Lula da Silva y Gabriel Boric afirmaron que buscarán mantener buenas relaciones con Argentina pese a las diferencias con Javier Milei

Los mandatarios de Brasil y Chile felicitaron al presidente electo y se expresaron a favor de la “hermandad” entre las naciones

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El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (REUTERS)
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (REUTERS)

El mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el presidente de Chile, Gabriel Boric, se comprometieron a superar las diferencias políticas con el presidente electo de Argentina, Javier Milei, en un aparente intento por lograr una relación de trabajo tras meses de tensión.

“Vamos a tener problemas políticos en Sudamérica, pero, en lugar de quejarnos, tenemos que ser inteligentes y tratar de solucionarlos, tratar de hablar y tratar de converger democráticamente en la adversidad”, dijo Lula el martes durante un evento en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil. “No me tiene que gustar el presidente de Chile, de Argentina, de Venezuela”, advirtió. “No tiene que ser mi amigo. Él tiene que ser presidente de su país y yo tengo que ser presidente del mío”.

Y añadió: “Nos tenemos que sentar a defender cada uno sus intereses. Sin dominio del uno sobre el otro, tenemos que llegar a un acuerdo, eso es la democracia”.

Lula enfatizó en la importancia de mantener buenas relaciones con Argentina, “un país socio” con el que Brasil ha mantenido una “extraordinaria relación” y ha recordado cómo fue el primer destino oficial elegido por él en 2003 para demostrar que el objetivo era crear “una fuerte política” para la región.

Sin mencionar a Milei, Lula felicitó a los argentinos por el ejercicio democrático que realizaron el pasado domingo, deseando a su vez “buena suerte” al nuevo gobierno. “Brasil siempre estará dispuesto a trabajar con nuestros hermanos argentinos”, escribió en su cuenta de la red social X, antes Twitter.

Durante su campaña electoral, Milei no escatimó en insultos a los mandatarios de la izquierda latinoamericana, entre ellos al propio Lula, con quien no se reuniría, dijo, si salía presidente de Argentina por ser “comunista”, además de haberle llamado “corrupto” y “ladrón”.

El presidente electo argentino Javier Milei (REUTERS)
El presidente electo argentino Javier Milei (REUTERS)

Lula, que ha sido un estrecho aliado de los Gobiernos peronistas de Argentina, respaldó al oponente de Milei en la carrera presidencial y un equipo de sus asesores trabajó para la campaña del ministro de Economía argentino, Sergio Massa.

El mandatario brasileño ahora quiere más claridad sobre los planes de Milei para tratar con Brasil y está esperando que el nuevo Gobierno argentino se acerque antes de decidir cómo proceder, dijeron a Bloomberg News funcionarios de la Administración con conocimiento de la estrategia.

Los lazos entre las dos naciones se congelaron en gran medida en medio de diferencias políticas entre el ex mandatario Jair Bolsonaro y el líder argentino saliente, Alberto Fernández. Pero Lula, que ha intentado reconstruir la relación y fortalecer los lazos regionales desde que regresó al poder en enero, sugirió que quería evitar una recaída ahora.

“Cuestión de estado”

Por otra parte, el mandatario chileno Gabriel Boric dijo este martes que la relación con Argentina es “prioritaria” y una “cuestión de Estado”, pese a las “diferencias ideológicas” que existen entre su Gobierno y el presidente electo Javier Milei.

“El pueblo chileno y el pueblo argentino son pueblos hermanos, por lo tanto mi deber como presidente de la República es que independiente de las diferencias políticas que sin lugar a dudas existen entre el presidente electo (en Argentina) y el Gobierno en ejercicio en Chile, nuestros pueblos y nuestros países tengan relaciones de Estado con altura de miras”, indicó Boric en un acto oficial.

El presidente de Chile, Gabriel Boric (REUTERS)
El presidente de Chile, Gabriel Boric (REUTERS)

El mandatario progresista, quien se comunicó este martes por teléfono con Milei, aseguró que la integración entre Chile y Argentina es “absolutamente necesaria” y que la “defenderá” hasta que abandone el cargo.

“Tengo que representar al Estado de Chile en su continuidad histórica y Argentina es un país prioritario en nuestra relaciones y yo voy a cumplir ese deber en todas las dimensiones diplomáticas que existen”, añadió Boric, quien tiene pendiente nombrar un nuevo embajador en Argentina tras la salida de la comunista Bárbara Figueroa el pasado septiembre. “Al embajador lo designo yo, no al otro lado, y eso lo vamos a hacer en función de los intereses conjuntos de Chile y Argentina”, apuntó.

Desde la Presidencia chilena informaron horas más tarde que Boric se comunicó con Milei, “con quien sostuvo una conversación franca en la que se puso por delante el bienestar de ambos pueblos”.

Con un discurso “anticasta” y propuestas radicales como la dolarización y el cierre del Banco Central argentino, el líder de La Libertad Avanza arrasó este domingo con el 55,69% de los votos al candidato oficialista, Sergio Massa, quien obtuvo el 44,3 por ciento.

Milei ha arremetido en los últimos tiempos varias veces contra Boric, a quien llamó “empobrecedor” y de cuya llegada al poder dijo que era “el inicio de la decadencia de Chile”.

En un mensaje institucional -a diferencia de otros líderes de izquierda de la región como el mexicano Andrés Manuel López Obrador y el colombiano Gustavo Petro-, Boric saludó el domingo en la red social X a Milei por su triunfo y le deseó “lo mejor al pueblo argentino”: “Sepan que siempre contarán con nuestro respeto y apoyo”, publicó.

El ex líder estudiantil aún no ha confirmado si acudirá a la toma de posesión de Milei el próximo 10 de diciembre, aunque la vocera del Gobierno, Camila Vallejo, no lo descartó el lunes. “Depende mucho de la agenda presidencial”, señaló la portavoz en una declaración en La Moneda, sede del Gobierno.

(Con información de Bloomberg, EFE y Europa Press)

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