Estados Unidos y la OEA aumentan la presión contra el Gobierno de Guatemala por sus avances contra el presidente electo

(Washington, Estados Unidos) Por novena vez desde junio, cuando luego de las elecciones de primera vuelta comenzaron los ataques judiciales contra el ahora presidente electo de Guatemala Bernardo Arévalo y su partido político, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) volvió a considerar la situación en ese país centroamericano con críticas a la Fiscalía y ahora también al gobierno de Alejandro Giammattei.

Lo nuevo de las últimas horas es la intensificación de la presión que ejerce el gobierno de Estados Unidos sobre la administración saliente. La señal más fuerte la dio la presidencia de Joe Biden sobre el final de la semana pasada cuando, a través de una resolución del Departamento del Tesoro sancionó a un ex funcionario guatemalteco muy allegado a Giammattei, Luis Miguel Martínez “por su papel en la corrupción en Guatemala, donde participó en esquemas generalizados de soborno, incluidos esquemas relacionados con contratos gubernamentales”.

El fin de semana además anunció el viaje de un alto funcionario diplomático a Guatemala, el subsecretario de Estado, José Fernández, que se encuentra ese país en conversaciones con el gobierno.

Este lunes, Estados Unidos junto con otros países que lo secundaron, propuso una nueva sesión de la OEA para discutir los últimos avances judiciales y políticos contra el gobierno electo y anunció que presentará un nuevo borrador de resolución para marcar lo que consideró el ingreso en una situación “mucho más peligrosa”. Ahora los países incluso empiezan a amenazar con aplicar la carta democrática al país.

La sesión del Consejo Político comenzó con un informe del secretario general de la OEA, Luis Almagro, en el que repasó lo que calificó como “inexplicables” acciones judiciales contra el Movimiento Semilla de Arévalo, así como magistrados del Tribunal Supremo Electoral, que la semana pasada perdieron su inmunidad y debieron exiliarse en el exterior.

“El Ministerio Público sigue empeñado en traer casos del pasado para afectar la transición política”, dijo Almagro y reseñó en esa lista “las supuestas anomalías en el proceso de creación del Partido Movimiento Semilla”, así como el más reciente caso denominado “Toma de la Universidad San Carlos (USAC)” por la que el 16 de noviembre la fiscalía pidió el retiro de la inmunidad contra el presidente y la vicepresidenta electa.

El otro caso que plantea una fuerte preocupación de la comunidad internacional fue el avance contra los magistrados del TSE, organismo independiente que organizó las elecciones y no dio lugar a las denuncias de fraude electoral. Tanto la OEA como la Unión Europea, que tuvieron misiones de observación electoral en los comicios, negaron al igual que el TSE que haya existido ningún tipo de irregularidad.

Ante ese pedido de la fiscalía, el Congreso aprobó a la media noche del último día de sesiones de los legisladores salientes el retiro de la inmunidad a los magistrados, por lo que decidieron abandonar el país ante la amenaza de que la persecución política los llevara a prisión.

Almagro resaltó como el Congreso saliente no solo avanzó contra el nuevo gobierno con esa decisión, sino también con la aprobación de un presupuesto para el año próximo que limita de manera sustancial las posibilidades de gobernabilidad para Arévalo.

El secretario general de la OEA repasó todos los reclamos realizados en las últimas horas a Giammattei para que vete ese prespuesto, de forma de asegurarle gobernabilidad a su sucesor.

Almagro habló telefónicamente este lunes con Giammattei, quien le aseguró nuevamente que el próximo 14 de enero entregará el gobierno. Si bien el secretario general ha sido elogioso de la actitud en la transición del presidente en funciones, ahora empiezan a crecer las críticas a Giammattei por no poner freno a los ataques de otros poderes contra Arévalo.

El embajador estadounidense ante la OEA, Frank Mora, advirtió en la sesión de este lunes que Guatemala se encamina a una “fase nueva y mucho más peligrosa” con la decisión de despojar de inmunidad a los magistrados del Tribunal Supremo Electoral. “La historia está llena de ejemplos de países que han trazado un curso parecido en el pasado, pero ese camino es peligroso”, alertó.

Mora anunció que EEUU promoverá en los próximos días un nuevo proyecto de resolución “más serio” que contemple sanciones contra Guatemala en el marco del capítulo IV de la Carta Democrática Interamericana ante la escalada contra la democracia.

El representante de EEUU dijo que si el Consejo Permanente no levanta la voz en pro de la democracia en Guatemala “el impacto se extenderá más allá de las fronteras de Guatemala”.

“Esta es una prueba para esta organización. Es el momento de defender la democracia, si no lo hacemos de manera conjunta fracasaremos de manera conjunta. A diferencia de las autoridades Guatemala, la OEA de la cual es miembro Guatemala, siempre ha demostrado su compromiso hacia una transición electoral pacífica la democracia y el Estado derecho”, agregó Mora

El canciller guatemalteco Mario Búcaro rechazó tanto el tono del debate como la resolución previa aprobada el 15 de noviembre, al considerar que se basan en afirmaciones que no se condicen con la realidad respecto al compromiso de su país con la institucionalidad y el estado de derecho.

Búcaro defendió el retiro de inmunidad de los magistrados electorales por parte del Congreso al señalar que responde a denuncias administrativas de corrupción y no afecta los resultados electorales ni la transición.

Asimismo, el funcionario destacó que el camino hacia el traspaso de mando del 14 de enero “continúa desarrollándose de manera pacífica y democrática”, por lo que rechazó los cuestionamientos sobre una supuesta puesta en riesgo de ese proceso.

“El gobierno de Guatemala deja constancia en este consejo que no comparte el contexto en el cual se ha convocado esta sesión extraordinaria del Consejo Permanente así como las afirmaciones vertidas por los solicitantes de la misma”, subrayó Búcaro.

Luego de Búcaro hablaron otros 12 representantes permanentes de la OEA, la mayoría en el mismo tono de preocupación y crítica a Guatemala y su fiscalía. Algunos, incluso, con críticas duras al gobierno de Giammattei, como el embajador saliente de Argentina, Carlos Raimundi, que dijo verse tentado a buscar la definición de la palabra “cinismo” para describir lo que había escuchado, pero prefirió “ir por una expresión más moderada”.

“Siceramente pocas veces he visto en este consejo una diferencia tan abismal entre los dichos por las autoridades de un país respecto de la verdad y de las cosas que verdaeramente acontecen”, agregó el representante argentino.

La Unión Europea y embajadores de países de ese continente también marcaron su preocupación por lo que sucede en Guatemala y amenazaron con sanciones a los funcionarios que sigan obstruyendo la democracia en el país.