(Washington, Estados Unidos) Dieciséis de los 32 países activos en la Organización de Estados Americanos (OEA) se sumaron al grupo voluntario que desde esta semana empezó a discutir acciones que permitan fortalecer la aplicación y el uso de la Carta Democrática de la organización.
En la reunión, Estados Unidos presentó una propuesta concreta para empezar a trabajar en ese grupo, que encontró algunas resistencias en el bloque de países gobernados por la izquierda en la región.
La propuesta, a la que accedió Infobae, señala que el grupo debería “permitir a los Estados miembros y a la OEA analizar y responder mejor de manera y más proactiva/preventiva a los desafíos democráticos y de gobernanza en la región”.
El grupo no tiene la intención en principio de abrir la carta para actualizarla, como fue propuesta inicialmente, sino más que nada discutir acciones para los países que se quieran sumar de forma voluntaria, a los efectos de generar insumos materiales y compartir prácticas que permitan fortalecer la democracia en el continente.
La idea de generar este grupo fue presentada previo a la Asamblea General de junio pasado por Canadá, Costa Rica, Panamá, Perú, República Dominicana y Estados Unidos.
Como objetivo principal, la propuesta de trabajo del grupo presentada esta semana por EEUU establece “involucrar a los estados miembros para fortalecer las instituciones democráticas y la rendición de cuentas” en el continente y luego establece otros objetivos más específicos, como “compartir mejores experiencias”, “promover la cooperación horizontal y la prevención de crisis”, que sea un grupo activo siempre dispuesto a “fomentar el diálogo” y que permita canalizar el apoyo técnico de la OEA a los países.
Para ello, la iniciativa de Estados Unidos plantea realizar acciones en distintas áreas, tales como el desarrollo de un sistema para apoyar a los Estados en el seguimiento de la carta, creación de cursos de educación que permitan inculcar los valores cívicos y derechos humanos en los países, así como la promoción del diálogo preventivo.
El embajador de Estados Unidos, Frank Mora, es quien está empujando esta propuesta. En el documento presentado a los países del grupo voluntario también se incluye un plan de trabajo de cuatro tiempos para que sea considerado por los países en la próxima reunión y también propone quiénes podrían ser los socios tanto internos como externos de la OEA en ese trabajo.
Según explicó a Infobae un vocero del Departamento de Estado, Estados Unidos copatrocinó el establecimiento de este Grupo Voluntario “con el espíritu de generar un mayor apoyo para la Carta Democrática Interamericana”, que “continúa funcionando como una herramienta rectora indispensable para la democracia”.
Lo que busca Estados Unidos de este grupo es que allí se puedan compartir propuestas e ideas que permitan a los países y a la OEA como organización, comprometerse con prioridades que incluyen “elecciones libres y justas, desarrollo inclusivo, inclusión social y equidad racial y de género”.
“Nos complace que 16 Estados miembros de la OEA se unieran a nosotros el 20 de noviembre para la primera reunión del Grupo Voluntario. Estados Unidos valora las diversas ideas y el apoyo de todas las delegaciones de la OEA para avanzar en acciones específicas y tangibles en apoyo de nuestros mandatos. Esto refleja la participación abierta y la naturaleza de este Grupo Voluntario. Sólo trabajando juntos (con transparencia y respeto mutuo) podremos contrarrestar el creciente autoritarismo en las Américas”, agregó el vocero.
Si bien este es un grupo liderado e integrado por los países, hasta tanto no elijan autoridades para que dirijan las sesiones, la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia de la OEA, a cargo de Francisco Guerrero, tuvo a su cargo la “facilitación” del primer encuentro, según estableció un comunicado de esa secretaría.
Participaron también los secretarios de Asuntos Hemisféricos, de Acceso a Derechos y Equidad y un representante de la Secretaría para el Desarrollo Integral de la OEA, según el comunicado de la organización. La segunda reunión está prevista para el 11 de diciembre.
Qué pasó en la reunión
La propuesta de Estados Unidos, que fue presentada en sala y por tanto no había sido analizada previamente por los países, ya recibió algunos cuestionamientos.
Los tres países más críticos de este grupo y su funcionamiento, pese a que lo integran, son Argentina, Bolivia y México.
Según contaron a Infobae participantes de la reunión, la delegación más vocal fue la mexicana, que dijo no entender cómo se va a trabajar y planteó dudas al trabajo metodológico.
El embajador de Argentina, Carlos Raimundi, que ya no estará para la próxima sesión del grupo dado el cambio político en ese país, también hizo un discurso crítico. Uno de los puntos cuestionados de la iniciativa de Estados Unidos es la idea de crear un sistema de alertas tempranas sobre problemas democráticos en los países.
Hubo otros países que mostraron su apoyo a cómo se plantea trabajar y quieren avanzar, tales como República Dominicana, Costa Rica y Antigua y Barbuda.
En una posición crítica pero intermedia se manifestaron otras delegaciones como la de Colombia, que planteó dudas metodológicas. Brasil, en cambio, no fue al fondo del tema, sino que planteó dudas más presupuestales. Quiere saber con qué dinero se financiarán las iniciativas que surjan de este grupo, dijeron las fuentes a Infobae.
Los alineamientos internos en la OEA
Esta historia comenzó previo a la última Asamblea General de la OEA que a mitad de año se reunió en Washington. Desde el comienzo las posturas radicalemente opuestas se vieron plasmadas en esa discusión sobre cómo fortalecer la democracia en la región y a la vez, cómo se puede aplicar mejor la Carta Democrática de la organización.
Por un lado, los países del bloque de izquierda del continente tenía como intención, plasmada en un documento que luego no logró apoyos para avanzar rumbo a la Asamblea General, de realizar cambios en el Manual para las Misiones de Observación Electoral, de forma que los países puedan incidir en la forma en que la secretaría general y el departamento encargado de las misiones de observación electoral seleccionan quiénes encabezan las misiones que van a los países a monitorear los comicios.
Hoy los países no inciden en la selección de las personas que dirigen esas misiones, valoradas por la comunidad internacional, como sucedió en Guatemala recientemente, por la independencia con que llevan adelante las tareas de monitoreo de elecciones.
Desde el intento de fraude electoral de Evo Morales en 2019, su posterior caída y el regreso al poder en Bolivia de su partido político, tanto la representación de ese país como la de Argentina y México son quienes encabezan los cuestionamientos al secretario general Luis Almagro por las misiones de observación electoral. El reciente éxito de la MOE en Guatemala, en cambio, fue valorado por todos los países, incluso lo más críticos.
Ese grupo más crítico, que ahora pasará a ser de dos en vez de tres por el cambio político en Argentina, en algunas oportunidades ha tenido de aliado a Colombia, pero no siempre.