(Desde Montevideo, Uruguay) - “Le queremos informar al barrio Villa Española que no salga a la calle porque habrá venganza”. El mensaje reenviado varias veces a través de WhatsApp se viralizó rápidamente y se convirtió en tendencia en las redes sociales. Llevaba la firma de la familia Suárez, asociada al Betito, un conocido narcotraficante del barrio Cerro de Montevideo.
Ese texto se comenzó a comentar entre los vecinos luego del asesinato de un disparo en la cabeza de un joven de 21 años, ocurrido a fines de noviembre. Y, desde entonces, la rutina de ese barrio en el centro-este de la capital de Uruguay ha cambiado: la municipalidad suspendió las tareas de limpieza, las líneas de ómnibus cambiaron sus recorridos y los allanamientos de la policía y las balaceras se volvieron habituales.
Villa Española, un barrio asociado a la clase trabajadora de Uruguay, se convirtió en uno de los territorios en disputa entre los narcotraficantes –y particularmente, del microtrárfico– del país.
Otro mensaje también alertó a los vecinos. “Queremos pedir disculpas por los disparos en el barrio tuvimos que bajar a este muchacho de Corrales de la banda Los Pibitos por venganza”. El texto pedía a los vecinos que se mantuvieran en sus casas y amenazaba: “No vamos a parar hasta terminar con todos esos gusanos. ¡Las calles son nuestras!”.
Esta última amenaza estaba firmada por “los hijos del Bicho”, quienes pertenecen al clan familiar Los Albin, enfrentada al grupo liderado por el Betito.
La disputa por el liderazgo del microtráfico en Villa Española entre estas dos familias viene de hace varios meses y, como ocurre en la mayoría de los casos, se agudiza en algunos momentos, informó El Observador.
La policía está investigando el origen de los mensajes de WhatsApp que se viralizaron, pero aún no tiene confirmación de que efectivamente los hayan enviado los clanes familiares que operan en esa zona.
El director de la Policía de Montevideo, José Azambuya, informó que montaron un operativo en el barrio en “distintas capas”, en horarios variados y eventualmente con patrullaje aéreo. Durante el miércoles, se realizaron uno 15 allanamientos simultáneos en el barrio con la intención de aclarar los homicidios y los tiroteos que ocurren a diario. En esas investigaciones se pretende, además, recabar información para acceder a los temas de fondo.
Durante esos operativos, además, la policía detuvo a un hombre de 25 años que es señalado como el principal sospechoso de haber asesinado al joven de 21 años a fines de noviembre. Era integrante de la banda de Los Albin, que está enfrentada a la del Betito.
Esta escalada de violencia obligó también a que el alcalde del barrio, Gabriel Velazco, suspendiera las tareas de áreas verdes, iluminación y barrido. “Es en perjuicio para el vecino, pero cuidamos a nuestros trabajadores”, dijo.
Además, las líneas de ómnibus que recorren el lugar decidieron desviar sus caminos habituales a la espera de que el Ministerio del Interior –encargado de la seguridad en el país– establezca los puntos de control en una especie de “cuadrante” delimitado en la zona. La presencia de la policía se intensificará a partir de la hora 18.
Además, las autoridades policiales van a comenzar a detener a los vehículos y personas que caminen por el lugar para registrarlos y encontrar posibles armamentos y elementos ilícitos.
El jefe de Policía de Montevideo, Mario D’Elía, explicó a El Observador en septiembre que prefería llamarlas “bandas familiares dedicadas al delito” porque si se las denominaba “banda de narcotraficantes” se podía pensar en países como Colombia y México, y Uruguay está “no están ni cerca”.
La Policía sabe que los vecinos de Villa Española quedan habitualmente entremedio de ráfagas de tiros entre los Suárez y los Albin. Y saben también que esas balaceras tienen un único fin: demostrar el poder de fuego.