Prisoners Defenders denunció que hay 1.062 presos políticos en Cuba: “Es una media de 15 por mes en seis meses”

En su más reciente informe, la ONG hizo un balance de noviembre y realizó un análisis de la lista de “contrarrevolucionarios” difundida recientemente por la dictadura de Miguel Díaz-Canel

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Prisoners Defenders denunció 1.062 presos
Prisoners Defenders denunció 1.062 presos políticos en Cuba

Prisoners Defenders presentó este martes su nuevo informe mensual de presos políticos en Cuba, en este caso correspondiente a noviembre. Además, hizo un análisis de la lista de “contrarrevolucionarios” difundida recientemente por la dictadura de Miguel Díaz-Canel.

“13 nuevos presos políticos en noviembre en Cuba mantienen el total en 1.062. Es una media de 15 por mes en el último medio año, que es el promedio represivo constante desde 2022 debido a la creciente animadversión de la población con el régimen”, manifestó a Infobae el presidente de la ONG, Javier Larrondo.

Luego recordó que la dictadura cubana “ha publicado a su vez una lista de supuestos agentes contrarrevolucionarios acusados de cometer actos de terrorismo en el exterior. Pues bien, hemos probado que hay agentes de contrainteligencia del régimen como demostramos en nuestro informe con todas las pruebas expuestas en él”, sostuvo.

“Por otro lado, si bien han sido 13 los nuevos presos políticos de nuestra lista este mes, también han sido 13 los que han cumplido íntegramente sus sentencias, por lo que la lista refleja el número total de 1.062 prisioneros políticos, entre los cuales hay 34 menores, 30 varones y 4 niñas; y 121 mujeres. Los prisioneros políticos de nuestra lista se dividen en 826 convictos de conciencia, 205 condenados de conciencia y 31 casos de otros presos políticos”, detalló.

Sobre la lista de “contrarrevolucionarios” difundida por el régimen

El informe consignó que la dictadura cubana realizó “un movimiento extravagante, dando a conocer una lista de supuestos agentes contrarrevolucionarios, tildados de ser autores de ‘actos de terrorismo’. Este arriesgado movimiento, contrario a los intereses de cualquier servicio propio de inteligencia, tiene un propósito más retorcido aún (...): blanquear una lista de agentes, funcionarios o colaboradores de la Seguridad del Estado de Cuba que operan en el extranjero infiltrados como ‘opositores extremistas’ en el exterior y cuya reputación pueda estar puesta en duda”, subrayó el escrito.

Y siguió: “Aunque trabajamos en esta investigación con diversas entidades y no cometeremos el error que ha cometido el Gobierno de la isla destapando todos los casos que están ya identificados, sí nos detendremos en demostrar esta afirmación con todo tipo de pruebas, demostrando con algunos casos la naturaleza de la lista”.

Prueba fáctica número 1: trabajando para el régimen

En la lista de “terroristas” publicada y difundida ampliamente por Cuba, los autores del informe dicen que encontraron a una persona que ha sido la mano derecha en Bruselas del régimen y de Norma Goicoechea Estenoz, embajadora de Cuba en la Unión Europea entonces, y actualmente presidenta de la organización del régimen cubano llamada “Asociación Cubana de las Naciones Unidas” (ACNU), “una GONGO cubana, como se denominan en Naciones Unidas a las ONGs falsas creadas por los propios gobiernos dictatoriales. Este cubano, agente/funcionario/colaborador del régimen de Cuba, y desde 2020 supuesto activista de ultraderecha y extremista, y también desde entonces personaje público y que se ha caracterizado por llamar a la ‘invasión violenta de Cuba’, se llama Leonel Juvier Padrón. Sin embargo, él se autodenomina -desde que comenzara su carrera como extremista en la oposición- Leo Juvier Hendrick (también, Léo Juvier-Hendrickx)”, detalló el informe de Prisoners Defenders.

Luego describió que, nacido en octubre de 1984 en la provincia de Villa Clara, Cuba, “Padrón ha llegado a pasar todos los filtros ideológicos necesarios para desempeñar durante años la labor para el régimen de Cuba en Bruselas, pasando de colaborar con el Gobierno de Cuba a infiltrarse inmediatamente después, ya como opositor extremista, en el Parlamento Europeo y otras muchas instituciones, marcando su accionar por un extremismo extravagante para lo que debería ser, y es, el accionar pacífico que caracteriza a los verdaderos activistas de derechos humanos y opositores cubanos, llegando a abogar por la invasión de Cuba”.

“El fin de dicho extravagante extremismo (...) es llevar a partidos de la derecha a asumir manifestaciones y declaraciones extremistas, lo que provoca la lucha de bloques con el centro y la izquierda en las democracias, al tiempo que su visibilidad genera en las clases políticas moderadas de Europa y Estados Unidos la idea de que ‘todos los opositores cubanos son unos extremistas’. Pero la realidad es la contraria: gran parte de los más extremistas opositores cubanos, y que no lucharon contra el régimen en la propia isla de forma documentada, son agentes encubiertos del régimen, precisamente para poder: A) Infiltrarse apelando a los sentimientos de las víctimas que sí lucharon contra el régimen; B) Dividir a la clase política democrática y cubana; y, además, C) Crear una imagen extremista de la oposición cubana”, describió el escrito de la ONG.

