El triunfo mundial de Miss Nicaragua el pasado 18 de noviembre ha puesto a esta organización de certámenes de belleza en una encrucijada que podría llevarla a su desaparición o a ser controlada por el régimen de Daniel Ortega.
La noche del domingo 18 de noviembre todo era alegría en Nicaragua. La muchedumbre salió a celebrar a las calles el triunfo de la nicaragüense Sheynnis Palacios, de 23 años, que esa noche se coronó como Miss Universo, un hito a nivel centroamericano.
Caravanas espontáneas de vehículos recorrieron las calles de las ciudades sonando sus cláxones y personas de todos los estratos sociales y signos políticos salieron en masa con banderas nacionales azul y blanco, gritando y pitando vuvuzelas.
El régimen de Daniel Ortega también reaccionó aparentemente complacido por el triunfo de la nicaragüense. Esa misma noche, Fidel Moreno, hombre de confianza de Ortega y Rosario Murillo, llegó a saludar a la familia de la nueva Miss Universo mientras una muchedumbre se congregaba alrededor de la humilde vivienda de la reina de belleza gritando: “¡Nicaragua! ¡Nicaragua! ¡Nicaragua!” También llegaron con flores la alcaldesa y el vicealcalde de Managua, Reyna Rueda y Enrique Armas.
Al día siguiente, el régimen nicaragüense emitió una nota de prensa celebrando el acontecimiento. “Nos unimos al justo regocijo de Sheynnis, su familia y nuestro pueblo, y al festejo de Centro América al alcanzar nuestra región, por primera vez, ese trono de la hermosura y el talento de nuestras mujeres y de nuestras laboriosas y humildes comunidades”, señaló la nota, firmada por el gubernamental Consejo de Comunicación y Ciudadanía, a cargo de Rosario Murillo.
Hasta ahí parecía que el régimen y el pueblo celebraban, cada uno a su manera, el triunfo de la Miss Nicaragua que de la noche a la mañana había sido reconocida como la mujer más bella del planeta. Sin embargo, empezaron a suceder eventos que pronto demostrarían lo contrario.
El jueves 24, Karen Celebertti, propietaria de la franquicia de Miss Nicaragua, fue impedida de ingresar al país, y devuelta a México desde el aeropuerto de Managua. Al mismo tiempo, la Policía se tomaba su residencia y apresaba a su esposo e hijo, Martín Argüello y Bernardo Argüello, respectivamente.
La Policía también retuvo las maletas con los vestidos que Sheynnis Palacios usó en el certamen en que se coronó, y que habían sido enviadas por Celebertti desde El Salvador con su esposo e hijo, que llegaron a Nicaragua el domingo 19 de noviembre.
Un par de días después, el martes 21 de noviembre, patrullas de policías impidieron a dos artistas de la ciudad de Estelí, Kevin Laguna Guevara y Oscar Danilo Parrilla Blandón, conocidos artísticamente como Vink Art y Torch Místico, la realización de un mural en homenaje a Sheynnis Palacios.
La organización Miss Universo pidió al régimen de Daniel Ortega que garantizara la seguridad de sus afiliados en Nicaragua. “Estamos trabajando para garantizar la seguridad de todos los afiliados a la organización, y hacemos un llamado al gobierno de Nicaragua para garantice su seguridad, y cumplan con lo solicitado”, expresó un comunicado difundido por la organización desde San Salvador.
El miércoles de esa misma semana Rosario Murillo sentó la posición oficial. “Vemos el aprovechamiento grosero, y la tosca y malvada comunicación terrorista, que pretende convertir un lindo y merecido momento de orgullo y celebración, en golpismo destructivo, o en un retorno, por supuesto imposible, a las nefastas prácticas, egoístas y criminales, de quienes, como vampiros y vividores, se han servido del pueblo, de los bienes del pueblo, de los patrimonios naturales, culturales, legítimos patrimonios del pueblo nicaragüense”, dijo ante medios oficialistas.
Murillo se refería a que opositores nicaragüenses empezaron a ver en la nueva Miss Universo a un símbolo de resistencia mientras internautas recordaban la participación de Palacios en las protestas contra el régimen de Ortega en 2018.
“Cualquier plan cobarde y huérfano de ideas, de ideales, de valores y de líderes. Cualquier plan diabólico y malévolo que atente contra el derecho de Nicaragua a vivir seguros, tranquilos, y en la vitalidad y el vigor de la alegría, el trabajo, la seguridad y la paz, no será nunca nicaragüense, no tendrá la gracia de Dios. Sólo son necias, torpes, maquinaciones delincuenciales, de chanchullos disipados que pretenden atentar contra el brillo hermoso de la belleza y la paz”, añadió Murillo, como preludio de las acciones represivas que tomaría el régimen.
