El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, contó que una banda criminal le ofreció un “acuerdo de paz”. La carta remitida por el grupo de delincuencia organizada Los Lobos, del 30 de noviembre, ofrece dar información al mandatario para combatir la delincuencia. Para Noboa, la comunicación significa que su recién posesionado gobierno marcha por buen camino o que las bandas “ya no tienen la protección dentro de las fuerzas del orden”, dijo.
Los Lobos son una organización de tipo red con subcomandos en territorio, su líder es alias Pipo, que según la Policía está muerto. En la gobernanza criminal, Los Lobos gobiernan a través del terror. Actualmente están distribuidos casi en todo el Ecuador y son la banda con mayor control territorial, desplazando a Los Choneros.
La carta de Los Lobos fue publicada por el colectivo ciudadano SOS Cárceles, que en su cuenta de X postearon la misiva y la acompañaron con esta descripción: “Más que carta de paz suena a una amenaza a la seguridad del Estado, pues dicen que es preferible acoger sus pedidos para “evitar futuros problemas”. Sería inaceptable un acuerdo con las mafias”.
Los Lobos explican que existen ciudades como Guayaquil, Durán, Quevedo y Santo Domingo que han sido “desbordadas” por delitos inhumanos: “hechos que se han suscitado por la lucha de terrenos, entre distintos grupos delictivos, estos mismos grupos que dan su palabra de paz para luego romperla y continuar al acecho aterrorizando a la población, creando una ola de violencia apocalíptica, jamás antes vista en el Ecuador”. Según un estudio realizado por la Policía del Ecuador, en esas urbes el control criminal es de Los Choneros.
En cambio, aseguran Los Lobos en su carta, en las ciudades de Cuenca, Quito Azogues, Cañar, Riobamba, Ambato, Loja e Ibarra, “el índice de violencia es minúsculo, comparado con las ciudades mencionadas anteriormente”. Estas jurisdicciones está a cargo de Los Lobos.
“Señor Presidente, nuestro deseo no es entrar en conflicto con absolutamente nadie, peor crear una guerra civil sino más bien y de hecho, hacer un llamado a la paz y a un ambiente de tranquilidad para EVITAR PROBLEMAS FUTUROS, nosotros también tenemos familia, padre, madre, hijos, hermanos, que por las cuales no queremos que sufran ni peor aun atente contra su integridad de ninguna manera, repetimos queremos paz, queremos que la sociedad nos brinde trabajo, atención necesaria para poder vivir seres humanos, una atención adecuada de salud a muestras familias, la posibilidad de que nuestros hijos estudien y se preparen buscando una mejor vida, y no queremos persecuciones” (sic.) se lee en la comunicación.
En la misiva, la banda criminal menciona una serie de acciones para justificar su “llamado a la paz”, entre ellas se menciona que se ha pedido al Servicio de Atención Integral que se retomen los proyectos de rehabilitación que han sido suspendidos, que se ha elaborado un Manual para el Proceso de Reinserción de un Privado de Libertad en la Sociedad. Según se explica, “este manual, ha sido elaborado tomando como ejemplo modelos aplicados y funcionales en otros países”.
Además, la banda criminal le reitera a Noboa que la organización delincuencial “está presta en la colaboración total al iniciar un acercamiento con su gobierno entregando incluso hasta información relevante que permita desmantelar la delincuencia y mantener la armonía en el territorio nacional para así acabar con las personas que hacen daño a nuestra patria”.
Daniel Noboa, que mencionó la existencia de esta carta en una entrevista, la primera que concedió como Presidente, aseguró que para enfrentar la crisis carcelaria y retomar el control gubernamental de las prisiones, trabajará con “los mismos diseñadores” que intervinieron en El Salvador: “Es cooperación israelí, en el diseño de las cárceles de max y supermax seguridad, como de la segmentación para delitos menores y contravenciones”. También aseguró que este “es un sistema que no es que lo inventó (Nayib) Bukele, venía de México y lo lograron en Tailandia, en Singapur antes de México y El Salvador, y ahora vendría Ecuador”.
Asimismo, Noboa prometió que las cárceles del país dejarán de parecerse a centros comerciales –en referencia a la cobertura de internet y servicios eléctricos– y que volverán a funcionar como prisiones. El presidente también indicó que fue necesario realizar cambios en la cúpula policial y militar para emprender con sus estrategias de seguridad. Tiene menos de 18 meses para lograrlo.