El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, participó este miércoles de la última reunión del proceso de transición de mando entre el gabinete saliente de Alejandro Giammattei y el equipo electo de Bernardo Arévalo, que asumirá la dirección de Guatemala el próximo 14 de enero.
Almagro se mantuvo cercano a la situación en el país, con múltiples visitas y encuentros con los políticos desde que se conoció la voluntad del pueblo y las posteriores interferencias de la Fiscalía por evitar el traspaso presidencial. Inclusive, se reunió al inicio de este proceso, en el que las partes intercambiaron información valiosa y coordinaron sus acciones en pos del bienestar del pueblo y del país, para darle un marco de legalidad y garantías.
“Este proceso dispuesto por el presidente Alejandro Giammattei se ha llevado de forma ordenada y con información pública disponible todo el tiempo”, destacó Almagro durante su intervención en una ceremonia realizada en el Palacio Nacional de la Cultura y agradeció al mandatario su trabajo estrecho con la vicepresidente electa, Karin Herrera, y el intercambio de datos.
La compañera de fórmula de Arévalo valoró también la cooperación del gabinete saliente y el material proporcionado, gracias al cual podrán garantizar la correcta “organización interna del Estado y su planificación presupuestaria”.
No obstante, Almagro aprovechó la ocasión para, nuevamente, denunciar las interferencias de la Fiscalía con sus múltiples intentos por sabotear el recambio. Las elecciones y el traspaso de mando “han sido golpeados en varias ocasiones por el Ministerio Público y han afectado el propio funcionamiento de la democracia”, sentenció.
Es por ello que, si bien ya culminó esta etapa, sigue siendo crucial mantener la observación y el acompañamiento de la comunidad internacional hasta el día en que se realice el traspaso, a mediados de enero.
Las elecciones de este año en Guatemala, por el período 2024-2028, fueron las más polémicas en la historia democrática del país. Desde que comenzó el proceso -y más aún tras definir a Arévalo como ganador- la Fiscalía, impulsada por Consuelo Porras, lanzó una serie de acciones con las que intentó deshabilitar al Movimiento Semilla y a sus miembros, para evitar su llegada al Ejecutivo.
Como respuesta a estas acciones, Arévalo denunció un intento de “golpe de Estado” y se dieron movilizaciones en todo el país, que duraron semanas. Inclusive, este jueves el mandatario electo participará de una marcha convocada por autoridades indígenas “en defensa de la democracia”, para exigir el respeto a los resultados electorales.
En las últimas horas, Estados Unidos manifestó también su preocupación y pidió a la OEA evaluar si cabe aplicar la Carta Democrática en el país centroamericano ante el agravamiento de la persecución política y el “incremento en el abuso del poder” por parte del oficialismo.
Por su parte, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, dijo estar “particularmente alarmado” por la crisis política en Guatemala. “Insto a todas las autoridades guatemaltecas a abstenerse de cualquier intento de poner en tela de juicio los resultados electorales y garantizar que se respetan plenamente todos los Derechos Humanos, entre ellos a la libertad de reunión pacífica y de expresión”, sostuvo y resaltó la importancia de respetar “la voluntad de la mayoría del pueblo” y “salvaguardar la democracia”.
(Con información de EFE)