La Policía de Nicaragua acusó a Karen Celebertti, su esposo e hijo de “traición a la patria”, “conspiración” y otros delitos. “En el año 2018, los señores Karen Celebertti, Martín Argüello Leiva y Bernardo Martín Argüello Celebertti, dueños de la franquicia Miss Nicaragua, participaron activamente en redes y calles, en las acciones terroristas del intento fallido de Golpe de Estado, orquestado por agencias internacionales y misiones extranjeras”, afirmó el comunicado policial.
Según la Policía, los acusados pretendían “convertir los certámenes en trampas y emboscadas políticas, financiadas por agentes extranjeros” y aseguraron que “todo lo anterior consta en las memorias telefónicas y tecnológicas encontradas en poder de los mencionados personajes”.
El futuro de la organización Miss Nicaragua luce incierto, tras el destierro de su cabeza, Karen Celebertti, y la acusación contra ella y su familia. Ni siquiera se sabe si la Miss Universo, Sheynnis Palacios, podrá regresar al país. Por ahora reside en Nueva York, según lo estipula la organización, donde tendrá un apartamento y actividades por el mundo mientras dure su reinado.
En los medios afines al gobierno, según informó el diario La Prensa, ya se barajan algunos nombres de quienes pueden sustituir a Celebertti en la conducción de Miss Nicaragua. “El primero es Oscar Zelaya, instructor de pasarela y director de Señorita Nicaragua; le sigue Denis Dávila, director de Miss Mundo Nicaragua. Dentro de los candidatos también figura Emperatriz Urroz, ex directora de Reina del Carnaval Alegría por la Vida, y Xiomara Blandino, directora de Miss Teen Nicaragua y nuera de la pareja dictatorial”, anota el diario.
El oficialista Canal 13 recordó que la franquicia de Miss Nicaragua anteriormente le perteneció al Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) y fue dirigida por Emperatriz Urroz.
Xiomara Blandino, Miss Nicaragua 2007, está casada con uno de los hijos de Daniel Ortega, es una de las fichas que se barajan para dirigir Miss Nicaragua y ha sido crítica con la gestión de Celeberttti.
“Hemos tenido una organización de Miss Nicaragua que ha sido bastante cerrada, muy hermética, una organización muy selectiva, no da oportunidad a mucha gente, se desarrollan algunas personas, le dan oportunidad a quienes ellos deciden”, expresó a través de Instagram, pocos días antes de que Sheynnis Palacios se convirtiera en Miss Universo
Extraoficialmente se sabe que Karen Celebertti viajó de El Salvador a México para renovar el contrato de la representación local de Miss Universo y oficialmente “las solicitudes para el año de franquicia 2024 están actualmente cerradas”, según la página web de la organización de certámenes de belleza.
Karen Celebertti, 50 años, dirige a Miss Nicaragua desde el año 2001. Antes, en 1992 participó como representante de su ciudad natal, Matagalpa, y quedó de segunda finalista nacional.
Los avatares que vive actualmente la organización Miss Nicaragua y la familia Argüello Celebertti, hicieron recordar cuando la guerrilla sandinista abortó la participación de Patricia Pineda, quien representaba a Nicaragua en el certamen que se celebraba en Sidney, Australia, en julio de 1979.
Pineda, de 19 años entonces, ya había desfilado con el traje nacional el 11 de julio cuando al día siguiente recibió una llamada de su padre pidiéndole que se retirara del concurso porque así lo exigían guerrilleros sandinistas que estaban apuntándole con metralletas y pistolas. La reina de belleza nicaragüense interrumpió su participación y la organización Miss Universo desplegó esfuerzos para asegurar que regresara con seguridad a Nicaragua.
Los guerrilleros sandinistas tomaron el poder una semana después de esa amenaza, el 19 de julio de ese mismo año, y los certámenes de belleza Miss Nicaragua se reanudaron recién en el año 1991, después que Daniel Ortega perdiera el poder en las urnas ante Violeta Barrios de Chamorro.
Sin concursos de belleza, Pineda fue la Miss Nicaragua oficial durante 12 años. Paradójicamente, actualmente Patricia Pineda trabaja para el régimen de Daniel Ortega en el sistema judicial y está casada con el magistrado Armengol Cuadra, uno de los personajes fieles a la pareja de dictadores.