Daniel Noboa, que asume este jueves la Presidencia de Ecuador, iniciará su mandato decretando un estado de excepción para remitir al congreso su reforma tributaria y energética, en calidad de proyectos de ley urgentes.
El anuncio lo realizó la tarde del miércoles, cuando acudió a la sede del Legislativo para repasar la ceremonia de transmisión de mando. A la sesión solemne atenderán los presidentes de Colombia y Bolivia, los vicepresidentes de Brasil y Honduras, los cancilleres de Panamá, Perú y Haití; además de embajadores, secretarios de organismos internacionales e invitados especiales. Se espera que asistan más de mil personas.
Hay expectativa en ver en la asunción al padre de Noboa, el empresario y político Álvaro Noboa, que intentó alcanzar la presidencia en cinco ocasiones. El objetivo familiar de lograr la Presidencia fue alcanzado por el joven Daniel Noboa. “Por 25 años, mi padre allanó el camino para que yo pueda estar aquí”, ha dicho el presidente electo de forma pública.
Noboa también ha anunciado que a la ceremonia de transmisión de mando asistirá con todos los miembros de su gabinete.
Decretos y reformas prioritarias
La reforma tributaria de Noboa se enfocará en el incentivo a la generación de empleo joven. Mientras que la reforma energética busca evitar futuros periodos de racionamientos de energía eléctrica, según describió brevemente el presidente electo ante la prensa.
Según Noboa, apenas se instale en Carondelet, suscribirá tres importantes decretos, 72 horas después enviará sus reformas al congreso y el lunes, 27 de noviembre, se dirigirá al país para contar el estado en el que recibió al Ecuador.
“Pasamos por un proceso durísimo para llegar a constituirnos como fuerza política, hoy venimos con nuestras propuestas, nuestras decisiones, no de otros grupos o partidos”, dijo el nuevo mandatario, que también se refirió a la alianza legislativa entre el oficialismo, el Partido Social Cristiano y el correísmo. Noboa explicó que ese acuerdo legislativo es un mecanismo democrático que servirá para dar viabilidad a asuntos puntuales: “Creo que todos queremos que el país salga del estado de miseria, violencia y también de desempleo y desatención en el que vivimos”, aseguró.
Según los más recientes sondeos de opinión, Noboa comenzará su mandato con un respaldo del 74,4%. Esta cifra, correspondiente a noviembre, indica que la población confía en el presidente electo para asumir su papel como jefe del Estado ecuatoriano. Mientras que el presidente saliente, Guillermo Lasso dejará el gobierno con una calificación de gestión del 12,3%, según la última encuesta de la empresa Perfiles de Opinión. Lasso es uno de los mandatarios peor calificados de la región junto a su homóloga peruana, Dina Boluarte, según la encuestadora CID Gallup.
“Vamos a tocar fibras sensibles de grupos de poder que han estado enquistados con corrupción en el Estado por décadas. Va a haber una reacción”, dijo Noboa en su intervención ante las autoridades del Consejo Electoral en la ceremonia de entrega de credenciales, el pasado 15 de noviembre. El presidente electo agregó que los grupos criminales también reaccionarán ante las acciones de su gobierno pues no tolerarán sus actos delictivos. Asimismo, aseguró que en su mandato no habrá tolerancia con la corrupción: “Jamás estaremos a favor de la impunidad y no estaremos apoyando a fuerzas políticas o individuos que quieran violentar la Constitución”, dijo.
Noboa, un administrador, político y empresario ecuatoriano-estadounidense de 35 años, ganó el balotaje del 15 de octubre pasado. Previamente, Noboa fue asambleísta nacional entre 2021 y 2023. A sus 35 años, se convierte en el presidente más joven desde la restauración democrática en 1979, que registra un promedio de edad en los gobernantes al momento de la investidura de 50 años.