(Desde Montevideo, Uruguay) - El narcotraficante uruguayo Sebastián Marset cree que la orden de captura internacional que hubo sobre su pareja, Gianina García Troche, fue algo que le permitió permanecer prófugo. El delincuente admitió que esa decisión le dolió porque implicó un “cambio de vida total” para su familia, pero aseguró que si ella estuviera en libertad, hubiera sido más fácil atraparlo.
Marset es uno de los hombres más buscados en América del Sur desde que, a fines de julio, se descubrió que estaba en Bolivia escondido con otro nombre como jugador de fútbol. El narco logró fugarse, una vez más, de la policía y su paradero es aún desconocido. Este domingo apareció en la televisión uruguaya, en una entrevista con el programa Santo y Seña (Canal 4), pero el lugar de grabación no le fue revelado a la producción.
“Los niños no pueden ir al colegio, tuvimos que cambiar muchas cosas y movernos. Es difícil, pero mirando el lado positivo me ayudaron: si yo solo estaba con (orden de) captura y mi mujer no, los niños seguirían yendo a un colegio, yo estaría con ellos o los visitaría –porque no puedo estar sin familia– y ya estaría preso”, aseguró.
En la entrevista, Marset desligó a su familia de las causas en las que él está involucrado y reveló una estrategia judicial para que se vayan entregando en el país.
Marset dijo que confía en la Justicia de Uruguay, a pesar del escándalo vinculado al documento que le entregó el gobierno y que le permitió salir de Dubái. “Lo del pasaporte fue una cagada que hicieron, pero creo que si mi hermano, mi cuñado, mi señora, tuvieran las garantías de entregarse en Uruguay, como se ha hablado, que va a ser justo… Yo no voy a pedirle a Uruguay (que lo haga) porque sea mi familia, o que me los dejen afuera porque les voy a mandar una plata”, dijo.
El abogado de Marset, Santiago Moratorio, está buscando un acuerdo con la Fiscalía uruguaya para la entrega de los familiares de Marset. El defensor del narco aseguró que no se trata de una negociación porque no habrá concesiones de ninguna de las dos partes. En declaraciones a Santo y Seña, el abogado aseguró que sus gestiones comenzaron antes de que el caso se hiciera aún más mediático por las renuncias de altos funcionarios del gobierno.
Moratorio inició el trámite a finales de 2022 en la sede mundial de Interpol en Lyon (Francia), donde presentó formularios ante la Comisión de Control de Ficheros. En paralelo, los encuentros del abogado continuaron en Uruguay. Moratorio se reunió con la fiscal de Estupefacientes, Mónica Ferrero, pero lo que hubo fue un “inicio de conversaciones” para conocer la postura de la Fiscalía, indicó.
Lo que la defensa busca es que haya “ciertas garantías” para que se concrete una entrega de la hermana, la pareja y el cuñado de Marset.
Moratorio pretende que los familiares no sean extraditados y sean enjuiciados por la Fiscalía en Uruguay. “Nuestra pretensión es que no los extraditen y que tengan en cuenta la valoración, la imputación de Paraguay y que no existe evidencia alguna de que hayan cometido delitos”, detalló.
Las reuniones también se dieron con jerarcas del Ministerio del Interior y de la Fiscalía de Lavado de Activos. Por el momento, no hubo respuestas.
Marset puso como ejemplo la entrega de su cuñado Sebastián Alberti, quien se había escapado de una cárcel en moto y a fines de octubre se entregó ante la Justicia. “Tiene que pagar y está bien. Pero quiero que sea justo. Quiero que se haga justicia porque mi hermano, mi cuñado y mi señora no tienen nada que ver en mis cosas. Nada que ver”, aseguró.
“De mi parte siempre hubo paz. Lo de mi cuñado fue una decisión dura, porque todavía le queda una larga pena por cumplir. Se tomó la decisión porque en algún momento va a terminar con eso y puede hacer una vida normal y no estar siempre prófugo de la Justicia”, agregó.
Marset dijo que le gustaría que Uruguay evalúe antes de que sus familiares se entreguen si tendrían que ser extraditados. “Que sepan que no hay delito. Si quieren ponerle una tobillera electrónica o un policía 24 horas en un domicilio hasta que se termine el caso, estoy de acuerdo, pero no estoy de acuerdo con que vayan presos, porque son personas que no tienen un solo antecedente y que no cometieron un delito”, aseguró.
Consultado sobre si en algunos países hay políticos que aceptan dinero del narcotráfico, Marset respondió que sí. “En ese sentido Uruguay, desde mi punto de vista, es el menos corrupto de Sudamérica”, señaló, y agregó que él nunca envió dinero a ningún político del país. “En 2018 salí de Uruguay y nunca más pisé. A veces no entiendo porque Uruguay intenta buscarme o molestarme, si dicen que no tengo ningún caso que me comprometa”, señaló.
En otros países, en cambio, hay campañas financiadas por narcos, según Marset. “Hay países en los que el narcotráfico es el pan de cada día”, comentó.