Drama en Ecuador: murió la madre de los cuatro niños asesinados por sicarios que se había lanzado sobre ellos para protegerlos

Estuvo dos días en la Unidad de Cuidados Intensivos. La policía confirmó que la familia se convirtió en blanco por un error de los criminales

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Los cuatros niños son velados en la casa de uno de sus familiares. (Gerardo Menoscal / AFP)
Los cuatros niños son velados en la casa de uno de sus familiares. (Gerardo Menoscal / AFP)

El crimen perpetrado en contra de cuatro niños de entre 5 meses y 7 años aún suma víctimas a la tragedia. La madre de los menores, Rosa Elvira Arias, que se lanzó sobre ellos para protegerlos, murió luego de 48 horas en cuidados intensivos. La mujer de 24 años recibió siete disparos. Los familiares esperan velarla junto a sus cuatro pequeños. El padre, Jhordan Pinto, de 28 años, sobrevivió aunque también resultó herido por las balas.

Según contó Pinto, los niños de mayor edad estaban viendo televisión cerca de la ventana que daba a la calle. Fue por allí por donde dispararon los sicarios. Tanto Pinto como su esposa estaban en la habitación contigua con la bebé de cinco meses. Cuando escucharon los disparos, Rosa Elvira buscó a sus hijos de inmediato para protegerlos: “Ella corrió y se lanzó a cubrirlos a los niños, pero no alcanzó, ya tenían la mayor carga del ataque”, dijo Pinto a los medios ecuatorianos.

La tragedia ha impactado a la sociedad por la violencia ejercida en contra de los pequeños. Jordana Valentina, de 7 años, tuvo más de 15 heridas de bala: ocho en una de sus piernas, cuatro en en el abdomen y dos en la cabeza; a Bryanna Larissa, de 5 años, una bala le atravesó la cabeza. Adiel Natanael, de tres años, fue impacto en en el brazo derecho, en la espalda, en la cabeza y en el tórax. La bebé Aitana Isabella, de 5 meses, tuvo dos impactos de bala en el abdomen, uno en el tórax y otro en la cabeza, según el parte médico que recogió Primicias.

Los niños veían televisión junto a esta ventana. (Gerardo Menoscal / AFP)
Los niños veían televisión junto a esta ventana. (Gerardo Menoscal / AFP)

La Policía informó que ni Rosa Elvira Arias ni Jhordan Pinto tenían antecedentes penales. Los sicarios debían atacar una vivienda adyacente, pero se confundieron y acribillaron a la familia. De acuerdo con las investigaciones policiales, los sujetos que atacaron la casa de los Pinto Arias eran miembros de la banda Mafia-18, quienes buscaban a personas de la banda Los Lagartos.

Según informó el general de Policía, Victor Herrera: “El evento violento no iba direccionado a esa familia sino a una casa adyacente. Se equivocaron de vivienda, (ésta) era una familia cristiana cuyos adultos carecen de antecedentes penales”.

Para comprar los féretros para los pequeños, los abuelos de los niños adquirieron un préstamo, pues no cuentan con recursos económicos. Jhordan Pinto lleva casi medio año sin un trabajo formal.

Los sicarios se equivocaron de casa, el ataque estaba dirigido para la vivienda adyacente, según informó la policía. (Gerardo Menoscal / AFP)
Los sicarios se equivocaron de casa, el ataque estaba dirigido para la vivienda adyacente, según informó la policía. (Gerardo Menoscal / AFP)

El abuelo de los nenes estuvo en la vivienda cuando sucedió el ataque y contó a El Universo que siempre recordará la fortaleza de Rosa Elvira que obviando sus heridas pedía ayuda para sus niños: “No me voy a olvidar que ella con siete tiros en el estómago, en la pierna, cómo ayudaba a sacar a los niños para que los lleven al hospital, ya después por la pérdida de sangre, ella también se desvaneció”. Jhordan Pinto ha relatado que las últimas palabras que su esposa le dijo fueron: “Cuídame a los bebés”.

El suceso ocurrió en el Guasmo Sur, una de las zonas más peligrosas de Guayaquil y que carece de atenciones estatales.

La ola de violencia en Ecuador ha cobrado la vida de 455 niños y adolescentes de entre 0 y 17 años durante el 2023. Los datos oficiales dan cuenta de los asesinatos registrados entre enero y septiembre de este año, por lo que la cifra podría ser mayor.

Los niños y adolescentes, en varios casos han sido víctimas colaterales de sicariatos –como lo sucedido con un niño que jugaba en una cancha, y en otras situaciones, especialmente cuando se trata de adolescentes, sus muertes han sido el resultado del reclutamiento y pugnas de las bandas criminales.

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