(Washington, Estados Unidos) - Con la presencia de las tres figuras más importantes del gobierno de Joe Biden para los temas de América Latina y en un lugar emblemático frente a la Casa Blanca, Estados Unidos despidió con honores al embajador argentino Jorge Argüello, que regresa a su país tras el cambio de gobierno que se realizará este fin de semana en Buenos Aires.
En un gesto poco habitual, el gobierno de Biden organizó un evento en la Blair House, una residencia reservada para huéspedes ilustres ubicada justo enfrente a la Casa Blanca, que originalmente fue una residencia privada, pero que en 1942 el jefe de protocolo de la administración de Franklin D. Roosevelt la compró ante la necesidad de espacio para recibir a la gran cantidad de líderes mundiales que visitaban al presidente para coordinar los esfuerzos bélicos de la Segunda Guerra Mundial.
El evento de despedida a Argüello contó con la presencia de Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, quien destacó la “excelente sociedad diplomática” entablada con Argüello y el “tremendo papel” que jugó para afianzar las relaciones bilaterales.
También estuvieron presentes dos figuras importantes de la administración Biden para América Latina. En primer lugar Chris Dodd, asesor presidencial especial para las Américas, un político muy cercano a Biden. Dodd fue senador demócrata y es quien lideró, por ejemplo, la Cumbre de las Américas en Los Ángeles del año pasado y la cumbre del Americas Partnership este año en Washington.
También estuvo presente en la despedida de Argüello el asesor de Biden en Seguridad Nacional para temas de América Latina, Juan González y una decena de embajadores de distintos países, mayoritariamente de la región sudamericana.
Nichols dijo en su discurso que la despedida del embajador le generaba un sabor “agridulce” porque habían logrado una muy buena relación tanto profesional como personal. “Los logros durante su gestión como embajador son muchos, pero la reunión entre los presidentes Biden y Fernández en marzo pasado es un claro ejemplo de sus contribuciones a la robusta relación entre nuestras naciones”, manifestó Nichols.
El diplomático estadounidense también aprovechó la ocasión para agradecer personalmente al embajador saliente y a su esposa por su amistad y dedicación durante todos estos años.
“Gracias Jorge, gracias Erica, por sus esfuerzos para hacer que esto sucediera. A nivel personal, su amistad ha significado mucho para mí. Su dedicación, su amabilidad, su reflexión, su energía, su implacable búsqueda de una mejor relación lo cual no siempre es algo fácil”, expresó.
Nichols también señaló que Argüello, que por segunda vez fue embajador argentino en Washington, “debería estar orgulloso” de todo lo logrado para afianzar el vínculo bilateral entre ambos países.
“Usted ha logrado superar todos los desafíos y llevarnos a un resultado exitoso. Debería estar enormemente orgulloso de los tremendos logros que ha realizado como embajador de la relación entre nuestros dos países, la relación global, el trabajo en nuestro hemisferio. Hay unos pocos diplomáticos que tienen el increíble conocimiento y talento que usted ha demostrado. Sé que tu nación te llamará, depende de usted, pero habrá más cosas geniales en el futuro”, dijo el jefe de la diplomacia de Estados Unidos para América Latina y el Caribe.
Una distinción
En su discurso, que fue el último de una larga lista de despedida que otros diplomáticos le han hecho, Argüello dijo que lo honraba esta distinción especial que le hizo el gobierno de Estados Unidos, por no ser algo habitual.
“Como soy un veterano de esta ciudad, creo que puedo interpretarlo no como una formalidad, sino como una distinción. Además, quiero resaltar que una parte sustancial del orgullo que siento por este gesto también proviene de que a lo largo de esta experiencia compartida: no todo fue fácil”, dijo el embajador saliente.
Argüello, que en su otro período en Washington había sido embajador durante la presidencia de Cristina Fernández, entre 2011 y el 2012, puso especial énfasis en destacar que, a pesar de las diferencias que muchas veces hubo entre Argentina y Estados Unidos durante todos estos años, siempre primó el respeto y la confianza mutua.
“Esas diferencias alimentaron uno de los elementos más significativos de la actividad diplomática que logramos construir con el tiempo: la confianza mutua”, subrayó.
Argüello también aprovechó para agradecer a sus colegas embajadores de países amigos presentes en el homenaje por su cooperación durante todos estos años, al tiempo que resaltó el “lazo emocional invisible” que lo une de forma irrevocable con Estados Unidos, dado que de jóven también vivió en Washington, conoció a su esposa en esa ciudad y su hija más chica también nació en la capital de Estados Unidos.
“Hoy puedo decir, sin falsa modestia y seguro de no equivocarme, que la tarea encomendada por el presidente Fernández de elevar el nivel de la relación bilateral y fortalecerla, fue cumplida”, sentenció.
El presidente electo Javier Milei, que la semana pasada estuvo en Washington, ya confirmó que el empresario y presidente del Comité Olímpico Argentino, Gerardo Werthein, será el nuevo embajador argentino en Washington, luego de lograr la aprobación por el Congreso y la aceptación habitual del gobierno estadounidense.