El primer día de la cumbre del Mercosur celebrada en Río de Janeiro se vio marcada por un debate sobre la posibilidad de establecer acuerdos de libre comercio con China y con la Unión Europea (UE). Los presidentes de Uruguay, Bolivia y Brasil expresaron sus posiciones, reflejando distintas visiones y estrategias dentro del bloque sudamericano.
El mandatario uruguayo Luis Lacalle Pou dijo este jueves en la sesión plenaria que no ve voluntad del bloque en avanzar en un acuerdo de libre comercio con China. Pidió a los países miembros señalar si realmente aceptan que Uruguay avance en el tema para que luego se una el resto de los países, o digan concretamente que no quieren llevar a cabo ese acuerdo.
“Hemos insistido una y otra vez en la necesidad de negociar, no hay misterio. Uruguay tiene una determinación en ese sentido. Lula también habló de negociar con China”, enfatizó, en alusión al mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
El presidente de Uruguay insistió en la necesidad de modernizar el bloque económico y dijo que era necesario avanzar y no “aislarse en el pasado”, en referencia a los cerca de 25 años que llevan negociando con la Unión Europea (UE) un acuerdo con el que más de una vez se ha mostrado escéptico. En este sentido aplaudió el acuerdo suscrito con Singapur y aclaró que si bien no representa un gran cambio para Uruguay sí lo hace para otros países del Mercosur.
A su turno, el presidente de Bolivia, Luis Arce, cuyo país fue reconocido este jueves como nuevo miembro pleno del Mercosur, apoyó la propuesta de Uruguay para que el bloque sudamericano inicie inmediatamente negociaciones de libre comercio con China.
En el discurso que pronunció en la Cumbre presidencial del Mercosur, que calificó como su primera reunión en la intimidad del bloque, Arce dijo que la unión aduanera sudamericana puede negociar paralelamente con China y con la Unión Europea (UE) para sacar el mejor provecho de cada socio.
“Estamos ante dos bloques y hay que saber jugar las cartas inteligentemente para aprovechar lo mejor que nos pueden ofrecer. Por lo tanto, la sugerencia que tenemos es que avancemos por las dos vías de manera paralela”, afirmó el mandatario boliviano en la cita presidencial en Río de Janeiro.
Arce dijo que, tras 25 años de negociaciones con la UE, el Mercosur no puede quedarse paralizado a la espera de un acuerdo y agregó que la negociación en paralelo puede servir como estrategia para que los propios europeos se den cuenta de que pueden perderlo todo si no flexibilizan sus exigencias.
“Hay que adoptar la estrategia que más nos convenga y hoy coincido plenamente con lo planteado por el hermano presidente de Uruguay (Luis Lacalle Pou) porque también vemos a China como una muy buena opción para mejorar y avanzar hacia el desarrollo”, dijo. Y añadió: “Creemos que lo mejor es que lo hagamos de forma paralela, que el Mercosur prosiga negociaciones con la Unión Europea, pero que paralelamente avance con China. No creo que la fila india ayude en estos casos porque la coyuntura es totalmente diferente”.
Agregó que para todos en Sudamérica no es un secreto las posiciones conservadoras y proteccionistas de Europa en áreas de vital importancia para el Mercosur como la agricultura. “Es difícil llegar a acuerdos en esa línea ante nuevas formas de proteccionismo. Europa y Estados Unidos se van a cerrar, y los países que se están abriendo son los miembros del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), y por eso Bolivia ha solicitado su inclusión en este foro, que está más abierto al diálogo”, agregó.
Según Arce, que recordó que su país firmó dos importantes contratos para venderle su litio a los chinos y otro con los rusos.
El presidente boliviano también aprovechó su intervención para defender la construcción de un corredor bioceánico en Sudamérica que pase por Bolivia y destacó que su país se convirtió en “bisagra” de la integración sudamericana por su condición de miembro tanto de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) como ahora del Mercosur.
Igualmente agradeció a todos los países que aprobaron la adhesión de Bolivia al Mercosur, que dependía únicamente de la ratificación del Parlamento brasileño, lo que se produjo el mes pasado.
Por su parte, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva lamentó este jueves no haber logrado que el Mercosur y la Unión Europea (UE) firmaran un acuerdo de libre comercio este año, pero alegó que ambas partes avanzaron hacia un texto más equilibrado y pidió que Paraguay insista en las negociaciones en 2024.
“Creo que el texto que tenemos ahora es más equilibrado que el firmado por los anteriores gobiernos (2019) pero aún es insuficiente”, afirmó Lula en su discurso en la cumbre de presidentes del Mercosur. Y recalcó que la versión anterior del acuerdo “era inaceptable” porque trababa a los países sudamericanos “como seres inferiores y hasta colonizados”.
El gobernante brasileño le pidió a su homólogo paraguayo, Santiago Peña, que ejercerá la presidencia del Mercosur en el primer semestre de 2024, que “insista” en las negociaciones porque el acuerdo es importante y está próximo.
La petición se produjo luego de que Paraguay anunciara que tan solo proseguirá las negociaciones si el bloque europeo flexibiliza su posición y que está mirando hacia otro lado ya que su prioridad serán acuerdos con países de Asia y Oriente Medio. “Peña, no desista nunca. Insista e insista”, le pidió Lula.
El canciller brasileño, Mauro Vieira, dijo la víspera que considera que “muy en breve” saldrá el acuerdo. “Creo que hubo avances en las negociaciones e incluso le dije a la presidenta de la Comisión Europea (Ursula von der Leyen) que enviara un negociador aquí (a la Cumbre del Mercosur) porque creía que era posible una novedad”, admitió.
Lula admitió que confiaba en un acuerdo pese a que ya conocía la posición de Francia y de Argentina, cuyos presidentes manifestaron en los últimos días su oposición a lo que venía siendo negociado.
El brasileño dijo que, durante el semestre que Brasil ejerció la presidencia temporal del Mercosur, hizo grandes esfuerzos por alcanzar el acuerdo debido a que su sueño era poder firmarlo durante su mandato frente al bloque sudamericano y el del español Pedro Sánchez frente al bloque europeo.
Agregó que en los últimos meses conversó con casi todos los presidentes de los países de la Unión Europea y con los negociadores de la Comisión Europea sobre la necesidad de llegar a un acuerdo y puntualizó que ya sabía que el presidente francés, Emmanuel Macron, era tan “proteccionista” como todos sus antecesores.
Aseguró que la UE conoce su compromiso de reducir a cero la deforestación de la Amazonía hasta 2030, que ya consiguió una disminución de la tala en un 49% en solo diez meses y que por eso no tiene que estar rindiéndole cuentas a nadie sobre sus políticas ambientales.
“Me extraña la falta de flexibilidad de los europeos para entender que aún tenemos mucho para crecer y la falta de flexibilidad para que acepten comprar más productos nuestros de valor agregado”, dijo.