Prueba fáctica número 2: el régimen no lo desenmascara, sino que elimina su historial

Aquí la organización manifiesta que, “si para el régimen, Leo Juvier Padrón, quien ha sido mano derecha de la embajadora y el gobierno de Cuba en Bruselas, y del que hay numerosísima documentación y fotos con las autoridades cubanas hace apenas nada de tiempo, es ahora un ‘terrorista’ al que desactivar, ¿por qué no ha hecho pública dicha relación para desprestigiarle y desactivarle? No sólo no ocurrió eso, sino que al contrario. ¿Por qué desde 2021 fueron desapareciendo paulatinamente de los servidores del régimen muchos de los enlaces y fotos de Leo Juvier Padrón con las autoridades cubanas, coincidiendo con el momento en que éste dio un viraje para presentarse como ‘opositor extremista’?, se preguntó el informe.

Arriba, a la izquierda, el
Arriba, a la izquierda, el agente/funcionario/colaborador del gobierno cubano Leonel Juvier Padrón a finales de 2017, con Abel Prieto (ex asesor del presidente de los consejos de Estado y de Ministros, y ministro de Cuba entonces) y Norma Goicoechea (Foto: Prisoners Defenders)

Prueba fáctica número 3: un alias sin validez legal en un informe procesal cubano

En la lista de “terroristas” publicada ampliamente por Cuba, Prisoners Defenders encontró que Leonel Juvier Padrón no aparece con el nombre oficial en Cuba, sino únicamente por el que él mismo se ha dado en el exterior para operar (Leo Juvier Heindrick). Sin embargo, se indica en dicha publicación que su nominal pertenece al Expediente Investigativo 01/2021, que es la fase procesal preliminar de un Expediente de Fase Preparatoria, y por tanto un documento que sólo puede contener datos oficiales de Cuba para una Acusación Fiscal formal ante los Tribunales. “De no aparecer los datos identificativos verificables en Cuba, el caso sería sobreseído y sería una acusación fantasma. Justo lo que es”, subrayó el escrito.

Prueba fáctica número 4: “AMI”, la organización con la que opera

En este punto, el reporte destaca que el alias oficial “AMI”, de ARTE-MAGNA INTERNATIONAL, es usado oficialmente por Cuba y por el propio Leonel Juvier Padrón, y dice mucho de su creación. Casi todas las organizaciones de contrainteligencia que el régimen crea, financia y apoya en el exterior tienen en común la palabra Amigo (Amigos de Cuba, Amistad con Cuba, etc). “AMI” es “amigo” en francés, y esta organización operaba en el idioma francés.

Prueba fáctica número 5: graves amenazas a activistas de DDHH

Tan pronto como Prisoners Defenders comenzó a crear un Comité de Expertos en el Parlamento Europeo en el que había por entonces un eurodiputado de cada grupo, entre ellos uno del Grupo S&D, Leonel Juvier Padrón llamó al presidente de Prisoners Defenders, describe el informe. Sin saber cómo se filtró la información, en dicha llamada Leonel preguntó por dichas reuniones de dicho Comité indicando que era un “funcionario del Parlamento Europeo”, identificándose por el nombre Leo y usando un idioma extranjero.

“Aunque pretendió obtener la información de con quién nos reuniríamos y con quién mantendríamos dicha iniciativa, no se le ofreció información alguna. Los frutos de dicho Comité de Expertos de Prisoners Defenders en el Parlamento Europeo, a la postre, son de sobra conocidos y dicho Comité ha seguido activo y creciendo hasta nuestros días”, aclaró la organización.

Y continuó: “Meses más tarde, Prisoners Defenders fue alertada por un servicio de inteligencia europeo de la verdadera identidad de Leonel Juvier Padrón, y se nos entregó información detallada de todas sus actividades e historial. Los extremos de dicha información se corroboraron internamente mediante una detallada investigación propia, y se pusieron los resultados en conocimiento de los miembros del Comité y otras personas concretas”.

“Breve tiempo después de concluir las investigaciones, el presidente de Prisoners Defenders recibió cinco llamadas de cinco móviles distintos con insultos y graves amenazas personales por parte de este sujeto. Cuatro de las llamadas fueron colgadas sin prestar atención, pero una de ellas fue grabada ante la responsabilidad penal de las amenazas. Tiempo más tarde, otras acciones para intentar localizar físicamente al presidente de Prisoners Defenders fueron efectuadas. Las amenazas de muerte del sujeto fueron tan graves que, unido a un intento detectado de localizar al presidente de Prisoners Defenders en sus oficinas por parte de personas sospechosas y bajo vigilancia, provocaron que se interpusiera denuncia oficial ante las autoridades y varias instancias, lo que conllevó la puesta en marcha oficial de un sistema de seguridad, vigilancia y alerta temprana ante la posibilidad de un atentado contra la vida del presidente de Prisoners Defenders”, acotó la ONG.

Y resumió: “Se concluye de forma abrumadora que dicha lista contiene nombres de opositores reales y nombres de opositores que son agentes/funcionarios/colaboradores, y que la misión de la lista es, por tanto, blanquear a estos últimos”.

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