Brasil aumentó este martes la seguridad en su frontera norte con Venezuela y Guyana en medio de las crecientes tensiones entre estas partes por la región del Esequibo.
El ministro de Defensa del gabinete de Lula da Silva, José Múcio, ordenó en las últimas horas “blindar” la región con un aumento de 70.000 a 130.000 oficiales y un refuerzo de 20 vehículos blindados a Boa Vista -capital del Estado de Roraima-, en línea con los pedidos del propio Presidente.
“Brasil no participará en un problema que es de Venezuela con Guyana”, indicó Múcio y sumó que el reciente viaje a Caracas del asesor de Asuntos Internacionales del Gobierno, Celso Amorim, fue un “recado” de que no se contemplará una salida que no sea por vía pacífica.
“Ninguna de las partes podrá aprovechar nuestro territorio”, declaró por su parte un oficial del Ejército.
Lula también se pronunció antes de partir de los Emiratos Árabes Unidos, a donde viajó para participar de la COP28, y manifestó su preocupación por este latente conflicto.
“Hay una cosa que América Latina no necesita en estos momentos: confusión. Lo que necesitamos es crecer para mejorar la vida de nuestros pueblos (...) y no estar pensando en disputas”, dijo y concluyó: “Espero que la sensatez prevalezca en Venezuela y en Guyana”.
Este domingo, el régimen de Nicolás Maduro llevó a cabo un referéndum a fin de conocer la voluntad de su pueblo sobre el territorio en disputa, ya que Venezuela desestima el laudo de 1899 que definió los límites actuales y apela al Acuerdo de Ginebra de 1966 -antes de la independencia de Guyana del Reino Unido- que sienta las bases para una solución negociada.
Si bien varios partidos y opositores políticos aseguran que la convocatoria registró una baja participación, el oficialismo aseguró que 10.554.320 personas se manifestaron al respecto con su voto, de los 20.7 millones totales del padrón.
De ellos, en las cinco preguntas se habría alcanzado un apoyo a la propuesta venezolana superior al 95%, incluida la de la creación de una provincia venezolana en el Esequibo y la expedición de la nacionalidad para sus 125.000 habitantes.
Fue “una evidente y abrumadora victoria del ‘Sí’”, celebró aquel día el ex legislador oficialista y colaborador de Maduro, Elvis Amoroso, mientras el propio dictador dijo que fue “un referéndum histórico que ha puesto de pie a Venezuela” y, ahora, toca “lograr recuperar lo que nos dejaron los libertadores, la Guyana Esequiba”.
No obstante, las implicaciones prácticas y jurídicas de la consulta popular siguen sin estar claras y no se conocen, hasta el momento, planes concretos de cómo pretenden las autoridades del Palacio de Miraflores llevar a cabo esta reivindicación territorial.
Estados Unidos también envió sus propias advertencias a Maduro: le señaló la víspera que el conflicto no puede ser resuelto en base a los resultados del domingo y lo instó a respetar las fronteras actuales en tanto se alcance un acuerdo definitivo con un marco legal evidente y respaldado por la comunidad internacional.
“Pedimos a Venezuela y a Guyana que sigan buscando una solución pacífica a su disputa. Esto no es algo que se pueda resolver mediante un referéndum”, comentó el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
(Con información de Europa Press y Reuters)