El régimen de Nicaragua presiona al resto de gobiernos de Centroamérica para que elijan con “urgencia” al secretario general del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), de una terna de candidatos nicaragüenses encabezada por el diplomático Valdrack Ludwing Jaentschke Whitaker, un personaje controversial que funciona como todoterreno de la dictadura de Daniel Ortega.
Este 29 de noviembre culminó en El Salvador una reunión ordinaria de Jefes de Estado y Cancilleres del SICA sin que saliera “humo blanco” en la elección del secretario general, a pesar de las presiones de Nicaragua.
“Nicaragua considera que para alcanzar nuestras metas y objetivos requerimos de voluntad política y acciones urgentes. En esa dirección, hemos propuesto una terna con perspectiva integracionista para el nombramiento del Secretario General, asumiendo a la brevedad, la continuidad de este período 2022- 2026 que le corresponde a Nicaragua”, indicó el canciller nicaragüense Denis Moncada, en su intervención final.
La Secretaría General del SICA se encuentra vacante tras la repentina renuncia del nicaragüense Werner Vargas, el 15 de noviembre pasado.
La elección de Vargas, en agosto de 2022, se logró tras varias semanas de intenso cabildeo y rompió un impasse de más de un año, dado que no existía consenso en torno a las propuestas presentadas por Nicaragua, país a quien, por un acuerdo de alternabilidad, le correspondía la Secretaría General del ciclo 2021-2025.
El SICA es un organismo regional que lo integran los estados de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Belice y República Dominicana. Su reglamento establece el consenso entre los miembros como requisito para la elección del secretario general.
El canciller de Costa Rica, Arnoldo André Tinoco, explicó en esa ocasión que el consenso entre estados no se logró porque la propuesta de Nicaragua “no cumplía los principios fundacionales del organismo referidos a la democracia y la libertad”.
La terna propuesta por Ortega estaba integrada por Orlando Tardencilla, exguerrillero sandinista y diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen); María Amelia Coronel Kinloch, ministra de Gobernación de Nicaragua; y Luz López Escobar, coordinadora técnica de la Secretaría de Infraestructura del Gobierno Regional del Caribe Norte. Todos considerados operadores políticos del régimen.
Finalmente, después de más de un año de impasse, el 11 de agosto del año pasado fue aceptada la propuesta nicaragüense de Werner Isaac Vargas Torres, a quien se considera un funcionario más técnico que político. Nicaragua celebró la elección.
“Nos complace, nos llena también de orgullo, poder representar caminos de unión para nuestra Centroamérica, caminos de prosperidad para nuestra Centroamérica”, anunció la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, en su alocución diaria del mediodía.
Sin embargo, el 15 de noviembre pasado la cancillería nicaragüense comunicó la renuncia de Werner Vargas al cargo de secretario general del Sistema de la Integración Centroamericana, sin explicar las razones de tal decisión. Inmediatamente propuso una nueva terna para terminar el periodo correspondiente a Nicaragua a la cabeza del SICA.
La terna de candidatos presentada por Nicaragua la integran ahora Valdrack Jaentschke Whitaker, ministro asesor para Políticas y Asuntos Internacionales; Violeta Irías Nelson, delegada de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos en Bilwi; y la diputada Iris Marina Montenegro Blandón.
Valdrack Jaentschke Whitaker, la cabeza de la terna de Ortega, es un sombrío personaje ligado al sandinismo desde los años 80. Perteneció a la Seguridad del Estado del gobierno revolucionario, y entró a la diplomacia cuando fue enviado a la embajada de Honduras para realizar funciones de espionaje en ese país que era usado como base por la guerrilla contrarrevolucionaria, explica una fuente que lo conoció de cerca en esos años.
Desde 2007, cuando Daniel Ortega regresó al poder, fue nombrado Vicecanciller, cargo en el que se mantuvo hasta 2021. Se le considera una persona leal al binomio que forman Daniel Ortega y Rosario Murillo. Mientras fue vicecanciller desempeñó al menos otros 15 cargos diplomáticos simultáneamente.
En julio de 2022, Jaentschke pasó a ser Cónsul de Nicaragua en Costa Rica y ministro asesor de la Presidencia para políticas y asuntos internacionales.
Las personas que lo conocen afirman que Jaentschke es un tipo hábil, negociador, conspirador y “hombre de cuidado”. “Los Ortega Murillo lo usan como una especie de navaja suiza, para resolver problemas claves, y siempre lo vas a ver en espacios que la dictadura busca apuntalar”, dice la fuente.
Organizaciones opositoras de Nicaragua pidieron a los gobiernos centroamericanos no considerar al candidato de Ortega al cargo de secretario general del SICA porque “crearía conflictos en el sistema de integración regional”.
“Instamos a sus autoridades a detener la elección del reemplazo del Secretario General (del SICA) y, cuando así sea conveniente, elegir un candidato que, en lugar de pretender obediencia política a intereses particulares y extrarregionales, sea un técnico que posea las calificaciones que vayan en línea con los principios de libertad, democracia y derechos humanos”, señalaron los opositores en una carta enviada a la ministra de Relaciones Exteriores de El Salvador, Alexandra Hill Tinoco, quien tenía en ese momento la presidencia temporal del SICA.
También recordaron que Ortega tiene en su agenda hacer avanzar la presencia de Rusia y China en la región. “La dictadura nicaragüense, además de beneficiarse directamente de tal posición regional, aun intentando pasar sobre la voluntad de las demás naciones miembros, tiene como objetivo forzar la inclusión de Rusia y China en los menesteres regionales”, señalaron.
El régimen de Daniel Ortega inició a principios de este año una campaña para expulsar a Taiwán e incorporar a Rusia y a China como observadores en el Sistema de Integración Centroamericano. En abril, Taiwán fue expulsada del organismo y China incorporada como observador.
Esta semana, mientras los países miembros del SICA se reunían en El Salvador, el gobierno de Nicaragua envió una carta a Tinoco, con copia al resto de cancilleres de la región, donde pide a los países miembros del organismo para que actúen con “urgencia” y procedan de “inmediato” a llenar la vacante dejada por Vargas.
“La Secretaría General del SICA es de vital importancia para el funcionamiento de todos los demás órganos e instancias del Sistema. Es el motor del SICA. Las funciones del secretario general son intransferibles e indelegables. Es por ello que les proponemos actuar con urgencia y proceder a lo inmediato al nombramiento del titular de la Secretaría General del SICA”, urgió la cancillería nicaragüense.
En la misiva, Nicaragua recuerda que le corresponde a este Estado culminar el periodo actual y que ya ha enviado una terna de candidatos que “son funcionarios nicaragüenses de alto nivel, con una amplia trayectoria de servicio público y cuentan con una vasta experiencia en el campo de la integración centroamericana”.
Aunque todavía no sale “humo blanco” del SICA, el sociólogo y economista Oscar René Vargas considera que el candidato de Ortega podría imponerse por un acuerdo con Costa Rica, quien hasta ahora ha sido el principal estado opositor a las propuestas nicaragüenses.
El 17 de noviembre la Asamblea de Gobernadores del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), eligió a la costarricense Ana Guissella Sánchez Maroto como su presidente, para sustituir, a partir de este primero de diciembre, al hondureño Dante Mossi. Nicaragua votó a favor de la costarricense.
“En política exterior se utiliza el dar para recibir y el voto de Nicaragua a favor de Costa Rica para la presidencia del BCIE puede ser un acuerdo para que Costa Rica voté a favor del candidato de Ortega para el SICA. Por lo tanto, creo que el candidato de Ortega obtendrá el beneplácito para la Secretaría General del SICA”, dice Vargas.