consecuencias como el desempleo, podría generar que incluso sea más barato ir. Esto “porque lo que te va a pasar es que los hoteles, los restaurantes, van a estar más apretados (...) Los restaurantes van a tener a menos argentinos comiendo ahí”.
Carlos Smith, docente investigador del Centro de Investigación de Empresa y Sociedad UDD pone algunos matices. “Ya no va a ser tan conveniente ir a comprar al supermercado o ir a un restaurante. Van a haber muchos precios que van a subir”, señala.
Agrega, sin embargo, que “el dólar podría generar un aumento importante y por tanto se compensa esa alza en los precios”.
Ángel Soto, académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de los Andes, por su parte, cree que “siempre seguirá siendo atractivo ir a Argentina. No obstante, también puede ser una gran oportunidad de acceder a productos importados desde Argentina, ya que los exportadores tendrán incentivos para aumentar su producción. Argentina apostará a ingresar divisas via exportaciones”.
¿Y el turismo de supermercados?
Luis llanos explica que las medidas de ajuste en Argentina “claramente va a significar una disminución de las brechas que estamos viendo en lo que llamábamos el turismo de supermercados. Ahí, ciertamente, vamos a ver un menor atractivo de Argentina para los chilenos en ese tipo de productos”.
Hernández, por su parte, cree que la mercadería “estaba barata porque estabas cambiando a un tipo de cambio que hacía muy barato comprar en Argentina. El tipo de cambio va a seguir vendiendo al blue. No cambia eso”.
Sin embargo, lo cierto es que ya se han registrado fuertes aumentos de precios, especialmente en el rubro de los alimentos, y las especulaciones comienzan a rondar en el comercio.
Según un nota del diario Perfil, las personas que van al supermercado están comprando, por estos días, con $2.000 pesos argentinos (casi $5 mil chilenos) la mitad de las cosas que se compraban hasta la semana pasada.
Y es que el precio del aceite en almacenes de ciudades como Córdoba aumentó 195%, los fideos subieron un 123% y las harinas un 122%. El Centro de Almaceneros destacó, en la misma línea, que las galletas subieron un 50%.
“Y eso fue en apenas 48 horas”, remató Germán Romero, miembro del citado Centro.