El Observatorio Astronómico de Quito ha anunciado que la lluvia de meteoros Gemínidas alcanzará su máximo esplendor durante la noche de este miércoles y madrugada del jueves. El fenómeno astronómico será visible a simple vista para los ecuatorianos. De acuerdo con el observatorio, se podrán ver hasta 120 meteoros por hora.
Las condiciones para la observación dependerán de la contaminación lumínica de cada zona. Por ello, el observatorio recomienda que quienes deseen ver a las Gemínidas opten por lugares alejados de la ciudad. Adicionalmente, se ha anunciado que la Luna no será visible, aumentando las posibilidades de la observación sin ningún instrumento. Las Gemínidas tienen una tasa de actividad por encima de los 120 meteoros por hora y una velocidad de 35 kilómetros por segundo durante varios días, lo que las convierte en una de las lluvias más activas del año junto a las cuadrántidas de enero y las perseidas de agosto.
Las Gemínidas tienen una coloración azul y verde. Estas son fragmentos de meteoros ricos en níquel y magnesio que atraviesan el firmamento a alta velocidad. A diferencia de otros meteoros, las Gemínidas no proceden de un cometa de hielo sino de un asteroide rocoso conocido como 3200 Faetón.
El origen de las Gemínidas, visibles desde todo el hemisferio norte entre el 4 y el 17 de diciembre, fue un misterio durante siglos pues no se sabía asociar la lluvia de meteoros con ningún cometa periódico conocido. En el año 1983, el telescopio espacial de infrarrojos IRAS -lanzado por la NASA- identificó un asteroide, llamado Faetón, y al estudiar su órbita, se concluyó que era este asteroide el que causaba la lluvia de estrellas. Se trata pues de un caso peculiar, pues prácticamente todas las otras lluvias de meteoros conocidas están causadas por cometas.
Los astrónomos especulan con la idea de que Faetón pudiese ser un cometa extinto y que los fragmentos que forman las Gemínidas pudiesen haber sido desprendidos hace siglos, cuando Faetón aún tenía actividad cometaria, según recogió Europa Press.
Como todos los años por estas fechas, la Tierra atraviesa un anillo poblado con aquellos fragmentos desprendidos de Faetón. Cuando uno de esos fragmentos entran en contacto con la atmósfera terrestre, se calcina por la fricción con el aire creando así el resplandor luminoso que conocemos como meteoro o estrella fugaz. Los meteoros más comunes que observamos a simple vista los producen partículas de unos milímetros a unos centímetros de tamaño que se queman a unos 100 kilómetros de altura. La correspondiente lluvia de meteoros parece tener un único centro de origen, un punto del que parecen surgir todas las estrellas fugaces. Ese punto se denomina “radiante” y su localización se utiliza para nombrar a la lluvia de estrellas. Así pues, las Gemínidas tienen su radiante en la constelación de Géminis.
El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha indicado que las llamadas estrellas fugaces son pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños, con fracciones de milímetros hasta centímetros de diámetro, que van dejando los cometas o asteroides a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol.
La lluvia de Gemínidas podrá observarse desde ambos hemisferios. Aunque se ha informado que será desde el del norte donde se apreciará una mayor actividad, ya que la constelación de Géminis -el punto del que parecen nacer las estrellas fugaces y que da nombre a esta lluvia- se encontrará a mayor altura sobre el horizonte.
Además, los meteoros de las Gemínidas son más lentos que los de otras lluvias de estrellas, por lo que será más sencillo avistar alguna de estas “estrellas fugaces”. Las Gemínidas son consideradas muy fotogénicas. Esto por la velocidad moderada a la que viajan. Esto permite que una velocidad angular baja pueda captar en las cámaras fotográficas muchos de los fragmentos en los cielos oscuros, según The Conversation.